La saeta (1918) de Julio Romero de Torres
Cinco grandes saeteros de la Historia: la oración hecha voz y llanto de la Semana Santa
El folclorista Antonio Machado, padre de los poetas Antonio y Manuel, dijo que las saetas eran «coplas disparadas a modo de flechazos contra el empedernido corazón de los fieles»
La saeta en un cante muy hondo que rompe el silencio o el bullicio de los fieles. Es la música que calma a las fieras. La saeta es un plegaria cantada, una emoción indescriptible, cristiana y española, cuyo timbre se cuela por todos los recovecos del espíritu sin solución. La saeta impresiona hasta al no creyente. No se sabe de dónde viene con certeza. Algunos le dan orígenes árabes. Otros judíos.
Dicen que la saeta era un llamamiento al rezo en el XVIII, lo que derivó en la saeta popular, espontánea, que perdura hasta hoy. La saeta es el canto por la pasión y la muerte de Cristo, el timbre aflamencado, jondo, que se mueve entre sus palos para provocar la quietud, como un eclipse de arte y de fe únicos en el mundo.
La niña de los peines
Pastora María Pavón Cruz fue cantaora por destino o, como ella dijo: «por delegación». Tocó todos los palos y triunfó con todos ellos, como la seguiriya por donde derivó la saeta. Lorca la adoraba, como todos los grandes artistas e intelectuales de su tiempo.
El Niño Gloria
El nombre le vino por un villancico que decía las dos palabras y que él que cantaba por bulerías, el palo del que fue uno de los más grandes de todos los tiempos. Fue hermano de La Pompi, otra cantaora y saetera.
La Paquera de Jerez
Francisca Méndez Garrido no sabía leer, como La Niña de los Peines, pero sí sabía cantar. La saeta es el cante de la fe, y de la fe y del talento y del flamenco brotó el «saeterismo» virtuoso de La Paquera, aclamado por todos.
Gracia de Triana
La llamaban «La voz de miel». Cantante desde la infancia en su Triana natal, llamó la atención de directores de cine como Florián Rey o Luis Marquina, quienes la hicieron muy popular. Murió en una pensión madrileña después del éxito sin cumplir los 70.
Manolo Caracol
Uno de los más importantes cantaores de siempre. Pareja artística y sentimental de una joven Lola Flores. «Yo, cuando canto, no me acuerdo ni de Jerez, ni de Cádiz, ni de Triana, ni me acuerdo de nadie. Intento hacer los cantes a media voz, que es como duelen. Esa es la hondura. Porque el cante no es gritos ni pa’ sordos. El cante hay que hacerlo caricia honda, el pellizco chico... El que se pone a dar voces, ése no sirve»: saeta pura.
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