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Andrés Amorós
Crónica deAndrés Amorós

Generosas salidas a hombros de Jiménez Fortes y Fernando Adrián

También corta oreja Ginés Marín a los toros nobles y encastados pero flojos de La Palmosilla

Act. 13 jul. 2025 - 22:07

Jiménez Fortes y Fernando Adrián salieron a hombros ante una plaza de Pamplona que volvió a firmar el lleno

Jiménez Fortes y Fernando Adrián salieron a hombros ante una plaza de Pamplona que volvió a firmar el llenoEFE

Tarde triunfalista, con cinco orejas y dos salidas a hombros. Los toros de La Palmosilla, nobles y encastados, pero justos de fuerzas, propician el éxito. La escasa exigencia de este público hace lo demás. Jiménez Fortes demuestra su recuperación y corta una oreja a cada toro. Fernando Adrián, las dos del quinto, después de una faena efectista y un volteretón. Ginés Marín se queda con un trofeo, a pesar de sus buenas faenas, por los fallos con la espada.

Fortes sorprendió, en San Isidro, con un excelente toreo (sin espada, eso sí); el más artístico, después del de Morante. Lo lógico, lo que antes hubiera sido obligado, es que, concluida la Feria, hubiera toreado la primera corrida de toros que se celebrara en Las Ventas. No ha sido así. No sé si es que los carteles se hacen con más tiempo o no se lo han ofrecido o él no lo ha aceptado. En todo caso, lo lamento. El Fortes que vimos este San Isidro se parecía bastante poco al anterior, había evolucionado mucho y para bien. Aunque parezca raro, parar de torear puede ayudar a torear mejor. Sólo algunas veces.

Vuelve a San Fermín después de diez años y acude a porta gayola (algo que no estaba en su repertorio). Al toro, noble pero justo de fuerzas, lo pican muy poco: ésa es la tónica de toda la tarde. Brinda a los diestros heridos y al público. Comienza con cinco muletazos de rodillas. Corre luego la mano con sosiego y solemne verticalidad. Entra a matar muy recto y, sentado en el estribo, aplaude al bravo toro, que se resiste a morir: justa oreja. Le ha faltado algo de toro y darle más distancia.

Jiménez Fortes recibió al cuarto sentado en una silla

Jiménez Fortes comenzó la faena del cuarto sentado en una sillaEFE

Recibe al cuarto con un singular lance, por alto, juntando las manos, limitándose a dejarlo pasar: es vistoso pero no le enseña a embestir. Después de las varas simbólicas, comienza la faena sentado en una silla pero el toro flaquea y el público, centrado en la merienda, apenas lo aprecia. Intenta torear bien pero el toro queda corto, engancha a veces la muleta, emborronando la faena. Recurre a los invertidos y bernadinas de su etapa anterior. Mata bajo y corta una generosa oreja: la faena no ha sido redonda y la estocada, caída. Es un error grave atender sólo a que el toro caiga pronto, no a la colocación de la estocada.

Fernando Adrián triunfó aquí en su debut, hace un año, con esta misma ganadería. Continúa triunfando en muchos cosos de España e Hispanoamérica.

El segundo, abierto de pitones, flaquea; es pronto pero, en corto, protesta. Los voluntariosos muletazos no quedan limpios. Mata muy mal, sin confiarse: no debió coger el descabello, sin haber dejado la espada.

Fernando Adrián sufrió un volteretón en el quinto de la tarde

Fernando Adrián sufrió un volteretón en el quinto de la tardeEFE

A pesar de la aparatosidad del percance, pudo reincorporarse a la lidia

A pesar de la aparatosidad del percance, pudo reincorporarse a la lidiaEFE

Ya sin chaquetilla, Fernando Adrián cortó las dos orejas a ese toro

Ya sin chaquetilla, Fernando Adrián cortó las dos orejas a ese toroEFE

Hace el esfuerzo por congraciarse con el público en el quinto. Lo recibe por chicuelinas, en vez de pararlo y fijarlo. Comienza de rodillas, en el centro del ruedo: el toro se viene con alegría, repite. Después de algunos muletazos, vuelve otra vez a arrodillarse. Alterna pases buenos con otros, embarullados. Al final, se desplanta a cuerpo limpio y el toro, que no está dominado, lo encuna, le hace dar una vuelta entera en el aire y cae sobre el cuello. Sin chaquetilla, vuelve al toro, mientras suena el aviso. Esta vez sí se vuelca, a la hora de matar, y le premian la emoción de la voltereta con dos generosas orejas. Un buen toro merecía haberlo aprovechado con un toreo clásico.

Muchas veces he repetido que, a mi modo de ver, Ginés Marín posee condiciones para ser figura del toreo: claridad de cabeza, facilidad, arte… Estuvo en la primera fila (llegó a abrir la Puerta Grande de Las Ventas) pero no ha logrado mantenerse allí. ¿Por qué?

El tercero, colorado, vuelve al revés pero humilla y embiste con clase. Lo cuidan mucho en varas, como a todos. Con gran facilidad, liga Ginés muletazos clásicos, hasta que el toro se raja a tablas. Sobra la serie última, parece que se ha pasado de faena. Quizá por eso pincha antes de la buena estocada y pierde la oreja.

Ginés Marín, de rodillas ante el segundo de su lote, al que cortó una oreja

Ginés Marín, de rodillas ante el segundo de su lote, al que cortó una orejaEFE

Al sexto, otro toro serio, apenas lo pican. Comienza Ginés Marín (¡él también!) con seis muletazos de rodillas. Acierta al darle distancia y liga buenos muletazos; sobre todo, algunos naturales clásicos. Ha sido una faena que ha ido a más, la más completa de la tarde, pero deja un pinchazo en lo alto, antes de la estocada y se queda en una oreja. Ha podido salir por la Puerta Grande pero la espada…

Las otras dos salidas en hombros me han parecido claramente generosas. Me gusta que el público lo pase bien pero no hay que perder la exigencia ni rendirse sólo a los efectismos. Así está Pamplona.

Me quedo con el grato sabor de haber confirmado la mejoría de Jiménez Fortes: tiene personalidad, debe depurar su repertorio y no abusar de la verticalidad. Deja ganas de volver a verlo. Se ha recuperado un torero.

POSTDATA. Todo está perfectamente organizado en San Fermín, en los encierros y en las corridas. El primer festejo taurino que está documentado en Pamplona tuvo lugar en 1385, un poco antes de que llegara a la alcaldía Joseba Asirón, de Bildu. La Plaza de toros actual se construyó en 1922 y la amplió Moneo en 1967: es la tercera del mundo, con un aforo de 19.700 personas: en San Fermín, se llena todas las tardes. Pertenece a la Casa de la Misericordia, una institución privada benéfica: organiza las corridas de toros en beneficio de los mayores que acoge (actualmente, unas 550 personas de la tercera edad). La MECA –así la llaman aquí– es una institución ejemplar, queridísima en Pamplona. Desde 1959, cuando no pudo contratarse a Luis Miguel ni a Ordóñez, se cambió el criterio de la Feria, dando el mayor protagonismo al toro. Desde entonces, la MECA contrata primero el ganado: como paga bien y pronto, puede elegir los toros más serios de las principales ganaderías. Luego, contrata a los diestros, si aceptan enfrentarse a esos toros. Ese sistema de autogestión supone un ejemplo de independencia, que otros cosos deberían imitar. Todo esto, tan enraizado en el pueblo, tan bien organizado, que ha hecho famosa a Pamplona en el mundo entero, es lo que un Alcalde de Bildu intenta ahora someter a un referéndum. Espero que no le imiten en Valencia, con una consulta sobre las Fallas, y en Sevilla, preguntando a los sevillanos si desean o no la Feria de Abril. En la España actual, cualquier disparate es posible.

FICHA

Pamplona, domingo 13 de julio de 2025. Lleno.
Toros de La Palmosilla, nobles, encastados, justos de fuerzas; el mejor, el quinto.
Jiménez Fortes, de rosa y oro, estocada (oreja). En el cuarto, estocada caída (oreja).
Fernando Adrián, de rioja y oro, cuatro pinchazos y ocho descabellos (aviso, pitos). En el quinto, estocada (dos orejas).
Ginés Marín, de verde y oro, pinchazo y estocada (aviso, ovación). En el sexto, pinchazo y buena estocada (oreja).
Salen a hombros Jiménez Fortes y Fenando Adrián.

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