Palacio de Orleans-Borbón, en Sanlúcar de Barrameda, Cádiz
Dos monumentos españoles, entre los más amenazados de Europa
La asociación Europa Nostra ha seleccionado el Palacio de Orleans-Borbón, en Cádiz, y la sinagoga medieval de Híjar, en Aragón, como parte de los 12 sitios patrimoniales más amenazados del continente
Los edificios declarados patrimonio nacional deberían estar al cuidado y mantenimiento del Estado. Y así es, aunque muchos se encuentran en decadencia, abandonados al desgaste del tiempo. Y entre los 12 sitios patrimoniales más amenazados, se encuentran dos españoles.
Cada año, Europa Nostra, la voz europea de la sociedad civil comprometida con el patrimonio cultural y natural, elabora una lista con los lugares con mayor riesgo, y acaban de publicarla. La selección, realizada en base a la importancia patrimonial y al valor cultural de cada uno de los sitios, así como al grave peligro al que se enfrentan en la actualidad, tiene en cuenta también el nivel de participación de las comunidades locales y el compromiso de las partes interesadas, públicas y privadas, para salvar estos sitios. Otro criterio de selección fue el potencial de estos sitios para actuar como catalizadores del desarrollo sostenible y como herramienta para promover la paz y el diálogo dentro de sus localidades y regiones más amplias.
Entre los 12 más amenazados se encuentran dos españoles, con un grado de decadencia creciente: el Palacio de Orleans-Borbón, en Cádiz, y la sinagoga de Híjar, en Aragón.
El Palacio de Orléans, en Sanlúcar
El Palacio de Orléans-Borbón fue construido a mediados del siglo XIX en estilo neomorisco, combinado con elementos arquitectónicos neoárabes y una variedad de influencias estilísticas de todo el mundo, especialmente de Italia, Francia, China, Japón y Egipto. En la parte trasera del palacio hay amplios jardines con características de los jardines románticos del siglo XIX, que se enriquecen con influencias islámicas.
Una estancia del palacio de Orleans-Borbón
Además de estar catalogado como Bien de Interés Cultural por ser uno de los hitos en la arquitectura neoárabe del siglo XIX, es el mejor reflejo de su época y del gusto de su mecenas, Antonio de Orleans, duque de Montpensier. En su construcción trabajaron algunos de los arquitectos más importantes del momento, como Balbino Marrón, Juan Talavera de la Vega o Fernández Ayarragaray.
Situado cerca del centro de la localidad de Sanlúcar de Barrameda, cerca de Cádiz, el Palacio de Orleans-Borbón fue la residencia de verano de la familia de los duques de Montpensier, una familia noble relacionada con la Familia Real española. El edificio fue habitado por la familia hasta 1955, cuando el infante Alfonso de Orléans Borbón y su esposa se exiliaron. Durante la década de 1970, el edificio se vendió dos veces. En 1979, el Ayuntamiento de Sanlúcar de Barrameda inició el proceso de adquisición del inmueble con el objetivo de evitar su destrucción y abrirlo al público. En 1982, el Palacio de Orleans-Borbón fue declarado Bien de Interés Cultural, y en 2002 fue inscrito en el Catálogo General del Patrimonio Histórico de Andalucía. Desde la década de 1990, el Palacio Orleans-Borbón acoge el Ayuntamiento de Sanlúcar de Barrameda. También alberga los depósitos de la Biblioteca Municipal y el Archivo Municipal.
Sin embargo, solo una parte del edificio está en uso y según denuncia Hispania Nostra, «la estructura general está en un estado descuidado». La filial española de Europa Nostra, que incluyó el edificio en su Lista Roja el pasado agosto, explica que «las paredes exteriores de los edificios tienen un riesgo inminente de colapso, y también están presentes problemas extensos de humedad y grietas estructurales». Actualmente, no existe una estrategia de inversión ni un proyecto de rehabilitación definido para el palacio, que en su parte trasera cuenta con amplios jardines con características de los jardines románticos del siglo XIX enriquecido con influencias islámicas.
Pasillo derruido del Palacio de Orleans-Borbón, en Cádiz
«Una adecuada rehabilitación del Palacio de Orleans-Borbón mejoraría no solo el edificio, sus jardines y su interesante arquitectura e historia, sino que también lo haría accesible a la población local y visitantes. Por tanto, la rehabilitación del Palacio de Orleans-Borbón puede actuar como un catalizador perfecto para el desarrollo socioeconómico sostenible de la zona», ha declarado un representante de Europa Nostra en España. El presidente ejecutivo de la asociación, Hermann Parzinger, ha añadido: «Estos sitios en peligro de extinción preseleccionados son un recordatorio de que nuestro patrimonio compartido es frágil. Estos lugares cuentan nuestra historia compartida y pueden actuar como catalizadores para el desarrollo sostenible, la cohesión social y el diálogo intercultural».
Sinagoga de Híjar, en Aragón
En esta lista de preseleccionados para el programa Los 7 más amenazados de 2022 también figura otro monumento español, la sinagoga medieval de Híjar, en Aragón, que tras la expulsión de los judíos por los Reyes Católicos fue convertida por los franciscanos en una iglesia dedicada a San Antonio de Padua.
Es la única sinagoga medieval que queda en la región de Aragón y una de las cinco que existen en toda España. A finales del siglo XV, el edificio fue adaptado por la Orden Franciscana a una iglesia dedicada a San Antonio de Padua. Durante la Guerra Civil española se convirtió en escuela primaria. Hoy en día, el edificio se utiliza principalmente para celebrar la fiesta de San Antonio de Padua.
La sinagoga de Híjar, en Aragón
En 1492, los Reyes Católicos de España emitieron el Decreto de la Alhambra (o Edicto de Expulsión). El Decreto, tras unos 1.500 años de presencia judía en el país, ordenó la expulsión de los judíos practicantes de los Reinos de Castilla y Aragón y sus territorios, resultando en la conversión al catolicismo o el reasentamiento de comunidades judías en todo el continente europeo. Como resultado, hay muy pocos restos de herencia judía construida en España, y esta sinagoga es un rastro único de este pasado.
El edificio ha sido abandonado y descuidado y su estado se ha deteriorado debido a su exposición a la intemperie. En 2010 se derrumbó parte de la cubierta acelerando el deterioro del edificio en su conjunto. En 2019 se llevaron a cabo algunas reparaciones esenciales, pero se necesitan más obras urgentes para estabilizar el edificio.
Parte trasera de la sinagoga de Híjar, hoy convertida en iglesia
La sinagoga de Híjar cuenta con iconografía de origen y religión judía y cristiana. De particular importancia son los fragmentos de pinturas murales que se revelaron recientemente bajo varias capas de yeso, lo que contribuyó a la conservación única de las pinturas durante más de 500 años. Debido a la mala calidad de su entorno, estas pinturas medievales están ahora completamente desprotegidas y están en contacto directo con la atmósfera exterior.
«Estas pinturas murales sobresalientes deben someterse a un estudio exhaustivo y recibir protección inmediata. La Comarca de Aragón y el municipio de Híjar han dado los primeros pasos cruciales para estabilizar y proteger el edificio. La comunidad local es consciente de la importancia de este sitio y apoya la posibilidad de reabrirlo como un centro patrimonial, cultural y educativo que presenta la historia de la comunidad judía perdida y promueve el diálogo intercultural. Esto asegurará su papel como símbolo de la historia local y, por lo tanto, asegurará su futuro», afirman desde Europa Nostra.
Europa, al borde de la ruina
Además de los dos sitios españoles, la lista incluye otros diez monumentos en peligro: el Puente Zogu, en Albania; el Convento de Récollets, Nivelles, y el pueblo y paisaje cultural de Doel, ambos en Bélgica; la ciudad jardín La Butte Rouge, cerca de París, en Francia; el centro histórico de Stolberg, en Alemania; los Baños de Neptuno, Băile Herculane, en Rumanía; la zona industrial de Lövholmen, en Estocolmo, Suecia; la Fortaleza Crèvecoeur, Den Bosch, en Países Bajos; las composiciones escultóricas del Ayuntamiento de Buchach, en Ucrania, y el Palacio Sanguszko, también en Ucrania.
Los Baños de Neptuno, en Rumanía
«El patrimonio cultural es un recurso clave para la identidad, el atractivo y el crecimiento económico de Europa. Se trata de mucho más que 'piedras y huesos' del pasado; hoy, contribuye al carácter distintivo de Europa en todas sus dimensiones, urbana y rural, regional y nacional», afirmó Francisco de Paula Coelho, decano del Instituto del Banco Europeo de Inversiones, quien se encarga de aportar 10.000 euros por cada monumento en riesgo.
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