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Jorge Vilda

El acusado Jorge Vilda, exseleccionador del equipo español de fútbol femenino, a su llegada este lunes a la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares, MadridEFE

La insinuación de Jorge Vilda que podría dinamitar la selección femenina: «Agradezco el apoyo»

Más lío con el juicio del caso Jenni Hermoso. Un día antes de que los acusados declaren ante el juez José Manuel Fernández-Prieto, Jorge Vilda ha hablado con los medios de comunicación y ha soltado varias 'bombas' que podrían crispar el ambiente en la selección femenina de fútbol, pues ha asegurado que cuenta con el apoyo de varias jugadoras aunque sin dar nombres: «Agradezco los mensajes de apoyo que me han enviado algunas jugadoras».

Unas declaraciones que hizo en su llegada a la sede de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares y que se une a las que ha ido dejando en estas cinco jornadas. De hecho, Jorge Vilda ha sido el único de los acusados que ha respondido a algunas de las preguntas de los periodistas allí desplazados. El resto, Luis Rubiales, Rubén Rivera y Albert Luque han guardado silencio en todo momento y será este martes cuando se les escuche por primera vez.

Estas palabras de Jorge Vilda podrían generar aún más tensión en la selección española femenina, que no se caracteriza por tener un ambiente idílico en el vestuario. El exseleccionador salió por la puerta de atrás del equipo y antes de ganar el Mundial había sido muy cuestionado e incluso sufrió un motín de 15 jugadoras que renunciaban a España si él seguía en el cargo. Aguantó, gracias al apoyo de Luis Rubiales, y muchas de las futbolistas recularon al quedarse sin Mundial, pero siempre estuvo en el ojo del huracán.

Al final, es evidente que Vilda durante sus ocho años al frente del combinado español mantuvo una buena relación con varias futbolistas, pero también una muy mala con parte del equipo. Por ello, estas palabras traerán cola y podrían generar un nuevo problema en el vestuario, pues no ha dado los nombres de las jugadoras que le han trasladado su apoyo.

Los últimos testigos

La entrenadora de la selección femenina, Montse Tomé, ha sido una de las últimas testigos del juicio y ha asegurado que su decisión de no convocar a Jenni Hermoso tras la victoria del Mundial de 2023 «no fue un castigo», sino que se debió a una decisión deportiva, en la que influyó «la presión mediática».

La entrenadora, segunda de Vilda durante varios años, ha sido preguntada en reiteradas ocasiones sobre los motivos que la llevaron a excluir a la jugadora en la primera convocatoria tras el Mundial, cuando ella ya estaba al frente del conjunto femenino.

«No fue un castigo, ningún castigo», ha asegurado a preguntas de la letrada de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) –acusación popular–, quien comparte con la Fiscalía la tesis de que no convocar a Hermoso pudo ser una de las represalias que sufrió por no acceder a lo que le pidieron desde el entorno de Rubiales: que saliese públicamente y dijese que el beso que le dio en la celebración del Mundial fue consentido.

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