Nueva polémica por los derechos de autor y las nuevas medidas del gobierno, que premian a la música comercial en detrimento del jazz o el flamenco
Nueva polémica por los derechos de autor del gobierno: Atresmedia y Mediaset anuncian acciones legales contra la SGAE
Se pretende acabar con la práctica de la 'rueda', con la que algunos socios de la entidad y las televisiones podrían haber ganado hasta cien millones de euros durante el horario nocturno
Vuelve la polémica en la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) por el modelo de reparto de derechos de autor que los socios aprobaron la semana pasada en asamblea telemática.
El modelo que se quiere aplicar a partir de marzo para poner fin a la práctica conocida como la «rueda», tendrá en cuenta las audiencias de los programas y la inversión publicitaria, beneficiando el tramo horario entre las 20h y las 0,30h, dejando en 0,450 % el tramo entre las 2h y las 7h de la mañana, que había llegado a concentrar entre el 50 y el 70 % del reparto pese a sus mínimas audiencias.
Quejas de los músicos de jazz y flamenco
Una parte del problema salió a flote cuando una representación de los artistas flamencos expresaron su disconformidad con los nuevos criterios: «Lo que se quiere aprobar es dejar la música desde las 2 de la mañana a las 2 de la tarde a 0 euros y que actuaciones en otras franjas horarias puedan llevarse 5.000 euros por cuatro minutos en televisión. No es ético», declararon artistas como Tomatito, Pepe Habichuela o Antonio Canales que, además, se quejaron de la religiosidad en el pago a SGAE de su música en directo y el retraso de la entidad a la hora de repartir beneficios.
El fraude de los cien millones y la 'rueda'
Durante años, fueron los autores vinculados a la trama de la «rueda» junto a las editoriales televisivas quienes se repartieron el botín de los derechos de autor. La Audiencia Nacional investiga el caso desde 2017 y ha cifrado en 100 millones de euros el supuesto fraude cometido por un puñado de socios que, en connivencia con las televisiones, generaron ingresos millonarios por obras emitidas en la franja nocturna. Por dicha práctica, la SGAE fue expulsada de la confederación internacional de derechos de autor (CISAC) y el Ministerio de Cultura obligó a cambiar los estatutos.
Con la decisión aprobada por el Gobierno en plena pandemia, los críticos señalan que el nuevo baremo premia a la música comercial de las grandes discográficas y castiga a los músicos independientes.
Los otros perjudicados son las televisiones, cuyas editoriales se hacen cargo de contenidos como «cortinillas» y «ráfagas» de melódicas de los programas. El beneficio que obtendrán de estas obras será mucho menor, y ya han empezado a moverse. Por eso, Atresmedia y Mediaset ya han anunciado a la SGAE la retirada de sus repertorios el próximo año y el anuncio, a través de sus representantes, del emprendimiento de acciones legales contra la decisión de la entidad de dejar que la empresa externa Barlovento, sea la encargada de medir los resultados.
Aunque aún queda tiempo para reconsiderar las posturas de unos y de otros. Pero la propia SGAE se encuentra en un momento especialmente delicado económicamente, ya que desprende en sus cuentas un patrimonio negativo de 47 millones de euros y un agujero de 88 millones de euros.
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