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Andrés Amorós
Crónica deAndrés AmorósBilbao

Doble triunfo de Roca Rey: llena la Plaza de Bilbao y sale a hombros

Vuelta al ruedo a un bravo toro de Victoriano del Río

Act. 21 ago. 2025 - 22:19

Roca Rey salió a hombros rodeado de jóvenes aficionados en Bilbao

Roca Rey salió a hombros rodeado de jóvenes aficionados en BilbaoEFE

Después de Tapaboca, el gran toro de La Quinta, la vida taurina sigue, en Bilbao. Por la mañana, llueve mansamente, como estaba anunciado. «Llueve en mi corazón», decía Verlaine. Por la tarde, vuelve el sol. En época de Lope, se usaba una expresión jocosa, cuando algo salía bien: «¡Albricias, albricias, pan de Madagascar!». En La Codorniz, lo prolongaban, para formar una estrofita: «Os traigo una noticia / que os tiene que alegrar». Esta vez traigo yo dos buenas noticias: el lleno de Vista Alegre y el triunfo de Roca Rey, que corta tres orejas y sale a hombros. Por las dos cosas, aplaudo al diestro peruano.

Los toros de Victoriano del Río, preferidos por las primeras figuras, vuelven a triunfar esta tarde, aunque en varios de ellos, justos de fuerzas, se simula la suerte de varas. Se da la vuelta al ruedo al bravo quinto, Cantaor, de 528 kilos, con cinco años y medio, al que Roca Rey corta las orejas. Juan Ortega tiene una tarde mala, sin más. Pablo Aguado se gana con su estética la simpatía del público pero se queda a medias.

Juan Ortega ha logrado consolidar su imagen de torero estético, dentro de la línea más clásica: los buenos aficionados lo esperan y, a los que no lo son, les sorprende. Pero ésta no ha sido su tarde.

Recibe con suaves lances al primero, serio, que sale suelto, empuja en el caballo y, después de la primera vara, se desploma. Quita Roca por ajustadas chicuelinas. El toro se viene arriba, corta, pone en peligro a los banderilleros; flaquea pero protesta, en los correctos muletazos de Ortega. Un trasteo aseado, sin el mando necesario, provoca que una parte del público se impaciente. Al final, compone un poco más la figura, con algún enganchón, cuando el toro quiere irse a tablas. Para una Plaza como Bilbao, muy poca cosa. Mata sin estrecharse, a la cuarta, y escucha pitos.

No se queda quieto ni se luce en los lances de recibo al cuarto, Como el toro se quiere ir, le tapan la salida, en el caballo, y le pegan duro: recibe una buena bronca el picador pero eso es lo que el maestro quería, supongo. Ortega se inhibe, con el capote. En banderillas, el toro pega arreones por alto. Se ve venir la gran bronca al matador. No nos equivocamos: no sabe por dónde meterle mano, intenta machetear y en seguida desiste. Un sablazo muy caído basta para que el toro se eche: bronca. Algunos toreros artistas lo hacían así, esperando a que les saliera el toro manejable. Ortega ha tenido el peor lote pero no ha sabido resolver los problemas.

Roca Rey no ha triunfado, como suele, en algunas corridas. En la Fiesta, eso es frecuente: depende de los toros, de la suerte, hay rachas… También es lógico pensar que el éxito arrollador de Morante le haya afectado. En Bilbao, esta tarde, se reencuentra con el éxito.

Al segundo, algo protestado, lo recibe con lances sin relieve. Acude el toro bien al caballo pero se simula la suerte de varas, lo que algunos aplauden: así estamos. Se luce Fernando Sánchez, que hoy sale de tercero con Roca. Comienza éste en el centro, con los habituales muletazos cambiados: el animal, sin sujetar, se va a tablas, como es lógico. Luego, el toro ha ido a mejor, saca buena casta pero es justo de fuerza. Lo embarca Andrés en derechazos mandones, rematados con un gran pase de pecho. También tienen emoción los naturales. Al final, calienta al personal con circulares. Ha sido un trasteo bastante clásico, excepto los remates mirando al tendido, que tan poco me gustan, y las impávidas bernadinas, cambiando el viaje. Como tantas veces, le han aplaudido más lo más barato y suena un aviso antes de entrar a matar. Logra una estocada hasta la mano: oreja y petición de la segunda. Acierta Matías aguantando el chaparrón, al no conceder la segunda, por una faena buena, no más.

Roca Rey tuvo que 'tirarse a la piscina' tras recibir a porta gayola al segundo de su lote

Roca Rey tuvo que 'tirarse a la piscina' tras recibir a porta gayola al segundo de su loteEFE

Muestra su actitud acudiendo a porta gayola en el quinto y ha de tirarse a la piscina, para salvarse. Lo remedia con una nueva larga, en tablas, y suaves delantales. Acude bien el toro al caballo, de nuevo señalan sólo los puyazos. Muestra su actitud Aguado en un quite por chicuelinas. Aguanta mucho en el par Fernando Sánchez. Brinda también al público Roca su segundo toro, Lo recibe con muletazos cambiados de rodillas en el centro: lo aplauden como si fuera lo nunca visto. Se lo enrosca a la cintura con derechazos de mano baja, que el toro toma con codicia y obediencia, aunque flaquea, al final. Tiene Roca al público con él. El bravo toro repite con emoción. Los muletazos no son un dechado de perfección pero la gente los aclama como si lo fueran. Sube la faena con los naturales pero el público aplaude más los circulares y los efectismos. Logra Roca otra rotunda estocada: hace bien Matías sacando a la vez los dos pañuelos, evitando la habitual porfía. Y hace bien premiando con la vuelta al ruedo al bravo toro.

Muletazo de Roca Rey a ese quinto toro, que fue despedido con vuelta al ruedo

Muletazo de Roca Rey a ese quinto toro, que fue despedido con vuelta al ruedoEFE

Sin gran triunfo, vi en Gijón a Pablo Aguado mejor que otras veces. Sobre todo, de ánimo: más decidido, más confiado en sus posibilidades. En un momento en el que muchos diestros torean con un estilo parecido, Aguado posee personalidad propia, eso es una gran baza. Su estética es sevillana pero distinta de la de Ortega, se basa en la sencillez y la naturalidad. Lo difícil es unir a eso la técnica necesaria para poder a los toros y matar mejor.

Traza algunos lances compuestos al recibir al tercero. También simulan la suerte de varas y también se aplaude eso. Aún así, el toro se para, en los intentos de delantales de Aguado, y cae, en las chicuelinas de Ortega. Con un toro muy justito de fuerza, al borde siempre de la caída, Pablo deja detalles de torería, muletazos cortos pero bien compuestos; destaca un natural suave y lento que hace sonar la música. Resbala el diestro, cae en la cara del toro y se queda de rodillas, en un desplante improvisado, que levanta una ovación. No me parece bien que un diestro artista se agarre tanto a los cuartos traseros del animal. En la tierra de los «toreros de hierro» (así se les llamaba a algunos, bilbaínos, y así tituló su libro Antonio Fernández Casado), este festivo público también disfruta con las gotas de aroma sevillano. Con un estilo peculiar, andando, esta vez sí logra Aguado la estocada: petición insuficiente y vuelta cariñosa.

Flaquea de salida el último, que acude bien al caballo, lo pican el mínimo. Saluda por dos grandes pares Iván García: clava muy reunido, en todo lo alto, y sale impecablemente de la suerte. Intenta Aguado muletazos de buen estilo pero no impone su dominio, en series cortas, sin ligar. Le piden que se cruce; cuando lo hace, pasa momentos de apuro y todo queda a medias. Su arte frágil ha caído bien a este público pero todo lo estropea con los aceros.

Roca Rey da de beber a su cuadrilla de una bota de vino lanzada desde el tendido después de cortar dos orejas al quinto de la tarde

Roca Rey da de beber a su cuadrilla de una bota de vino lanzada desde el tendido después de cortar dos orejas al quinto de la tardeEFE

El torero peruano, tras cruzar la Puerta Grande de Bilbao, rodeado de decenas de personas inmortalizando el momento

El torero peruano, tras cruzar la Puerta Grande de Bilbao, rodeado de decenas de personas inmortalizando el momentoEFE

La mejor noticia, para Roca, es que ha conectado con el tendido, sin necesidad de arrimones, y que ha vuelto a ser un cañón, con la espada. Rompe la racha gris, vuelve a triunfar rotundamente. Y lo más importante de todo, para mí: consigue que veamos llena Vista Alegre, algo que parecía ya casi imposible.

POSTDATA. Once intentos de descabello ha hecho hoy Pablo Aguado en el último toro. La normativa sanitaria impide que los matadores se entrenen en los mataderos, como antes hacían, y es frecuente ahora que se descabelle muy mal. Sin ninguna esperanza de ser escuchado, repito una vez más lo que he dicho muchas veces: el espectáculo de ver pinchar muchas veces al toro, en el intento de matar o de descabellar, resulta desagradable, difícil de justificar hoy. Existe un tiempo previsto para la muerte del toro; si se excede, suenan los avisos y, al tercero, el toro va al corral. Debería ponerse también un límite al número de intentos de matar y de descabellar: si se excedieran, igual que sucede con el tiempo, el toro iría al corral. No se perdería nada esencial de la lidia y el público actual lo agradecería, sin la menor duda.

FICHA

Bilbao. Plaza de Toros de Vista Alegre. Corridas Generales. Jueves, 21 de agosto de 2025. Entrada: lleno.
Toros de Victoriano del Río: en general, nobles y justos de fuerzas, apenas picados. Se da la vuelta al ruedo al bravo quinto.
JUAN ORTEGA, de azul y oro, tres pinchazos y estocada perpendicular (silencio). En el cuarto, bajonazo escandaloso (bronca).
ROCA REY, de nazareno y oro, gran estocada (oreja y petición de la segunda, con bronca al Presidente). En el quinto, rotunda estocada (dos orejas). Sale a hombros.
PABLO AGUADO, de rioja y azabache, estocada (petición y vuelta). En el sexto, pinchazo, media atravesada y once descabellos (silencio).
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