La pintura de Rubens 'El martirio de San Andrés' se expondrá temporalmente en el Museo del Prado
El Prado suma temporalmente a su colección un valioso cuadro de Rubens
‘El martirio de San Andrés’ se expondrá en el Museo del Prado hasta 2026, mientras duren las obras de su casa habitual, la Fundación Carlos de Amberes
El Museo del Prado, que reúne la mayor y más importante colección del mundo de obras de Rubens, ha incorporado temporalmente a su colección el cuadro El martirio de San Andrés, obra de madurez del maestro flamenco.
El lienzo podrá contemplarse en la sala 16 B del edificio Villanueva hasta 2026, coincidiendo con las obras de rehabilitación de la sede de la Fundación Carlos de Amberes, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la promoción de la cultura y los valores europeos, que custodia habitualmente la pintura.
Por su parte, el presidente de la Fundación Carlos de Amberes, Miguel Ángel Aguilar, ha destacado el valor de la obra y la idoneidad de su actual ubicación: «El depósito de El martirio de San Andrés en el Prado es un acto de justicia, al permitir que esta pintura forme parte del conjunto de grandes obras maestras del artista flamenco».
El cuadro fue un encargo de Jan van Vucht, impresor afincado en Madrid y agente de la Imprenta Plantiniana de Amberes. Su destino original fue el altar mayor de la iglesia del Real Hospital de San Andrés de los Flamencos, donde quedó instalado en 1639.
Esta institución, fundada en 1606 por deseo de Carlos de Amberes, tenía como misión proporcionar asistencia a peregrinos y personas sin recursos procedentes de las diecisiete provincias de los Países Bajos.
En 1621, con la pérdida de estos territorios por parte del rey Felipe IV, se construyó un nuevo templo. Es probable que la pintura de Rubens formara parte de un esfuerzo por atraer a esta iglesia la celebración de la festividad de San Andrés, tradicionalmente vinculada a la Real Capilla de los Austrias y a la Orden del Toisón de Oro, debido a que el apóstol era patrono de la Casa de Borgoña y de los estados de Flandes.
Este lienzo pertenece a la última etapa creativa del artista, coincidiendo con sus trabajos para la Torre de la Parada, el pabellón de caza de Felipe IV.
En él, Rubens representa un pasaje del martirio de San Andrés descrito en La leyenda dorada de Jacopo de la Vorágine: «¿A qué vienes? Si es para pedir perdón, lo obtendrás; pero si es para desatarme, no te molestes. Ya es tarde. Yo no bajaré vivo de aquí, ya veo a mi Rey que me espera».
Según la narración medieval, los verdugos intentaron liberarlo por orden de Egeas, pero fueron incapaces, e incluso quedaron paralizados aquellos que tocaron las cuerdas.
Algunos seguidores del apóstol trataron de socorrerlo, pero él mismo les disuadió, invitándolos a escuchar su oración final: «¡No permitas, Señor, que me bajen vivo de aquí! Ya es hora de que mi cuerpo sea entregado a la tierra». Al concluir sus palabras, el santo quedó envuelto durante media hora en una luz sobrenatural que cegó a los presentes.
El esquema compositivo de la pintura remite a la versión realizada por Otto Van Veen para la iglesia de San Andrés de Amberes, y se conserva un dibujo preparatorio en el Museo Boijmans Van Beuningen de Róterdam.
La inclusión de esta obra en la colección temporal del Prado representa una oportunidad única para apreciar en detalle el virtuosismo del maestro flamenco y su interpretación de este episodio religioso.