El actor que quiso ser Robert Redford en 'Memorias de África'

Memorias de África nace como una adaptación de las memorias de Karen Blixen, la autora danesa que escribió sus experiencias en el continente durante los diecisiete años que vivió en él. Meryl Streep, en un estado excepcional, interpreta a esta joven adinerada que, tras ser rechazada por el amor de su vida y ante el temor de quedarse soltera a principios del siglo XX, hace un pacto con su primo, el barón Bror Blixen. Se casarán; él tendrá acceso a su fortuna –con la que invertirá en una granja de vacas de la colonia británica del África Oriental– y ella obtendrá un título nobiliario y el marido que tanto ansía.

«Pensé que era feminista y fuera de lo común. También vi imágenes en mi mente de un paisaje que nadie conocía. Nunca había estado en Kenia, que era donde estaba ambientada la historia. Conocía la África de David Lean, pero esto era completamente diferente y por eso me emocioné», explicó Sydney Pollack sobre el motivo que le llevó aceptar la dirección del proyecto.

A sus 36 años, Meryl Streep ya había ganado dos de los Oscar que tiene en su haber –mejor actriz de reparto por Kramer contra Kramer y mejor actriz principal por La decisión de Sophie–. Pero necesitaba un partenaire masculino a su altura para encarnar al misterioso y solitario cazador furtivo del que se enamora su personaje. Aunque a todos se nos viene a la cabeza Robert Redford en cuanto pronunciamos le nombre de Denys Finch Hatton, no fue el único candidato para el papel.

Jeremy Irons luchó durante años para conseguir encarnar al personaje y se quejó por la simple posibilidad de que Redford fuese su principal rival. Le veía «demasiado viejo y demasiado americano» para interpretar a un personaje claramente británico. Sin embargo, Redford contaba con el favor personal del director, que apostó por él desde el principio pese a algunas reticencias.

«Después de contratar a Meryl, necesitábamos a una estrella lo suficientemente potente para poder competir con ella...», indicó Pollack. «Era el único que podía hacer creíble el personaje, más que nada porque Denys era una ilusión óptica, un tipo enigmático, introvertido, romántico y atractivo para las mujeres».

Robert Redford aceptó desde el principio. «Pensé que tenía una cosa a su favor: se narraba una maravillosa historia de amor, y Sydney era muy bueno con ellas», reconoció el actor fallecido el pasado 16 de septiembre de 2025. Y eso que en las memorias que se utilizaron como base del guion la historia de amor entre ambos estaba algo desdibujada.

«Primero, me da a mí, el actor, una amplia gama de posibilidades de interpretar la fantasía. Y además es algo dinámico, porque la presencia de Finch Hatton, históricamente o de cualquier otro modo, se convierte en un misterio. Pensé que sería un tema interesante para interpretar», explicó en una entrevista, en la que también desveló su principal reto con el personaje: el acento.

«Sabía que podía hacerlo. Trabajé con una entrenadora de voz en Londres llamada Joan Washington. Trabajé mucho, era bueno», apuntó. «Tenía muy claro cómo quería interpretar a mi personaje y Sydney también. En cuanto empezábamos vi que estábamos de acuerdo». Sin embargo, en un primer visionado, el director y él vieron el resultado como algo mejorable. Redford terminó doblando de nuevo sus frases con su propio acento.

«Todos venían con el mismo rollo. ¿Y el acento? A mí me parecía que era una preocupación menor, no importaba. Lo primordial era que teníamos a una gran estrella que generaba electricidad solo con su presencia, y además era buen actor», sentenció Pollack.