El DJ español Chimo Bayo en un evento promocional en 2019
La Barraca y Chimo Bayo: todo lo que queda de la Ruta del Bacalao que marcó la década de los 90
De viernes a lunes, miles los jóvenes se congregaban en las discotecas de la carretera CV-500 valenciana a ritmo de techno importado de Inglaterra o Alemania
En la década de los ochenta y buena parte de la de los noventa, Valencia se convirtió en el epicentro nacional de lo que, por aquel entonces, se empezó a llamar música ‘mákina’. Durante 72 horas seguidas, de viernes a lunes, fueron miles los jóvenes que se congregaban en las principales discotecas alrededor de la carretera CV-500, dando forma a la posteriormente conocida como Ruta del Bacalao.
La idea fue de Vicente Pizcueta, que era el dueño de la discoteca Barraca, ubicada en un edificio de esta típica construcción agraria valenciana en la localidad de Sueca, con el objetivo de evitar las incipientes restricciones y sanciones que se empezaban a poner a locales de ocio entre finales de los años setenta y principios de los noventa en el centro de la ciudad.
Asistentes a una fiesta temática en la discoteca valenciana Barraca
Conocida primeramente como Ruta Destroy o de la Destrucción, a Barraca pronto se le unieron otras discotecas como Chocolate, Puzzle, Bananas, Rockola, Spook o NOD. Solo en estos locales se escuchaba música techno importada por DJ’s valencianos desde países como Inglaterra o Alemania.
El hecho de que fueran amplias edificaciones en lugares como barracas o fábricas, permitió que el auge de la Ruta del Bacalao fuera acompañado de una tematización de cada una de las discotecas. Así, mientras en Jávea El Molí estaba decorado con elementos típicos de un molino, el interior de Chocolate simulaba estar dentro de una tarta de ese sabor.
Además, la consolidación y fama de la Ruta del Bacalao también se produjo porque en esos entornos se comenzaron a utilizar las explanadas de los parkings como lugares adyacentes a las discotecas donde los asistentes seguían escuchando música y bebiendo sin necesidad de desplazarse.
El prestigioso DJ iraní Dubfire (derecha) celebrando el 51 aniversario de Barraca
Tal fue la fama de la iniciativa de Pizcueta que contó en ocasiones con la presencia de famosos como Pedro Almodóvar, Victoria Abril, Carmen Maura o Antonio Banderas.
Masificación y drogas de diseño
Aunque la creciente masificación consecuencia del uso de aparcamientos como discotecas alternativas fue una de las causas principales de la caída en desgracia de la Ruta del Bacalao, el consumo de drogas y la introducción de nuevas sustancias de diseño terminaron por dar la puntilla al festival.
El aumento de peleas, violencia y altercados provocado por los hábitos de consumo de los asistentes hizo que los medios de comunicación pusieran la lupa en la Ruta del Bacalao a la hora de informar y criticar lo que allí sucedía. Quizás, el ejemplo más claro de ello fue el reportaje del periodista Carles Francino en Canal Plus titulado Hasta que el cuerpo aguante, en el que se acompañaba a unos jóvenes de Barcelona en su ruta en autobús hasta Valencia para asistir a 72 horas de música y fiesta sin descanso.
Lo mismo sucedió con la Policía, que viendo la realidad de lo que pasaba en los alrededores de las discotecas, incrementó notablemente los controles de tráfico y drogas, así como las multas interpuestas.
«Esta sí, esta no»
La Barraca, una discoteca emblemática de la conocida como Ruta del Bacalao
En la actualidad, la inmensa mayoría de discotecas que albergaban la Ruta del Bacalao son historia. Mientras casi todas cerraron y otras volvieron a abrir reinventándose, la única que sigue en activo es, precisamente, la pionera Barraca. Con más de cincuenta años de vida –se inauguró en 1965- fue remodelada en 2007 y ha sabido reponerse a la relación entre la Ruta del Bacalao y el consumo de drogas, así como a otros sucesos como robos o, incluso, un asesinato en su interior. De hecho, hoy día cuenta con su propio sello discográfico.
Junto a Barraca, otro de los símbolos más icónicos de la Ruta del Bacalao fue el DJ valenciano Chimo Bayo. Conocido por ser el autor de canciones como ‘La Tía Enriqueta’ ‘Así me Gusta a mí’ o ‘Esta sí, esta no’, llegó a estar en el libro Guinness de los Récords y uno de sus discos vendió un millón de ejemplares en cuarenta países.
De hecho, una de las expresiones de una de sus canciones, HU-HA, Bayo la ha utilizado para comercializar su propio vino, de Bodegas Arráez, con una categoría Premium del mismo. Asimismo, otra de sus frases fue utilizada hace años por una conocida empresa de atún en conserva para su anuncio en televisión.
El vino comercializado con el nombre del DJ Chimo Bayo, Hu-Ha
Con su desaparición a mediados de los noventa, salvo estos dos símbolos, nada queda en pie de una Ruta del Bacalao que fue parte clave en la historia de la música española de la época. Sin embargo, los nostálgicos pueden hacerse con productos oficiales de las discotecas en la página web oficial de la Ruta del Bacalao.
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