¿Buen gesto o despido cruel? La polémica que sacude a la NBA por el trato a una estrella

La NBA, antes que un deporte, es un negocio. Pese a que todo gire en torno al baloncesto la clave, por encima de los éxitos deportivos, está en ganar dinero. De ahí que en muchas ocasiones se vea el lado oscuro de las empresas y que esta vez le ha tocado sufrirlo a Damian Lillard, hasta ahora jugador de los Milwaukee Bucks y que actualmente se está recuperando de una rotura del tendón de Aquiles.

Le pasó durante los playoffs y estará fuera durante alrededor de un año, lo que provoca que la próxima temporada apenas vaya a poder jugar en la temporada regular. De ahí que los Bucks hayan optado por cortarle y, pese a que le van a seguir pagando los 25 millones de dólares que cobrará durante las próximas cinco temporadas, liberan algo de espacio salarial para poder firmar a Myles Turner y formar una gran dupla con Giannis Antetokounmpo.

El equipo de Milwaukee, que pagará 107 millones de dólares por 4 años al agente libre Turner, cortó a Lillard recurriendo al stretch provision, una herramienta que permite distribuir el coste de los 113 millones que le quedan por cobrar de su contrato. De esta manera ganan espacio, aunque comienza una nueva guerra con Giannis Antetokounmpo, líder del equipo y al que quieren retener a toda costa, pero que no le ha sentado nada bien el trato al base norteamericano.

Y es que se ha abierto el debate sobre si este despido, donde le pagan todo su salario, ha sido un buen gesto para que pueda buscar otro equipo el año que viene sin perder dinero o un trato feo al echarle ya del club y no ayudarle en su recuperación. Tal ha sido el lío que se ha montado que la prensa estadounidense ha afirmado que el jugador griego «no está contento» con el despido de Lillard.

Lillard, que cumple 35 años el 15 de julio y ha sido siete veces All Star, promedió 24,9 puntos, 4,7 rebotes y 7,1 asistencias en su segunda temporada con los Bucks, llegó en 2023, y era un gran segunda espada para Giannis, que se está pensando si continuar en los Bucks o pedir el traspaso para seguir con su carrera en otro lado. Milwaukee no tiene ya un roster tan completo como años atrás, lleva varias decepciones en playoffs y Antetokounmpo no se conforma con el anillo ganado en 2021. Quiere más y quizás deba salir para lograrlo.

En busca de equipo

Quien está ahora en busca de un nuevo equipo, pese a que podría perderse todo el 2026, es Lillard. El veterano base americano va a tener muchas 'novias' porque le podrán firmar un contrato por poco dinero. De ahí que ya suene para San Antonio Spurs, Golden State Warriors o Miami Heat, todo equipos que quieren aspirar al anillo más pronto que tarde. Además, también tiene la opción de Portland Trail Blazers, equipo en el que jugó sus primeras 11 temporadas en la NBA. Lo que ya se sabe es que no seguirá en los Bucks y el debate está abierto: ¿Buen gesto o despido cruel?