Varios jugadores de la selección ucraniana celebran un gol
Florecer en medio de la guerra: el fútbol en Ucrania crece con buenos jugadores y la esperanza de la Eurocopa
Sumidos en una guerra que ya se acerca a los dos años, Ucrania busca esperanza en el fútbol y la posibilidad de ir a la Eurocopa
La vida en el exilio del Shakhtar, el mejor equipo de Ucrania que hace 3.300 km para ser local en la Champions
En una situación como la que actualmente vive Ucrania como país, el fútbol queda en segundo plano, enterrado entre bombas, explosiones y fallecidos. Incluso los implicados de primera mano en el conflicto, lo hacen con un ojo mirando hacia la situación de su país, deseosos de poder ayudar, de dar un respiro a su gente.
Serhiy Rebrov es una pequeña leyenda del fútbol ucraniano, donde empezó su carrera como jugador en el Shakhtar Donetsk en 1991, para luego ganar seis ligas como jugador del Dinamo de Kiev. Como entrenador, ganó otras dos más como entrenador del club de la capital. El pasado verano, fue elegido seleccionador nacional.
A Rebrov le gustaría estar en Ucrania, su país, luchando en el frente. Pero ayuda a su gente desde una posición diferente, como entrenador de la selección, intentando traer alegría y esperanza a la gente, haciéndoles olvidar su dura realidad, aunque sea por unas horas. Y el fútbol ucraniano está respondiendo. Varios jugadores se están asentando en la élite y el equipo es más que apañado. Ahora tienen una oportunidad inmejorable para clasificarse a la próxima Eurocopa: se lo jugarán a todo o nada ante Italia.
El grueso del cuerpo técnico de Ucrania se encuentra en España, desde donde preparan los partidos, alejados del ruido de sirenas. Y es que Rebrov cuenta en su cuerpo técnico con dos asistentes españoles: Albert Bosch y Vicente Gómez. Desde ahí siguen los partidos, cada semana, de los jugadores ucranianos. Y para ello tienen que dirigir sus miradas a algunos de los mejores clubes del mundo.
Presencia en la élite
Sin salir de España, dirigiéndonos hasta el sorprendente líder de la liga, el Girona de Míchel, encontramos a dos ucranianos entre sus filas, claves para explicar su gran rendimiento en la temporada. El primero de ellos es Artem Dovbyk, delantero llegado este verano al conjunto catalán procedente del Dnipro-1. Lleva siete goles en 13 partidos de liga, el cuarto en la tabla de goleadores. Es un delantero alto, que va bien de cabeza, aguanta de espaldas y tiene un buen juego de apoyos abriendo hacia fuera. Parecía que su carrera se había estancado tras un mal paso por Dinamarca, pero ahora, con 26 años, está en el mejor momento de su vida futbolística.
El otro caso es el de Viktor Tsygankov, que ya llamó la atención de todo su país cuando debutó con el Dinamo Kiev. Tras el estallido de la guerra, buscó una salida de su país y recaló en el Girona, donde está mostrándose como una amenaza a considerar gracias a su capacidad de disparo y conducción.
Y de Girona a Londres, donde se encuentran dos ucranianos entre los principales equipos de la Premier League. Oleksandr Zinchenko, pese a un inicio complicado de temporada que incluso le está apartando de la titularidad, fue uno de los pilares del Arsenal de Mikel Arteta la pasada temporada, que casi logró la liga inglesa. En el Chelsea, Mykhailo Mudryk fue el protagonista el pasado invierno de un traspaso centenario. Y, pese a su mal comienzo en Inglaterra, ahora está mucho mejor y está siendo titular.
Zinchenko, desde el lateral, es fundamental en el Arsenal
También está el defensa central Illia Zabarnyi en la Premier League, en el Bournemouth de Andoni Iraola. Y, volviendo a España, Andriy Lunin, portero suplente del Real Madrid, está disfrutando ahora de minutos y buenas actuaciones tras la lesión de Kepa. En su selección también es suplente, en este caso de Anatoliy Trubin, portero titular del Benfica.
Shakhtar, la base de la selección
El Shakhtar Donetsk llamó la atención de todo el mundo al vencer al Barcelona en la Champions League. Un triunfo de un mérito enorme, considerando lo afectado que está el club, y la liga entera, por la guerra. Juegan lejos de sus casas, los partidos se tienen que parar por amenazas de bomba y los mejores jugadores han dejado los clubes buscando destinos más seguros. Sin embargo, el Shakhtar, jugando en Hamburgo, muy lejos de su casa, venció a los de Xavi Hernández. El definitivo partido de Ucrania ante Italia rumbo a la Eurocopa también se disputará en Alemania, en este caso en Leverkusen.
Jugadores del Shakhtar Donetsk, principal equipo de fútbol de Ucrania
El Shakhtar era considerado un equipo muy internacional, caracterizado históricamente por la cantidad de brasileños que formaban sus filas. Ahora, con la situación bélica, la mayor parte de su equipo son jugadores nacionales, y como tal forman la base de la selección: son el central Mykola Matviyenko, el mediocentro Taras Stepanenko, el interior Georgiy Sudakov y el extremo Oleksandr Zubkov entre muchos otros.
Los buenos resultados de la selección
Ucrania se perdió la cita mundialista de Qatar al caer en la última de las repescas ante Gales, fruto de un gol de Gareth Bale. Sin embargo, sus resultados en los últimos años, previos a la guerra, no han sido nada malos. En la Eurocopa de 2021 llegaron hasta los cuartos de final, eliminando a Suecia en octavos antes de caer por un contundente 4-0 ante Inglaterra en esa cita de cuartos.
En categorías formativas, están mostrando el buen talento que tienen de cara al futuro, mostrándose como una selección muy a tener en cuenta. En la Eurocopa sub-21 de este mismo año llegaron a las semifinales, cayendo contra España (5-1).
Sin embargo, el gran logro, del que están más orgullosos, es la victoria en el Mundial sub-20 de 2019, venciendo 3-1 a Corea del Sur en la final, situándose como una de las selecciones del futuro.
Ninguno de los chicos que estuvieron en ese triunfo podían esperar que, tres años después, iba a pasar la peor de las noticias posibles: estalló la guerra. Miles de familias fracturadas y vidas perdidas en medio de un conflicto en el que el fútbol intenta salir a la superficie y tener su lugar. De ganar a Italia y clasificarse a la Eurocopa, más allá de ser un golpe futbolístico gigante, significaría una esperanza para un país que intenta encontrar motivos de alegría.
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