MARAM, en una de sus imágenes promocionales junto a su violín eléctrico
Entrevista
«La música es una herramienta muy poderosa para cambiar el mundo a mejor»
La violinista Maram vuelve de nuevo en concierto este sábado 18 al Café Berlín de Madrid para hacer vibrar al público con su música fusión
La música le ha acompañado toda su vida. María del Mar Rodríguez, de nombre artístico Maram, siempre cuenta que aprendió a leer las notas musicales antes que las letras. Handël, Beethoven, Bach... pero también Madonna, los Beatles o David Guetta han puesto los acordes a sus mejores momentos. Y es precisamente esa mezcla de composiciones y armonías tan aparentemente alejadas entre sí lo que ha derivado en MARAM, primer disco de la violinista que nos trae doce temas que fusionan melodías de obras clásicas con bases techno, pop o dance. El resultado para el oyente es poder bailar y vibrar con las mismas canciones que hacían bailar y vibrar a los presentes en los salones de palacio del Barroco.
Tras el éxito obtenido en su presentación en 2020 y el parón de la pandemia, la artista vuelve ahora con más fuerza, si cabe, al escenario que le vio nacer: el café Berlín de Madrid, este sábado, a las 22:30 horas.
–¿Preparada para volver a emocionar al público este sábado?
–Estoy muy ilusionada. Volver al escenario y más a una sala tan emblemática como es el Café Berlín es algo muy emocionante para mí. Espero que venga mucha gente y poder transmitirles todas las ganas y pasión que tengo por lo que hago. Quiero que sea un concierto diferente, un viaje musical por diferentes estilos, y para ello he incorporado algunos instrumentos sorprendentes y varios temas nuevos.
–¿En qué otros escenarios ha podido tocar sus canciones?
–Desde que presenté mi disco en el mismo Café Berlín he ido tocando mis canciones por varios sitios de la geografía española: Teruel, Gandía, Madrid, Sevilla… pero aún quedan muchos sitios por conquistar y estoy deseando que mi música vaya llegando a cada rinconcito… así que ¡estoy abierta a contrataciones!
–Trabaja desde hace 18 años como violinista de la Orquesta Nacional de España. ¿Cómo se pasa del violín clásico al eléctrico y qué le aporta cada uno?
–He crecido con la música clásica y el violín clásico entre mis manos. Por otro lado, siempre me ha apasionado el pop, rock o la música dance. Mis ídolos han sido tanto el gran violinista Isaac Perlman como Madonna. Siendo este un mundo tan purista, no ha sido tarea fácil desatarse. Disfruto igualmente con los dos estilos de música y tocando los dos violines. En uno interpreto a los grandes compositores y en el otro interpreto mi música, y me siento privilegiada de poder disfrutar de esta versatilidad.
–Su primer single, Music for Universe, es la Sarabanda de Händel llevada al estilo dance. ¿Qué otras obras clásicas encontramos en las canciones del disco?
–Muchas de mis canciones tienen una esencia de alguna obra clásica. Son obras que de alguna manera han marcado mi vida musical. Se puede escuchar el Preludio de la primera Suite de Bach de violonchelo; el Fandango, de Soler, Introducción y Rondó Caprichoso de Saint-Saens… todas ellas se perciben de una manera muy sutil.
–¿Cómo surge la idea de esta fusión de estilos?
–Supongo que nace de la idea de hacer todo lo que me gusta en un mismo concierto. Me apasiona la música en general, ya sea clásica, flamenco, pop, rock… Siempre que he escuchado algún «temazo» de algún Dj he pensado que algunas melodías clásicas encajarían muy bien con base electrónica. Y de esa manera, junto con mi hermano Enrique, que también es músico, empezamos a pasar largas tardes disfrutando y componiendo juntos.
–Otros artistas como Ara Malikian han intentado acercar al público general la belleza de la música clásica. ¿Es ese también uno de sus objetivos?
–Yo creo firmemente en el poder de la música. Pienso que es una herramienta muy poderosa para cambiar el mundo a mejor. Y con esta convicción disfruto mucho compartiendo lo que a mí más me gusta hacer. Mi objetivo es conectar con mi público, disfrutar haciendo música y ver que ellos disfrutan con lo que hago.
–¿Qué opina de la nueva ley de Educación que relega la asignatura de música a optativa, provocando que muchos alumnos vayan a pasar el instituto sin tocarla?
–La formación musical es fundamental para cualquier sociedad. Yo entiendo la formación musical no solo con la idea de poder dedicarse a ello, sino como una herramienta para poder conocer y conocerse, disfrutar, conectar con algo superior, abrir la mente. Parece que estamos en una época en la que lo que no genera dinero es inútil. Sin embargo, una sociedad con formación musical será más pensante y libre.
–Y ahora que está luchando por hacer llegar al público su proyecto MARAM, ¿cómo ve el panorama nacional?
–En el mundo musical siempre ha habido mucha competencia para las pocas oportunidades que hay. Yo me siento una privilegiada de poder dedicarme a lo que más me gusta, pero animo a las instituciones a que apoyen mucho más los proyectos culturales y a los artistas emergentes.
La artista MARAM, en uno de sus posados
–Además de su trabajo y su sueño cumplido, ¿qué le ha aportado el violín a su vida?
–El violín me ha acompañado toda mi vida y me ha dado muchísimo. Por supuesto que he tenido momentos difíciles, los inicios son duros, requieren mucho trabajo y disciplina… Pero cuando ya puedes utilizar el instrumento como una herramienta para expresarte, la sensación de libertad es increíble. Es como una manera de conectar contigo misma, casi de meditar con el instrumento. El violín me ha hecho poder tocar músicas impresionantes, conocer a gente maravillosa, viajar por todo el mundo… es mi compañero de vida.
–¿Ya hay nuevos proyectos en mente?
–Ahora en verano tendré algunas actuaciones en festivales que me hacen mucha ilusión y además acabo de grabar mi último tema y su videoclip, que es una versión del Verano de Vivaldi, que muy pronto verá la luz. Estoy contentísima del resultado final y espero que le guste también a mi público.
–¿Y qué le diría a ese público para animarlo a acudir a su concierto?
–Pues que va a ser un espectáculo muy dinámico, divertido, distinto... donde habrá una mezcla de diversos estilos: pop, techno, clásico, flamenco, árabe, todo ello con una base electrodance. Habrá coristas, bailarines… Y lo más importante, que es un proyecto por el que he apostado mucho y he ido construyendo con muchísimo amor y cariño.
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