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Cubierta de 'La sagrada familia'

Detalle de cubierta de 'La sagrada familia'Triangle

Una luz brilla en Barcelona para alumbrar al mundo entero

Chiara Curti nos desvela la belleza más luminosa de la Sagrada Familia

Contemplar la catedral de la luz desde los ojos de una enamorada y conocedora de sus secretos es un verdadero privilegio para cualquiera que ame la belleza o quiera dejarse interpelar por ella. Bien es cierto que no es difícil quedar cautivado ante un templo como la Sagrada Familia. Pero, nada como los textos de Chiara Curti y las fotografías de Pere Vivas para garantizar una inmersión verdadera y profunda en el bosque de significados que se erige en la ciudad condal.

Cubierta de 'La sagrada familia'

Fotografías de Pere Vivas. Triangle Books (2022). 216 páginas

La Sagrada Familia. Catedral de la Luz

Chiara Curti

Desde las primeras páginas, los prólogos de los arquitectos Jordi Faulí y Mario Botta nos ponen en sintonía con esta doctora en Arquitectura y Humanidades por el Politécnico de Milán y el CEU Abat Oliba, respectivamente. Chiara Curti es una gran conocedora de la obra del arquitecto modernista barcelonés y, concretamente, de la catedral que nos ocupa. Su trayectoria está marcada por la colaboración en distintos proyectos artísticos y por el comisariado de grandes exposiciones. Fruto de su experiencia como arquitecta en las obras del templo de Gaudí, publica en 2022 La Sagrada Familia. Catedral de la Luz. No se trata este de un libro de arte al uso, pues su fin no es simplemente deleitar la vista del lector aun cuando las fotografías de Vivas son de extraordinaria belleza. Con la publicación de esta obra, su autora facilita una llave interpretativa con la que adentrarnos en la lectura de significados de la Sagrada Familia a fin de entenderla en su conjunto.

El subtítulo de la obra nos refiere el hilo conductor del viaje propuesto por Curti: la luz. Como buen heredero de la tradición medieval y del arte de las catedrales, Gaudí toma la luz como principio constitutivo del templo y clave de su organicidad y significado. Es ella la que, con su haz, reúne liturgia, creación, Escritura y vida configurando así un todo orgánico que se erige desde hace años en forma de templum, fragmento del cielo.

Las descripciones de Curti manifiestan la precisión del arquitecto que, además, conoce con detalle cada rincón de este templo por haber trabajado en él. Ahora bien, esta rigurosidad no es sinónimo de pesadez. Todo lo contrario. Sus palabras, sin perder exactitud, son livianas y muy necesarias para adentrarnos en los luminosos entresijos de esta catedral. Sin las cuidadas explicaciones de la autora vagaríamos perdidos por el templo, perdidos en la maraña arquitectónica que solo se esclarece cuando arrojamos la luz de significado precisa.

En este sentido, la maestría y la sensibilidad fotográfica de Pere Vivas son la ayuda adecuada para los textos. Las imágenes, no son un mero acompañamiento a las palabras de Curti, sino que están perfectamente escogidas para que la experiencia contemplativa del lector sea completa gracias a la impecable conexión con lo escrito. También ellas están traspasadas por la luz, verdadera protagonista de cada una. El momento del día, la perspectiva justa, la sombra y transparencia… todo ha sido pensado por Vivas para iluminar las explicaciones. El resultado es una armonía perfecta, pues el texto lleva a la imagen y la imagen al texto.

Igual de esmerada es la selección de pasajes bíblicos, palabras del propio Gaudí y de sus allegados, o fragmentos de estudios y textos pontificios a propósito de este templo expiatorio. Cada una de estas citas aclara nuestra concepción del templo; del todo, y de sus detalles más ínfimos. Desde la cripta hasta la plaza en la que se alza la Sagrada Familia, Curti dedica cada sección del libro a una de las principales partes configuradoras del templo. Y, dentro de ellas, enfoca la vista en los elementos que lo conforman y dotan de sentido.

Con todo, el afán de nuestra experta en Gaudí no es analítico ni pretende una profusión absoluta que abarque cada matiz. Ella misma reconoce que, a medida que avanzamos en el bosque gaudiano y ahondamos en sus significados, se acrecienta nuestra experiencia del límite y tomamos conciencia de lo inabarcable de esta obra de arte. Gaudí estará, probablemente, muy orgulloso de esta conclusión. No se cansaba de repetir que él era un mero colaborador de la creación y que su arte, lejos de ser un fin en sí mismo, pretendía ser reflejo del que es toda Belleza y a quien «nadie ha visto jamás» (Jn 1,18).

En este sentido, cabe la analogía entre el viaje de Dante marcado por «el amor que mueve el Sol y las estrellas» y la experiencia contemplativa del que visita la Sagrada Familia. Esta obra es, en palabras de Curti, «un horizonte metafísico y teológico en el cual la luz y lo luminoso abrirán la posibilidad de experimentar la belleza, un horizonte que se hallaba cerrado». El libro que tenemos entre manos puede ser un excelente compañero de viaje para dicha experiencia.

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