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23 de abril de 2024

Foto oficial de la Casa Blanca, de noviembre de 1997, en la que aparece el Presidente Bill Clinton junto a Monica Lewinsky en el gabinete

Foto oficial de la Casa Blanca, de noviembre de 1997, en la que aparece el Presidente Bill Clinton junto a Monica Lewinsky en el gabineteGtres Online

Monica Lewinsky le pide a Beyoncé que cambie la letra en la que menciona su affaire con Bill Clinton

El revisionismo ha llegado a las letras de Beyoncé, que ya ha tenido que modificar un término, «spaz», considerado capacitista. La antigua amante del expresidente Clinton ha aprovechado para pedirle que retire la frase «le hizo un Monica Lewinsky a mi vestido» en un tema de 2013

En 1998, un escándalo sacudió el mundo, y no solo el de la política. Se confirmó que entre 1995 y 1997, el entonces presidente de Estados Unidos, el demócrata Bill Clinton, había mantenido relaciones sexuales recurrentes con Monica Lewinsky, una joven que con 21 años entró a trabajar en la oficina de su gabinete.
La historia es conocida por todos, y aunque fue negada en un principio por los implicados (incluida Hillary Clinton, quien estaba al tanto de casi todos los encuentros sexuales de su marido, como se supo después), finalmente Bill Clinton se vio obligado a hacer una declaración pública: «Tuve una relación con la señorita Lewinsky que no era apropiada. De hecho, estuvo mal. Constituyó un error y un fracaso personal del que soy única y completamente responsable », confesó.
Bill Clinton no perdió la presidencia, ni siquiera cuando fue acusado de haber dado falso testimonio y haber manipulado el testimonio de Lewinsky, razones por las que fue acusado de delitos de obstrucción de la justicia y de perjurio. La gran damnificada fue, en realidad, Monica Lewinsky, una joven soltera que, en clara situación de desigualdad, mantuvo un affaire con el hombre más poderoso del mundo.

El «miedo» y la «vergüenza» de Lewinsky

Las críticas, las bromas y las citas se centraron en Monica Lewinsky, que con el tiempo ha hablado de las terribles consecuencias psicológicas que sufre, y que la han llevado a padecer «tentaciones suicidas» por la «vergüenza y el miedo» sufrido. «Sentía que si no contaba mi versión de la historia, ¿quién lo haría? Al menos habrá una línea de base: esto es lo que realmente sucedió en mi vida», ha asegurado en múltiples ocasiones.
Con el #MeToo se volvió a recordar el caso, ya que Bill Clinton ha sido acusado públicamente de agresión sexual y conducta sexual inapropiada por varias mujeres: Juanita Broaddrick acusó a Clinton de violarla en 1978, Leslie Millwee acusó a Clinton de agredirla sexualmente en 1980, Paula Jones acusó a Clinton de exponerse a ella en 1991 y de acosarla sexualmente y Kathleen Willey acusó a Clinton de manosearla sin su consentimiento en 1993.
Pero después de todos estos años, más de dos décadas, el nombre que sigue resonando en el imaginario colectivo es el de Monica Lewinsky. Hasta tal punto forma parte de la cultura popular que Beyoncé incluyó una referencia abierta a la relación sexual, aludiendo precisamente al sexo oral y al vestido de Lewinsky que sirvió para confirmar, gracias a la mancha de semen que conservaba, que era de Bill Clinton.

«Ya que estamos... #Partition»

Ahora que Queen Bey está revisando y eliminando diferentes palabras y expresiones que pueden resultar ofensivas para determinados colectivos, Lewinsky le ha pedido que retire su nombre de Partition. Después de que Beyoncé confirmara el lunes que iba a volver a grabar la canción Heated para suprimir un término que en la cultura anglosajona se considera ofensivo hacia las personas con discapacidad, Lewinsky hizo la petición con el mensaje: «Ya que estamos en eso... 'Partition».
En 2014, Lewinsky escribió un ensayo para Vanity Fair en el que aludía a este tipo de menciones. «Miley Cyrus hace referencia a mí en su acto escénico de twerking, Eminem rapea sobre mí y el último éxito de Beyoncé [en referencia a Partition] me dedica un saludo. Gracias, Beyoncé, pero si nos ponemos a ello, creo que deberías mencionar a Bill Clinton, no a mí».
En Partition, un corte de mensaje erótico que se editó en 2013, Beyoncé habla de la infidelidad y hace referencia al affaire entre Lewinsky y Bill Clinton: «Me desabrochó todos los botones y me desgarró la blusa / Le hizo un Mónica Lewinsky a todo mi vestido», rapea la artista en el tema, haciendo referencia a la famosa mancha del vestido de Lewinsky. «Todos los días alguien me menciona en un tuit o en un blog, y no de manera amable», ha repetido la ex trabajadora de la Casa Blanca.
Lewinsky ha admitido que no se ha dirigido formalmente a Beyoncé. En 2015 ofreció una charla TED titulada «El precio de la vergüenza» en la que se presentó como una activista contra el acoso que prefiere tomarse con humor los comentarios sobre su persona, algo que le han recordado sus seguidores.
Por su parte, Beyoncé ya introdujo dos cambios en el recién publicado Renaissance. Primero, retiró la palabra «spaz» del tema Heated. Mientras que en el inglés común «spaz» se refiere a las personas con algún tipo de parálisis motriz, en la jerga que habla la comunidad afroestadounidense, la palabra también significa «perder el control», «agitar» o «volverse loco».
Después, la artista alteró este miércoles la canción Energy en las plataformas de streaming para suprimir un fragmento («sample») del clásico de hip-hop Milkshake después de que su cantante, Kelis, dijera que nadie le había pedido permiso para utilizarlo, a pesar de que los compositores del tema sí que estaban acreditados.
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