La ridícula contradicción de un ganador de Eurovisión al devolver su trofeo por la participación de Israel

El cantante Nemo, ganador de Eurovisión por Suiza en 2024, ha renunciado al trofeo debido a la participación de Israel en la próxima edición de 2026. En un comunicado, el artista, que se define como «no binario», escribe:

«Eurovisión afirma que defiende la unidad, la inclusión y la dignidad para todos. Esos valores hicieron que este concurso fuera significativo para mí. Pero la participación de Israel, durante lo que la Comisión Internacional Independiente de Investigación de la ONU ha concluido que es un genocidio, muestra un claro conflicto entre esos ideales y las decisiones tomadas por la UER».

También dice que no se trata de «individuos» o «artistas» y acusa al concurso de blanquear y «suavizar» la imagen de Israel, pese a defender que se trata de una cita «apolítica». Y aquí es donde se encuentra la contradicción o más bien la confusión absoluta del cantante: define la cita como «apolítica» y defiende la exclusión de un país por motivos políticos.

La incoherencia que se completa en la continuación señalando precisamente «contradicción» en un considerable embrollo ideológico: «Y cuando países enteros se retiran por esta contradicción, debería quedar claro que algo va muy mal. Por eso he decidido enviar mi trofeo a la sede de la UER en Ginebra. Con gratitud y con un mensaje claro: hagan lo que predican. Si los valores que celebramos en el escenario no se viven fuera de él, incluso las canciones más bonitas pierden su significado. Espero el momento en que esas palabras y acciones coincidan. Hasta entonces, este trofeo es suyo».