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29 de abril de 2024

Josep Carreras durante un recital

Josep Carreras durante un recital

Josep Carreras, el gran tenor que se convirtió en parodia por su delirante independentismo

El cantante, que superó una leucemia de gravísimo pronóstico diagnosticada en la cumbre de su carrera, ha sido galardonado con el Premio Talía de Honor 2024 de la Academia de Artes Escénicas

Josep Carreras se llamó José Carreras desde el principio hasta que el independentismo radical se hizo fuerte en España y en el caletre del tenor grandioso. Y sus principios fueron casi totales. Se quiere decir desde niño. José Carreras, hoy Josep, fue cantante desde que nació. Un prodigio del bel canto al que no le afectó el cambio de voz de niño a hombre.
No tenía 25 años cuando obtuvo su primer éxito junto a Montserrat Caballé, quién le amadrinó embelesada por su técnica y talento en aquellos comienzos. Antes de los 30 había cantado en todas las grandes capitales del mundo y desde entonces, desde los primeros 70 hasta finales de los 80 fue una estrella emergente y prestigiosa, joven y cada vez más famoso. Justo entonces fue diagnosticado de leucemia a la que sobrevivió luego de fuertes tratamientos, incluido un transplante de su propia médula.
No pareció que pudiera vivir y sin embargo pudo también seguir con su carrera artística. La formación de Los tres tenores, junto a Plácido Domingo y Luciano Pavarotti, le confirmó en el podio de los mejores del mundo donde permaneció, permanece y permanecerá para los restos después de aquellas actuaciones, aquel super trío que llevó la ópera a todos los públicos y significó un gozoso hito a medio camino entre el purismo y lo popular que maravilló durante sus 17 años de existencia, de 1990 a 2007, cuando murió el enorme tenor italiano de la voz de manantial.
Una década después de aquello, José Carreras, Josep ya desde hacía tiempo, tomó partido por el independentismo en una curiosa querencia por el cosmopolitismo del artista trotamundos. Fue cuando se acabó el mito posible y comenzó la parodia de sí mismo con estrambóticas manifestaciones.
La primera de estas ya había sucedido tiempo atrás, cuando durante un partido entre el FC Barcelona y el Real Madrid en el Camp Nou, apareció de pronto por encima de un reportero y gritó con una sonrisa: ¡Visca Catalunya Lliure! (¡Viva Cataluña libre!). Repitió esa clase de activismo en varias ocasiones, apareciendo por detrás en las transmisiones como un espontáneo extraño por su personalidad y su currículo y formación.
Fue la época en qué decía ser «un independentista catalán de gran sentimiento patriota», cuando también empezó a afirmar en todas partes que cantaba con un trozo de bandera catalana en el bolsillo. «Más que cualquier otra cosa, yo soy soberanista», dijo no hace muchos años, fue la sentencia definitiva y definitoria del tenor casi retirado que entonces dijo que nunca iba a entrar en política y en 2023 formó parte de la campaña Say yes, impulsada por la radical Plataforma per la Llengua.
Entonces le pidió a Giorgia Meloni su apoyo al catalán como lengua de la unión europea, apoyándose en que la primera traducción de la Divina Comedia fue en esta lengua, el ejemplo de la «larga, íntima e innegable historia compartida entre catalanes e italianos», dijo el artista «soberanista» que el próximo 24 de abril va a recibir el Premio Talía de Honor 2024 de la Academia Española de Artes Escénicas en el Teatro Español.
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