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17 de mayo de 2024

El busto de la Dama de Elche en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid

El busto de la Dama de Elche en el Museo Arqueológico Nacional de MadridEFE

Cultura rechaza el traslado de la dama de Elche por el clima más húmedo de Alicante

La estabilidad del busto íbero podría verse alterada por cambios en las condiciones ambientales habituales al trasladar la obra a Elche

El informe de los técnicos del Ministerio de Cultura zanja el debate sobre el traslado de la Dama de Elche a Alicante por el peligro de «desprendimientos» en la pieza si sale de su vitrina en el Museo Arqueológico de Madrid y pasa del clima de la capital, que «permite una buena conservación preventiva», a la humedad que encontraría en Alicante.
Las consecuencias negativas de los cambios «no se producirían a corto plazo y, desde luego, no en Elche, sino en el Museo Arqueológico Nacional», remarcan los técnicos en el informe publicado este miércoles por el Ministerio que dirige Miquel Iceta.
Alertan de que es una pieza en estado de «tenso equilibrio», hasta el punto de haber descartado su limpieza y consolidación «para evitar males mayores», tal y como le fue trasladado el mes pasado al alcalde de Elche, el socialista Carlos González.
El director general de Bellas Artes, Isaac Sastre, le comunicó a González que se desaconsejaba mover la Dama de Elche tras la petición de cesión temporal del busto íbero durante 2022, con motivo del 125 aniversario de su hallazgo en el yacimiento arqueológico de La Alcudia.

La contaminación atmosférica

El informe que hoy ha hecho público Cultura remarca que la climatología de Madrid «permite una buena conservación preventiva para piezas como la Dama de Elche», y que la contaminación atmosférica «es inexistente» en el edificio del Museo Arqueológico desde que fuera reformado en 2014.
Desde esta remodelación, la humedad relativa y la temperatura de la vitrina están controladas por un sensor que toma medidas cada 20 minutos permitiendo una monitorización en tiempo real y funciona como «elemento amortiguador» de las oscilaciones de la humedad relativa, lo que repercute en la conservación de la pieza.
El busto de la Dama de Elche se guarda en una vitrina donde se controla la humedad relativa y la temperatura óptimas

El busto de la Dama de Elche se guarda en una vitrina donde se controla la humedad relativa y la temperatura óptimasEFE

Remarca el texto que el clima de la meseta se caracteriza por una humedad que oscila entre un 20 % y un 55 %, que se ha conseguido minimizar en la vitrina con un margen máximo de 35-45 % a lo largo del año, condiciones en las que la pieza se encuentra estabilizada.
Estabilidad que podría verse alterada por cambios en las condiciones ambientales habituales, alegan, en especial por el aumento de la humedad que supondría el traslado a Elche, que «facilitaría la movilización de las sales solubles en agua que sin duda contaminan la piedra, ya que esta pieza nunca ha sido sometida a un tratamiento de restauración».
Su estado de conservación está afectado por los más de 2.000 años que permaneció enterrada en una zona costera, sometida a humedad, sales y gas carbónico, que fueron microfracturando la epidermis.
El busto está esculpido en una piedra caliza blanda de color blanco, hecho conocido por los arañazos que presenta, producidos posiblemente por un pico en el momento de su hallazgo, hace más de cien años.
Durante la extracción y los posteriores manipulaciones y almacenamientos, la Dama perdió la epidermis en la zona izquierda del rostro, cuello y arranque del pecho, «sobre todo por el hecho de haber sufrido ciclos de desecación/humectación al ser expuesta a diversos ambientes», añade el informe.

Riesgo de pérdida en la epidermis

Un visitante fotografía el busto de la Dama de Elche, cuyo origen se ubica en el 376 d.C

Un visitante fotografía el busto de la Dama de Elche, cuyo origen se ubica en el 376 d.CEFE

Actualmente, la caliza está estabilizada, pero los riesgos de que se puedan producir nuevas pérdidas en la epidermis provienen tanto de la presencia de sales como de la «desestabilización ambiental que todo desplazamiento a gran distancia puede ocasionar, desencadenando nuevos fenómenos de alteración física y química de la epidermis, del sustrato pétreo y del equilibrio salino entre ambos».
Si pasara a un ambiente húmedo «es probable que produjera un leve avivamiento de los colores mientras permaneciera» en él, pero cuando la pieza volviera a su ambiente habitual, «las sales movidas por la humedad (...) enmortecerían más los colores (...) con posibilidad de que de la fuerza resultante derivara en desprendimientos de escamas superficiales».
A ello se añaden los riesgos de embalaje, desembalaje y transporte, y la contaminación en forma de sales en la superficie de la pieza, que junto a la exposición a radiaciones ultravioleta de la luz del sol alterarían «irreversiblemente» el rojo cinabrio que conserva el busto.
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