Vicente del Bosque fue campeón del Mundo con España en 2010
Del Bosque destaca la solidez de la España actual: «No juegan Lamine, Nico o Rodri y nadie los echa de menos»
El entrenador salmantino aprovechó su última comparecencia pública en El Larguero de la Cadena SER para alabar a la actual selección española
El bendito problema que le ha provocado Mikel Merino a De la Fuente en la batalla por ser el '9' de España
La selección española está de dulce y el pasado martes, tras ganar por 4-0 a Bulgaria en Valladolid, igualó el registro de 29 victorias sin perder que había marcado el mítico Vicente del Bosque entre 2010 y 2013.
Esto es gracias, en parte, a la gran labor que está haciendo Luis de la Fuente como seleccionador y ya son muchos los que piensan que la actual España va a dejar en anécdota a la selección que vivió una era dorada entre 2008 y 2012, periodo de tiempo en el que levantó dos Eurocopas y ganó un Mundial.
El técnico salmantino es una voz autorizada dentro del mundo del fútbol y aprovechó su última comparecencia pública, que la llevó a cabo en El Larguero de la Cadena SER, para alabar a la actual selección española.
«Presionan arriba, defienden bien y apenas dejan jugar al rival. Cada selección tiene su propio estilo, pero el ambiente que se respira es igual de bueno y esta selección me emociona como la de 2010. Es muy bueno lo que estamos viviendo a nivel colectivo. Estamos exportando entrenadores y jugadores, y eso nos da valor en el mercado mundial. El paralelismo es inevitable, sobre todo por la mezcla de juventud y madurez que caracteriza al grupo actual. No juegan Lamine, Nico o Rodri, futbolistas fundamentales, y nadie los echa de menos», señaló Del Bosque.
Pero esto no fue lo único de lo que habló el salmantino en dicha entrevista. Porque también tuvo tiempo para recordar sus años en la selección, comentar la feroz competencia que existía por aquel entonces y confesar que Cesc Fábregas era el jugador al que más le costaba dejar en el banquillo. «Era de los que más lo sentía cuando no jugaba. Me costaba mucho dejarle fuera del equipo, pero teníamos a Cazorla, teníamos a Xavi Hernández, teníamos a Iniesta, teníamos a Busquets, teníamos a Xabi Alonso, teníamos a David Silva... es que era una cosa de locos».