Arturo Pérez-Reverte y su sombrero en la presentación de la última entrega de Alatriste
Pérez-Reverte defiende la forma en español del topónimo «La Coruña» frente al oficial «A Coruña»
El académico se encuentra en la ciudad gallega para promocionar su novela Misión en París, de la saga Alatriste
La Ley de normalización lingüística de la Xunta de Galicia, aprobada en 1983, establece en su Título II, Artículo 10, punto primero que «los topónimos de Galicia tendrán como única forma oficial la gallega».
Esa medida generó mucha polémica en su momento con los ayuntamientos que, históricamente, tenían una traducción natural al español y un uso habitual entre los vecinos.
Es el caso de Ourense/Orense, Fisterra/Finisterre o A Coruña/La Coruña. Esta última ciudad dio la batalla por la doble oficialidad, en gallego y castellano, de su topónimo en tiempos del alcalde Francisco Vázquez.
Para la aplicación efectiva de la Ley, la Xunta contó con la labor de la Mesa pola Normalización Lingüística, una plataforma privada que ha desempeñado actuaciones de policía lingüística para vigilar que todas las administraciones emplearan las formas en gallego de los topónimos y erradicar las formas en castellano, incluidas las de demostrado uso histórico.
En el caso de A Coruña/La Coruña es particularmente surrealista, ya que ni siquiera en gallego se emplea habitualmente el topónimo A Coruña. El motivo es que en lengua gallega se contraen las preposiciones «a», «con», «de», «en» cuando van junto con los artículos «o», «a», «os», «as».
Así, el Ayuntamiento de La Coruña, en su sitio web, figura como «Concello da Coruña», mientras que sólo cuando se usa el castellano se emplea el topónimo oficial: «Ayuntamiento de A Coruña».
Pérez-Reverte toma partido
El sinsentido de los topónimos ha llegado hasta el académico Arturo Pérez-Reverte, que ha estado en la ciudad herculina para promocionar su última novela, Misión en París, de la saga del Capitán Alatriste.
En un mensaje difundido en Twitter, Pérez-Reverte siguió su tradición de fotografiar los lugares habituales en los que cuelga su sombrero cuando está de paso por una ciudad. En el caso coruñés, ese lugar es un ventanal del hotel Meliá María Pita, situado frente a la playa del Matadero, ante la imponente ensenada del Orzán y con vistas al monte San Pedro.
El académico, quizás poco habituado con la geografía coruñesa, confunde la playa del Matadero con la de Riazor, situada aproximadamente a un kilómetro de distancia, pero lo que llamó la atención a los tuiteros no fue esa confusión, sino el empleo del topónimo en español par referirse a la ciudad.
Muchos usuarios de la red social afearon al escritor que dijera «La Coruña» y no «A Coruña». Arturo Pérez-Reverte ya dejó clara su opinión respecto a los topónimos en muchas ocasiones y siempre se mostró partidario de, cuando se habla en español, emplear la forma tradicional española de dicho topónimo, si la hay.
Del mismo modo que en español se dice «Londres» y no el oficial en inglés «London», se dice también «Lérida», «Gerona», «Orense» y «La Coruña». Es, de hecho, la postura oficial de la Real Academia Española, ignorada sistemáticamente por las administraciones públicas.
En este caso, el escritor se lo quiso tomar con guasa y prometió un jamón Cinco Jotas cuando llegaran a los 1.001 tuits que le echaran en cara su forma de referirse a la ciudad.
«Y cuando alcancemos los 1.001 tuiteos informándome de que no se escribe La Coruña sino A Coruña, sortearé un jamón Cinco Jotas», señaló.
Lo más curioso es que este debate, que ha centrado las campañas identitarias del nacionalismo gallego en la ciudad, es ajeno al día a día de los coruñeses, los cuales, en una aplastante mayoría, no dicen La Coruña ni mucho menos «A Coruña», sino simple y llanamente «Coruña», sin artículos ni polémicas.