Laporta charla con Ceferin en el palco del estadio Olímpico de Montjuic
Laporta se arrima más que nunca a Ceferin para evitar castigos de la UEFA y de la FIFA por el caso Negreira
La UEFA sancionó al Barcelona con 15 millones por incumplir el 'fair play' financiero y espera el fallo judicial del Barçagate y Negreira para sancionar en consecuencia
El presidente azulgrana hace un guiño a Ceferin y se aleja de la Superliga y del Real Madrid, que exige que el caso Negreira tenga un veredicto judicial en España
Que hay de lo mío y solo de lo mío. Es lo que piensan Joan Laporta y el Barcelona. La crisis económica del club es tan grave que no puede estar enfrentado a los grandes poderes del fútbol, porque sus incumplimientos de toda índole son tan graves que no soportaría las sanciones que la UEFA le puede imponer por el caso Negreira y por falsificar las cuentas con el 'fair play' financiero, ingeniería económica que ya le ha costado 15 millones de castigo, impuesto por Ceferin, con la amenaza de convertirse en 45.
Joan Laporta ha cambiado el paso. Se apuntó a la Superliga junto a Florentino Pérez para intentar salir de la quiebra técnica de la entidad, quiebra que él mismo ha reconocido. Pero observa que la Superliga no llegará pronto y se arrima a Ceferin y a la UEFA para evitar estragos que dan miedo.
Le da miedo que la FIFA está vigilando el caso Negreira, quien cobró 8,4 millones de euros del Barcelona durante dos décadas para que el conjunto catalán recibiera 'arbitrajes neutrales'. Pues los arbitrajes en contra que denuncia el Real Madrid desde hace años son paralelos al poder que tenía Negreira en el estamento de los colegiados, donde decidía ascensos y descensos. Aquella influencia de Enríquez Negreira persiste porque todavía quedan bastantes trencillas de la época. De aquellos barros vienen estos lodos.
Negreira dejó el cargo en 2018, cuando se descubrió que cobraba del Barcelona desde 2001. Y Gianni Infantino está en alerta máxima ante todo ese conglomerado arbitral del fútbol español, puesto bajo demasiada sospecha. La FIFA que él preside ya dejó a nuestros colegiados fuera del Mundial de Clubes como un aviso de que la Policía no es tonta y de que esa Policía futbolística piensa mal de los jueces balompédicos de nuestro país.
Laporta vislumbra peligro y se acerca a Ceferin para evitar un presunto castigo ejemplar por el 'Barçagate'. Y traga con lo que sea. Traga con todo. Pero con todo.
Critican a Laporta por la presencia de Figo en Montjuic
En Barcelona ha sentado muy mal, pero que muy mal, que Joan Laporta tragara con la presencia de Luis Figo en el palco de Montjuic en el partido frente al PSG. Figo es asesor y embajador de Aleksander Ceferin en la UEFA. Pero en el barcelonismo se critica que Laporta no tuviera la gallardía y la personalidad de pedirle por favor a Aleksander Ceferin que Luis Figo no estuviera en el palco. Se tragó ese 'cochinillo' y no se puede tragar con todo, piensa el barcelonismo.
Joan Gaspart, quien fue por cierto el primer presidente del Barcelona que pagó oficialmente a Enríquez Negreira desde el año 2001, adujo que no saludaría a Luis Figo en el palco y no le saludó. Subrayamos este capítulo porque Laporta mantuvo silencio y no hizo nada para evitar la presencia del portugués cuando se sabía desde varios días antes que Figo venía a Montjuic acompañando a Ceferin. Fue pitado al verle en el estadio, pero lo cosa no pasó a mayores.
Estuvo la cosa más caliente en un acto relacionado con el fútbol femenino en la ciudad Condal. Figo fue increpado por un aficionado, con el que se enfrentó. Pero no se tiraron botellas y cabezas de cochinillo entre ellos, como sí sucedió contra Figo en el Camp Nou en noviembre de 2002, cuando el luso vino por segunda vez con el Real Madrid al estadio azulgrana.
Laporta se acerca a UEFA y se aleja de Florentino Pérez
La FIFA vigila y Laporta se viste de niño bueno con la UEFA. Su relación con Ceferin es más cordial que nunca. Ha prometido al presidente esloveno que hará las cuentas bien con el 'fair play' financiero para que la multa de 15 millones nunca ascienda a 45. Y potencia el entendimiento con la UEFA para que el Barçagate de Negreira se tape, se olvide y no conste en la primera línea de combate del máximo organismo del balompié europeo.
Laporta también ha vuelto a estar más cerca de Javier Tebas y de la Liga para evitar otros problemas del 'fair play'. Copia a Miguel Ángel Gil y el Atlético, que están al lado de Ceferin en la UEFA y de Tebas en la Liga.
Todos estos movimientos del presidente del Barcelona se enmarcan en la política de llevarse bien con el poder. Y la decisión de convivir con Ceferin tiene un mensaje cifrado muy sencillo de desvelar: Laporta y el Barcelona se alejan de la Superliga, que es la mayor preocupación de Ceferin. En verdad es la única preocupación del presidente de la UEFA. Laporta ha dejado de preocuparle.
El dirigente barcelonista se aleja del Real Madrid, que va a por todas en el caso del Barçagate y Negreira. El club blanco ha pedido que se extienda la investigación del caso y pide el veredicto judicial correspondiente.
En el mismo sentido, el Real Madrid ha presentado a la Justicia las manifestaciones de Toni Freixa, Albert Perrín, Alfons Godall y Joan Gaspart en las que justificaban los pagos a Negreira como una costumbre normal y adquirida, hereditaria en el cargo.
Joan Laporta, en definitiva, se aleja de Florentino Pérez, que quiere ir hasta el final en el litigio del Barcelona y Enríquez Negreira. La FIFA, también. La UEFA, no sabemos.