
Íker Casillas
Íker Casillas, de «El Santo» de las porterías a «El Santo» del cine con distintas personalidades
La discreción de los inicios del excapitán del Real Madrid y de la Selección contrasta con la constante aparición actual en redes sociales a través de distintas polémicas como la de la encuesta política que promovió el jueves en Twitter
El Casillas al que sacaron del colegio para ir concentrado con el Real Madrid y que no mucho después se convertiría en el portero titular del equipo blanco y de la selección española durante más de una década era un jugador discreto que solo hablaba a través de sus actuaciones en el campo.
El yerno perfecto
Le llamaban «El Santo» por sus paradas milagrosas. Cuántas veces «San Íker» salvó al Madrid con gran estruendo reservado. Durante su carrera deportiva nunca habló mucho públicamente y su perfil quedó dibujado como el del yerno perfecto. Sensato y donjuán, exitoso, capitán, rico, prestigioso. La mezcla era perfecta hasta la llegada de Mourinho, que cuestionó su esfuerzo y lo relegó al banquillo.
El contorno ideal del guardameta comenzó a nublarse
A partir de entonces el contorno ideal del guardameta comenzó a nublarse. El chico favorito de las suegras ya no lo era tanto. Empezó a hablar más y a parar menos, y terminó saliendo regular, más bien mal, del Bernabéu, para irse a Oporto. Su historia de amor en directo con la periodista Sara Carbonero le dio su última cuota de popularidad, beso en directo incluido mientras era entrevistado por ella.

Íker Casillas
Se desperdigan las inquietudes públicas del portero retirado, algo que contrasta con su etapa como futbolista, en la que parecía centrado únicamente en su carrera deportiva. La curiosidad es que en el sondeo «casillista» ha ganado Vox, con casi el 50 % de los votos, y que el PSOE ha acabado en última posición, lo cual ha generado una suerte de riada de acusaciones de bots (programas automatizados que repiten un patrón para conseguir un resultado) por parte de perfiles de izquierdas, notablemente incómodos con el desenlace del experimento.
No se sabe muy bien quién es en realidad Íker Casillas, como si a cada aparición o publicación fuese un hombre distinto, no aquel «santo» que paraba balones imposibles sino «El Santo», el héroe y personaje de ficción de novelas, cine y televisión, con una extraordinaria habilidad para camuflarse bajo distintas identidades, como si estuviera buscando la definitiva en el largo camino que va desde el chico ideal hasta, de momento, el inesperado encuestador político.