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08 de mayo de 2024

Franz

Franz Welser-Möst se hará cargo por tercera vez en su carrera del Concierto de Año Nuevo

Los niños y niñas Cantores de Viena actúan por primera vez en el Concierto de Año Nuevo

Franz Welser-Möst se hará cargo por tercera vez en su carrera del «concierto de conciertos», capaz de convocar a más de 55 millones de espectadores, en medio de las críticas por no incorporar a una mujer como directora

En 2013, Franz Welser-Möst (Linz, 1960) dirigió la versión seguramente más aburrida de esta última década del tradicional Concierto de Año Nuevo que la Filarmónica de Viena ofrece cada primero de enero a una audiencia internacional de unos 55 millones de espectadores. Pero el director austriaco, al que sus malévolos detractores rebautizaron como «Frankly worse than most» («Francamente peor que la mayoría») cuando trabajaba en Londres, parece mantener su crédito intacto con los filarmónicos vieneses, puesto que son los propios profesores de la orquesta los encargados de seleccionar en cada ocasión al director con el que desean colaborar.
«Sarna con gusto no pica», podría afirmarse, aunque en el caso de este maestro, antiguo titular de la Ópera de Viena, las ocasiones en que la agrupación ha trabajado con él han sido tan frecuentes durante estos años (en el pasado Festival de Salzburgo, sin ir más lejos), que la confianza mutua desarrollada entre ambos parece ajena a cualquier comentario o crítica. Los lazos artísticos que los mantienen unidos ya fructificaron en una primera aparición conjunta, en el concierto de 2011, que tampoco resultó ninguna maravilla. Quién sabe, quizá la tercera sea la buena.

La 'Marcha Radetzky'

La nueva comparecencia no es que venga precisamente cargada de novedades, algo por otra parte natural. Puede resultar lo más lógico teniendo en cuenta el éxito de una cita que se ha repetido 83 veces, con la de este domingo, manteniendo casi invariable su infalible fórmula: un programa compuesto por una medida selección de valses y polcas, mayoritariamente, de los miembros de la conocida familia Strauss, a los que suelen añadirse algunos invitados más, y rematada siempre con la celebérrima Marcha Radetzky, última propina tras el Danubio Azul que Stanley Kubrick contribuyó, también, a popularizar en su tan enigmática como genial 2001.
Pero este año «nobleza obliga», como diría un miembro de los Romanov. Habrá un novedoso gesto mínimo, aunque sin duda significativo, a los tiempos que vivimos: por primera vez, los niñas y niños que integran esa franquicia ganadora que se conoce como «Niños cantores de Viena» actuarán juntos en este concierto. Lo harán para interpretar la polca francesa Espíritus alegres en la Sala Dorada del Musikverein, la Sociedad Musical de la capital austríaca. Un detalle relevante, pero que a algunos les ha parecido insuficiente.

¿Por qué, hasta ahora, ninguna mujer ha dirigido el Concierto de Año Nuevo?

Durante la última rueda de prensa de presentación del concierto, los principales dardos se centraron sobre todo en esta cuestión: ¿por qué, hasta ahora, ninguna mujer ha dirigido el Concierto de Año Nuevo? «Cuando llegue el momento», quiso zanjar el presidente de los filarmónicos, Daniel Froschauer, para añadir inmediatamente: «Se necesita a alguien que sea un artista consagrado y con mucha experiencia con nuestra orquesta».
Los dieciocho hombres sobre los que hasta ahora ha recaído la tarea de dirigir este evento desde su creación, en 1941, han mantenido sólidos vínculos con la Filarmónica de Viena, forjados durante años a lo largo de invitaciones para situarse frente a la agrupación en sus programas de abono, actuaciones en festivales, giras y grabaciones. Lo más seguro es que no se trate de una mera cuestión de cuotas o de modas, sino de experiencia, de establecer sólidos vínculos profesionales y humanos que garanticen la excelencia. Ni más ni menos.

Un guiño amable

No contentos con la respuesta, algunos de los periodistas continuaron insistiendo pasándole la pelota al propio Franz Welser-Möst, que tampoco se anduvo por las ramas. Cuando le preguntaron acerca de si no hay ninguna directora con la experiencia suficiente para aguantar la presión de encargarse de este concierto, replicó: «Ya has tenido tu respuesta». ¿Será cancelado por ello en EE.UU., donde en la actualidad ejerce como titular de la Orquesta de Cleveland? ¿Habrá alguna voz discrepante en la sala que denuncie el supuesto machismo de la Filarmónica aprovechando la retransmisión a una audiencia planetaria?
Pese a la crispación de estos tiempos, cabe recordar que este concierto se instituyó precisamente como contrapeso a los años turbulentos por los que atravesaba el mundo a mediados del siglo pasado, un guiño amable a la celebración de estar vivos a través un programa alegre, confeccionado para el optimismo. En España, este «concierto de conciertos», como en su día lo denominó el gran Mariss Jansons, podrá seguirse este domingo a partir de las 11.15 a través de La Primera de TVE o en RNE con los sabrosos comentarios de Martín Llade, que ha sabido recibir el testigo con acierto del inolvidable José Luis Pérez de Arteaga.
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