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26 de abril de 2024

La escritora Carolina Sanín

La escritora Carolina Sanín

Cancelan a una escritora de izquierdas y feminista por ser el azote de la «población trans»

El sello Almadía decide no publicar los libros de Carolina Sanín en México por sus «cuestionamientos a la política identitaria»

La escritora colombiana Carolina Sanín reveló que la editorial Almadía no publicará sus libros en México. Una decisión sobre la que el propio sello aún no se ha pronunciado. La noticia se supo tras el anuncio en Twitter de la propia autora. Somos luces abismales y Tu cruz en el cielo desierto son las dos novelas de de la escritora de Bogotá que no se publicarán en el país azteca.
«Me parece que la decisión de cancelar un contrato ya firmado por unos libros (que, además, no tienen que ver con el tema en cuestión) sienta un precedente tenebroso», escribió Sanín en Twitter, después de la revelación inicial: «Quiero contarles que @Almadia_Edit, después de haber comprado y pagado por los derechos de mis libros Somos luces abismales y Tu cruz en el cielo desierto para México, me hizo saber hoy que no los publicará debido a mis cuestionamientos a la política identitaria»
A partir de la publicación los mensajes a favor y en contra de la escritora se sucedieron. El escritor mexicano Guillermo Arriaga admitió que le preocupaba «sobremanera este hecho por venir de una editorial respetada». La escritora argentina Mariana Enríquez decidió borrar sus opiniones a favor de Sanín ante el acoso de las respuestas.
Una rectificación a la que también se vio obligada, en pequeña medida, la protagonista de esta noticia, al admitir haber sido «vehemente» al decir que el «transactivismo» era «fascista», diciendo que tenía que haber dicho «fanático». Una constante la de la vehemencia en la polémica en todas direcciones (como aquella en la que decía que había que actuar contra los violadores de niños y no contra los pedófilos porque el deseo no es un crimen) durante sus apariciones públicas.
Al parecer, el motivo de la editorial para cancelar los libros fueron esas opiniones de la autora fuera del ámbito literario, concretamente en su videocolumna de la revista Cambio, donde la escritora llama «privilegio y no derecho» al «reclamo de la población trans a ser reconocidos de un sexo distinto de aquel con el que nacieron».

La cancelación es una condena sumaria que somete la literatura a la ideologíaCarolina Sanín

El contrato con la editorial fue firmado hace dos años y se pactó la publicación en los 18 meses siguientes. «En marzo o abril le escribí al director, Guillermo Quijas, con quien tenía trato personal y cordial, y me dijo que le diera unos días. No me volvió a escribir. Al final mi exagente me avisó por un mensaje de voz que Quijas le había confirmado que, tras mucha deliberación y a pesar de apreciar mis libros, no podía publicarlos por mis manifestaciones sobre el tema trans».
La fama de la escritora por sus comentarios en Twitter sobre la ideología trans ha superado su popularidad literaria (a la que ya antes también superaron sus otras posiciones: fue expulsada como profesora de la Universidad de Los Andes tras denunciar a sus responsables por no defenderla de unos estudiantes que la acosaban en redes) a pesar de reconocer no ser excluyente y no tener ninguna fobia contra las personas trans: «No puedo excluir a nadie del feminismo porque no soy capitana del feminismo». La autora afirmó a la revista Excélsior que la cancelación es «una condena sumaria que somete la literatura a la ideología y supedita la totalidad de un autor, y de una persona, a una de sus opiniones. Así que es cancelación, reducción, sentencia y condena».
«Sospecho que la editorial actuó con temor e inseguridad y bajo la presión de personas que ni son trans ni están especialmente interesadas en la seriedad del debate (...) Evidentemente, no han escuchado con atención lo que he dicho sobre el tema: ni mis preocupaciones, ni mis dudas, ni mis reflexiones al respecto, que no proceden del odio ni del rechazo ni de la cerrazón. Tampoco creo que les interese demasiado pensar en el asunto».
Al contrario que ella misma, a quien le importa «el empobrecimiento intelectual y estético de una literatura al servicio del simplismo y de la corrección política, que ignora y teme las contradicciones humanas», dijo, en clara relación de actualidad con la reciente decisión de Cambridge de ofrecer clases de libertad de expresión ante el aumento de la intolerancia con las opiniones distintas en alumnos y profesores. “Es algo que estamos viendo hace tiempo: los temas políticamente atractivos, los enfoques repetitivos, la literatura como eco de la publicidad y la demagogia».
La escritora, declarada simpatizante de izquierdas que apoyó en su país al hoy presidente Gustavo Petro, declaró que la escritura literaria debe ser «precisamente lo opuesto a la consigna», en lugar de una ampliación de la misma. «Algunos autores (y quizá sobre todo autoras) adoptan con entusiasmo la consigna, para que la industria las acoja (...) Lo más preocupante es que el corpus literario pasa a ser una especie de ilustración colorida de la producción académica y sus temas elegidos”, concluyó.
Comentarios en Twitter como «La cancelación es exactamente la imposición de una identidad» han hecho de Sanín una celebridad en las redes que no se arredra ante las críticas y se apoya en sus defensores.
Una división de la que sus detractores la acusan directamente y ante la que la autora se encastilla firme en sus convicciones y en sus costumbres: «¿A qué colega trataron de cancelar hoy, damiselas pudibundas, uniformizadoras y mediocrizadoras de las letras castellanas? ¿A qué mujer trataron de destruir hoy, insignes feministas santérrimas, justicieras y bondadosas?», escribe quevedesca y desafiante.

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