El 'Sansón y Dalila' de Rubens de la National Gallery de Londres podría ser una copia y no el original
¿Le han colado a la National Gallery de Londres un falso Rubens durante décadas?
Una investigación apunta a que uno de los tesoros de la pinacoteca londinense sería una copia
Cuarenta y cinco años lleva colgado en las salas de la National Gallery de Londres el cuadro Sansón y Dalila, supuesta obra de Peter Paul Rubens, desde que la pinacoteca británica adquiriera la pintura por un precio a la altura del maestro de la pintura flamenca del XVII.
Y, sin embargo, el Sansón y Dalila podría no ser más que una copia del siglo XX, o al menos así lo cree la historiadora del arte Euphrosyne Doxiadis tras investigar el caso y plasmar sus conclusiones en el libro NG6461: The Fake National Gallery Rubens, que se publica esta semana y del que The Guardian ha adelantado una parte.
Según el estudio de la pintura realizado por Doxiadis, hay un elemento básico que ya, de entrada, descartaría la autoría del cuadro por parte de Rubens: la pincelada. «Las pinceladas fluidas y retorcidas que son tan características de Rubens no se ven por ninguna parte» en este cuadro, subraya.
Cita, en concreto, la mala ejecución de los querubines de la estatua de Venus y Cupido que figuran al fondo de la composición: «Simplemente, es una mala ejecución. En el siglo XVII algo así se habría considerado un fiasco inaceptable».
Otro elemento: el pie de Sansón. En el cuadro se le han cortado los dedos. ¿Habría hecho Rubens algo así? Doxiadis lo tiene claro: en absoluto.
No solo eso, es que, además, hay copias del Sansón y Dalila original de Rubens donde Sansón sí aparece con sus extremidades al completo.
La pista Sorolla
La historia de este posible falso Rubens da un giro insospechado cuando aparece la «pista Sorolla». ¿De qué se trata?
El director del portal ArtWatch Uk, Michael Daley, en declaraciones a The Guardian, apunta a un elemento central: el marco del cuadro.
Como se ha demostrado gracias a una fotografía antigua, cuando el cuadro llega al museo en 1980 era un panel, un tablero de madera sin su actual marco, en contra de lo señalado por la pinacoteca.
Según un documento esgrimido por Daley, la pintura la adquirió un comerciante alemán en 1929, que la compró a un conservador brasileño llamado Gaston Lévy que había formado parte del círculo del pintor valenciano Joaquín Sorolla.
A partir de esa información, Doxiadis se trasladó al Museo Sorolla de Madrid y «en cuanto vi el primer cuadro (del Sorolla), reconocí el estilo del NG6461», el número con el que está inventariado el Rubens de la National Gallery.
No era, por otro lado, nada de lo que sorprenderse: «Sorolla y sus alumnos, siguiendo la tradición de la educación artística del siglo XIX, tenían la costumbre de copiar a los viejos maestros como ejercicio para aprender las técnicas clásicas», explicó Doxiadis.
La tesis de Doxiadis es que los alumnos de Sorolla, entre ellos el restaurador Gaston Lévy, se habían marcado como ejercicio la recreación de una obra maestra perdida a partir de copias posteriores.
Seguramente así es como se elaboró el Sansón y Dalila de Rubens y, por lo tanto, sería una copia legítima, ya que se trataba de un ejercicio de estudio, y no un intento de estafa.