María Corina Machado, en su aparición en Oslo
María Corina Machado reaparece en Oslo entre gritos de «¡Libertad!» y denuncia «una dictadura brutal»
La Nobel de la Paz anunció que volverá a Venezuela
El presidente del Comité Nobel dirigió también un mensaje a Nicolás Maduro: «Señor Maduro: debe aceptar los resultados electorales y renunciar a su cargo»
La líder opositora venezolana María Corina Machado reapareció en público este jueves en Oslo tras casi un año sin mostrarse ante las cámaras. Lo hizo entrada la madrugada, saludando desde el balcón del Grand Hotel, donde llegó exhausta pero sonriente después de un viaje secreto desde Venezuela para recibir el Premio Nobel de la Paz.
Su presencia tomó por sorpresa incluso al propio Comité Nobel, que minutos antes había descartado que la dirigente se dirigiera al público porque, tras dos años sin verlos, deseaba reunirse de inmediato con sus familiares. Sin embargo, Machado finalmente salió al balcón para agradecer los aplausos de decenas de venezolanos que la esperaban en la calle, la mayoría de ellos entre lágrimas.
«Sé exactamente el riesgo que corro»
Poco después, bajó a saludarlos de cerca. Entre teléfonos que la grababan, gritos de «¡Libertad!» y cantos del himno nacional, la dirigente se subió en varias ocasiones a las vallas policiales para dar la mano, abrazar y lanzar besos a sus compatriotas, que la recibieron «como una estrella de rock», en palabras de algunos presentes. Un grupo tocaba canciones tradicionales con el cuatro venezolano y coreaba consignas por una «Venezuela libre».
«Hasta hace poco, el lugar donde creía que tenía que estar era Venezuela; el lugar donde creo que tengo que estar hoy, en nombre de nuestra causa, es Oslo», decía la Premio Nobel de la Paz. Por este motivo, anunciaba que iba a regresar al país caribeño. «Sé exactamente el riesgo que corro», agregaba.
Celebraba el que, tras «más de 16 meses» pudiera «abrazar y tocar» a la gente. «De repente, en cuestión de horas, he podido ver a las personas que más quiero, tocarlas, llorar y rezar juntas», decía. Del mismo modo, denunció al «criminal» dictador venezolano, Nicolás Maduro: «El gobierno venezolano dice que soy terrorista y que tengo que pasar el resto de mi vida en la cárcel, y me buscan». Asimismo, calificó el régimen chavista como «una estructura criminal» financiada por el narcotráfico y tráfico de personas.
Machado aterrizó en el aeropuerto de Gardermoen a las 21.58 GMT, tras abandonar Venezuela en la clandestinidad. Desde el fin de semana anterior había asegurado al Instituto Nobel que viajaría a Oslo para la ceremonia de entrega del galardón, aunque finalmente no logró llegar a tiempo. Su hija, Ana Corina Sosa, pronunció el discurso en su nombre.
El miércoles, en una conversación telefónica desde un lugar no revelado, la opositora aseguró al presidente del Comité Noruego del Nobel, Jørgen Watne Frydnes, que estaba «de camino» y que, al llegar, podría abrazar a su familia y a tantos venezolanos y noruegos que comparten «nuestra lucha y nuestro esfuerzo».
En el discurso leído por su hija durante la ceremonia, Machado reiteró la denuncia de «una dictadura brutal» y «crímenes de lesa humanidad documentados por Naciones Unidas». Insistió en que el régimen venezolano practica «terrorismo de Estado» para anular la voluntad popular y llamó a su país y a la comunidad internacional a mantener la defensa de la libertad: «Si queremos tener democracia, debemos estar dispuestos a luchar por la libertad».
El presidente del Comité Nobel dirigió también un mensaje a Nicolás Maduro: «Señor Maduro: debe aceptar los resultados electorales y renunciar a su cargo», declaración recibida con una gran ovación.
La reaparición de Machado se produce en plena tensión entre Venezuela y Estados Unidos, que desde agosto mantiene una flotilla naval en el Caribe y el Pacífico con la justificación oficial de combatir el narcotráfico. El Gobierno venezolano acusa a Washington de intentar derrocar a Maduro para apoderarse del petróleo del país.
Machado, férrea crítica del chavismo, fue declarada potencial «fugitiva» por la Fiscalía venezolana si abandonaba el país, al estar acusada de conspiración, incitación al odio y terrorismo. La profesora Benedicte Bull, experta en Hispanoamérica en la Universidad de Oslo, advirtió que la líder corre riesgo de detención si regresa, aunque el régimen podría dudar por el fuerte impacto simbólico que tendría.
Preguntado en Washington, el presidente estadounidense, Donald Trump, afirmó que no desearía que Machado fuera detenida a su regreso: «No estaría contento».