
El escritor Javier Cercas
¿Cómo es el proceso que le espera a Javier Cercas hasta tomar posesión del sillón «R» de la Real Academia?
El escritor deberá leer su discurso de ingreso en el plazo de dos años desde el jueves, fecha de su elección
La candidatura de Javier Cercas a la Real Academia de la Lengua, avalada por Mario Vargas Llosa, Clara Sánchez y Pedro Álvarez de Miranda, fue votada el pasado jueves y aprobada por mayoría absoluta de los miembros de la institución. Ocupará el sillón «R» que quedó vacante tras la muerte de Javier Marías, pero para que esto finalmente ocurra tienen que seguir dándose una serie de pasos, algunos de los cuales ya se han producido, como el de la elección de la Academia «entre las personas (en este caso «persona») más dignas».
Plazo «improrrogable» de dos años
Dice la RAE en sus estatutos que «la convocatoria para cubrir las plazas de número se hará, a propuesta de la Junta de Gobierno, en el término máximo de cuatro meses a partir del día en que se haya producido la vacante. Las candidaturas, firmadas por tres académicos, se presentarán dentro del plazo que reglamentariamente se establezca. Para la validez de la elección será necesaria la presencia de la mitad más uno de los académicos con derecho a voto, que serán aquellos que hubieran asistido, de manera efectiva, a doce sesiones durante el año inmediatamente anterior al día de la elección.
Resultará elegido en primera votación el candidato que obtuviere el voto favorable de las dos terceras partes de los académicos numerarios en posesión del cargo...«, que es lo que hasta el momento se ha producido por mayoría absoluta. A partir de ahora, «el candidato de número electo tomará posesión leyendo un discurso en Junta Pública en el plazo improrrogable de dos años a partir de su elección». El discurso al que en 2014 Pedro Álvarez de Miranda se refirió como la formalidad necesaria para que un académico electo pase a ser miembro de pleno derecho de la corporación.
Si Javier Cercas no tomara posesión en el plazo anterior, quedaría «automáticamente vacante la plaza, aunque el académico electo conservará su condición de tal». Sí perdería dicha condición después de cinco años sin haber tomado posesión. Cuando Cercas ocupe finalmente su sillón vitalicio será uno de las 46 académicos de la RAE, a cuya sede tendrá que acudir cada jueves a las seis de la tarde para reunirse en una de las distintas comisiones de trabajo que se hacen antes del Pleno a las siete y media (a toque de campanilla del censor), donde se debaten las propuestas.
Perchas nominales de la RAE
Según la institución, «Los actos de toma de posesión de los académicos, y la correspondiente lectura y edición del discurso, son públicos desde el 7 de noviembre de 1847. Todos los discursos pueden consultarse en la página web de la RAE. En cuanto a la consulta del listado histórico, «ha de tenerse en cuenta», dice la RAE, "que, entre 1927 y 1930, hubo una categoría de académicos pertenecientes a las llamadas secciones especiales.
El 26 de noviembre de 1926 se crearon las secciones «catalana [y sus variedades valenciana y mallorquina], gallega y vascuence», para las que fueron elegidos (acta del 10 de marzo de 1927) ocho académicos. El real decreto que dio origen a esta modalidad, publicado en la Gaceta de Madrid el 27 de noviembre de 1926, fue derogado cuatro años más tarde, el 22 de mayo de 1930, aunque los elegidos conservaron su condición mientras vivieron. No ocuparon plazas designadas con letras; de ahí que no figuren en el listado histórico de académicos, ordenado por sillas y por años de elección o ingreso, según los casos.
La RAE ha tenido un total de cuatrocientos ochenta y cinco académicos de número desde su fundación, el 13 de agosto de 1713, hasta la actualidad. Las plazas académicas son vitalicias y solo ocho letras del alfabeto no están representadas —ni lo han estado en el pasado— en los sillones de la institución: v, w, x, y, z, Ñ, W, Y».
Académicos correspondientes y honorarios
Los académicos de número, como es el caso de Javier Cercas (que no tienen salario, sino solo dietas simbólicas por asistencia a los Plenos o a reuniones semanales, que se producen cada jueves menos en verano), son diferentes a los académicos correspondientes y honorarios. Los primeros son «personas reconocidas por sus investigaciones, estudios y publicaciones sobre distintas materias relacionadas con la lengua o la literatura españolas.
Contribuyen a los fines de la institución desempeñando las tareas que esta les encomienda e informando de las variantes del español en sus lugares de residencia. Una vez aprobada la convocatoria, son elegidos en sesión plenaria siguiendo el mismo procedimiento que para la elección de académicos de número. Un diploma acredita su condición, que les permite participar en las reuniones del Pleno académico relacionadas con materias literarias o lingüísticas.

Sillones de la Real Academia Española
La categoría de académico correspondiente puede dividirse en función de su lugar de procedencia». Y respecto al título de académico honorario »podrá conferirse a españoles y extranjeros cuyo mérito en el cultivo de las letras en lengua española haya alcanzado público reconocimiento». La propuesta de académico honorario «deberá ser firmada por cinco académicos numerarios» y, en la votación requerida para ser elegido, será necesaria «la unanimidad de los votos emitidos».