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25 de abril de 2024

El Torico es un símbolo de Teruel

El Torico, símbolo de Teruel

Entrevista con Jaime Vicente

El director del museo de Teruel: «Hasta que se rompió, a nadie le importaba el origen del Torico»

Tras la caída y rotura del símbolo de la ciudad, varios informes tratan de explicar el origen y la composición de la escultura mientras se procede a su restauración

Lo han bautizado como el 'Toricogate'. Y no es para menos. La polémica y al cruce de informes y declaraciones tras la caída y consecuente rotura del Torico, la escultura que une a los ciudadanos de Teruel bajo un mismo mito fundacional, tiene a los turolenses en vilo.
En un primer momento, los expertos que redactaron el informe para la restauración de la estatua del Torico de Teruel, dañada tras sufrir una caída el pasado 19 de junio, sugirieron que la figura no es la original de 1858, sino una réplica de principios de siglo XX, tal vez vinculada a una reparación de la fuente tras los daños sufridos por esta durante los bombardeos de la ciudad en 1937, durante la Guerra Civil.
El Museo de Teruel se apresuró entonces a compartir un informe técnico elaborado en 1994 que asegura que la escultura no fue sustituida durante la guerra. A la espera de los análisis y los estudios que se llevarán a cabo previos a la restauración, El Debate ha hablado con Jaime Vicente Redón, director del Museo de Teruel y una de las máximas figuras en el arte turolense.
–El estudio del Museo de Teruel confirmó en 1994 que la escultura es la misma desde 1909. ¿Contradice esto al informe redactado por los expertos tras la caída?
–No sé si lo contradice, porque al haberse redactado hace tantos años, se hizo con la información que se tenía en ese momento. Poco más puedo aportar. El Torico ha sufrido daños tras la caída el día 19, y esto ha generado una polémica y un debate en torno a muchos aspectos. Desde el Museo de Teruel hemos aportado una copia de un informe de 1994 que se realizó a instancias del Ayuntamiento, a través del arquitecto municipal. La restauradora del museo, Pilar Punter, accedió a la escultura del Torico y realizó un análisis visual, por el que determina que era una escultura de hierro fundido con una capa de protección (de ahí los restos de pintura verde) muy erosionada y con muy poca consistencia. También se observaban productos de corrosión: magnetita y óxido de hierro. El informe también daba pautas sobre los siguientes pasos en la conservación, como estudios metalográficos y radiografías para ver el estado real y analizar el material con el que estaba elaborada.
–El estudio afirma que siempre fue de hierro colado, no de bronce. ¿De dónde procede la equivocación?
–Se trata de una mala interpretación de una anotación en un informe. No hay ningún informe técnico que sugiera que antes era de bronce. En el informe de restauración hay una nota a pie de página que dice que, al tratarse de hierro fundido, la escultura «debe de ser» de elaboración industrial. Siempre se ha considerado que el Torico es de finales del siglo XIX en función de la técnica del hierro fundido (en el cambio de siglo se comienza a emplear en esculturas), pero es una conjetura. No se puede saber; no se puede conocer qué composición tiene la aleación de hierro. Cuando se analice, quizá podamos avanzar en la cronología, y lo haremos con todas las cautelas del mundo.
–¿Por qué no se realizaron esos análisis en 1994 o en los años siguientes?
–El Museo es una institución científica y los datos son los datos; nos tenemos que fiar de lo que digan. No podemos realizar conjeturas antes de hacer analíticas. En cualquier caso, sí se hizo en aquel momento una comparación visual a través de imágenes de la escultura, en el que aparentemente (y resalto mucho el 'aparentemente') es el mismo Torico. Pero son fotografías de toda la plaza, en las que hay poco detalle; no se ve de cerca hasta 1938, cuando se desinstala y se vuelve a instalar aparentemente tras batalla de Teruel. Hay fotografías de 1900, 1909, 1914… La silueta es equivalente, pero sobre el material o sobre la fecha de la figura que está allí fotografiada es imposible decir nada. Aunque la silueta aparentemente sí es la misma.
–¿La imagen en blanco y negro del Torico de 1938 demuestra que es la misma que se ha roto ahora?
–Al menos lo parece. Pero hasta que realicemos las metalografías. Hay que actuar con mucha cautela en todos los sentidos, y no anticipar conclusiones.
Dos soldados y un joven sargento, en el centro de la imagen, del Ejército de Galicia se fotografían junto al Torico

Dos soldados y un joven sargento del Ejército de Galicia se fotografían junto al ToricoMuseo de Teruel

–¿Es posible que existiera una estatua distinta antes de las fotografías de principios de siglo XX?
–Es posible. Quizá hubo una de bronce. De hecho, si existía en el siglo XVI puede que fuera de bronce, porque desde luego no había hierro fundido. También puede ser que haya habido diversas esculturas y que se hayan ido sustituyendo. De hecho, las primeras referencias al Torico hablan de «un torico de bronce con una estrella en la frente». En la imagen de 1938 no hay estrella en la frente. Puede que la escultura fuera de bronce en algún momento, pero las primeras noticias míticas, la leyenda de fundación de la ciudad, hablan de «un toro romano labrado en piedra». Los mitos son mitos, no descripciones físicas de las esculturas. Tanto la fuente como la escultura han sufrido remodelaciones, y algunas están documentadas y otras no.
–Por lo tanto, es posible que la estatua fuera 'sustituida' por una falsificación.
–Buscar 'copias' es un planteamiento erróneo en un monumento de estas características. De hecho, el Torico solo tiene atención desde hace poco: a nadie le importaba. Hasta que se rompió, a nadie le importaba su origen; es un símbolo y ya está. Por eso se reproducía la historia común, que dice que es de bronce, porque realmente no importaba el material del que estaba hecho.
–¿Por qué se encarga un estudio en 1994 pero no se interviene sobre la escultura hasta 2003, cuando se realiza la limpieza y la nueva peana?
–Porque no era urgente. El informe dice que el estado de conservación es bueno, que hay una pátina de magnetita, una alteración del hierro, que protege la escultura (es un elemento de protección del metal). En el estudio de 1994 se recomienda la intervención, pero no se explicita que tenga que hacerse de manera inmediata, porque el estado de conservación es bueno, aunque está a la intemperie. En 2003 sí se retocan los pigmentos y se dan capas de protección superficial, pero no se lleva a cabo una restauración.
–Aunque no está declarado Bien de Interés Cultural (BIC), el Torico sí está protegido dentro del Conjunto Histórico de Teruel. ¿Se debió haber pedido permiso a Patrimonio para colocar las 23 sogas con motivo del Congreso del Toro de Cuerda?
–Eso se dirime en otros ámbitos. En los primeros momentos, hubo desconcierto, pero ya hay informes técnicos que han llegado a conclusiones sobre lo que ha provocado la caída de la columna. El Museo e Teruel no ha analizado las tensiones de las cuerdas; son otras instancias las que tienen que hacerlo.
–Patrimonio del Gobierno de Aragón reconoció que, tras lo sucedido, «se valora» la posibilidad de iniciar un expediente para su protección individual. ¿Cree que sería lo adecuado que fuera considerada BIC?
–Creo que la protección legal de los bienes tiene carácter suplementario. Aunque otorga una mayor protección, realmente el valor cultural es el que le da la ciudadanía. Es superior el valor simbólico, el valor que tiene para la sociedad turolense, que el que le puede otorgar la «protección oficial». Cualquier obra pública de arte necesita una declaración específica para que proteja su conservación y para que sea representativa de una ciudad como Teruel, pero quizá le damos una importancia excesiva a las figuras de protección: creo que el propio aprecio cultural es ya una insignia del valor de la escultura.
–En su opinión, ¿qué representa el Torico para los habitantes de Teruel?
–Hay quien dice que es más importante que la Cibeles para los madrileños o la Torre Eiffel para los parisinos. Es muy pequeño, pero es el símbolo que une a todos los turolenses, que nos identifica. Los turistas vienen a ver el Torico; es un emblema de Teruel, además de Los amantes y las torres mudéjares. Tiene mucha importancia. Pero insisto en que la importancia es del mito y de la representación más que del valor intrínseco del objeto, de su antigüedad o de si está hecho de bronce, plata u oro. El Torico es el símbolo del animal protector de Teruel, y de ahí la importancia de la puesta del pañuelo al Torico, que aunque es una fiesta reciente, de apenas 40 años, ha enraizado mucho en el sentimiento turolense. Y por ello se ha convertido en un elemento de patrimonio inmaterial.
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