La fe como salvación de los futbolistas: la lista de jugadores que se reencontraron tras abrazar a Dios

Hace unos años el nombre de Ronald Araujo aparecía en los análisis de todos los expertos sobre quienes iban a ser los mejores defensas de la siguiente década. El central uruguayo reunía todas las condiciones para ser una estrella: rápido, buena colocación, imperial por arriba, con habilidad para hacer las ayudas y hábil para ir al corte. Es decir, infinidad de cualidades y un único pero, la salida de balón, algo que tenía tiempo para pulir.

No es tampoco fundamental para un defensa ser el más brillante a la hora de sacar el balón jugado, aunque estando en un equipo como el FC Barcelona cobra importancia. Lo bueno es que era joven y con ganas de mejorar en esa faceta. El problema es que lo sabían los rivales y el famoso documental de Luis Enrique de No tenéis ni p*** idea le dejó muy señalado, pues fue la táctica que utilizó el PSG para tumbar al Barcelona en cuartos de final de la Champions 2024 y funcionó a la perfección.

Terminó expulsado en aquella eliminatoria –cuando el Barça la tenía muy de cara– y también vio la roja en la última gran noche europea del Barça. Fue frente al Chelsea, vigente campeón del mundo, en un duelo que terminó con los azulgranas encajando una dolorosa goleada (3-0) y con el puesto en el top ocho de la fase de liga peligrando. Hundió esto definitivamente a Araujo, que se ha tenido que alejar del fútbol.

Numerosas críticas se sucedieron y el charrúa pidió al club un descanso indefinido para cuidar su salud mental y poder regresar a gran nivel. El Barça accedió y este tiempo lo está utilizando Araujo para conectar con Dios y que la fe le ayude a poder jugar de nuevo al fútbol y hacerlo con confianza, lo que le estaba faltando los últimos tiempos.

Un camino que ya han hecho otros

Desde el tiempo que pidió el uruguayo, poco se sabe sobre él y ya ha pasado casi un mes. Araujo, fiel creyente en Dios, puso rumbo a Tel Aviv para iniciar un peregrinaje espiritual por Tierra Santa, dejando atrás el ruido mediático que hay en España. Lo único que se conoce es que visitará Nazaret, Belén y Jerusalén durante varios días para encontrar la paz mental que necesita.

Seguramente este viaje lo haya hecho inspirado en un compatriota suyo como Edinson Cavani. El exdelantero de PSG, Manchester United y Valencia, entre otros, realizó un viaje casi idéntico a principios de la década pasada cuando militaba en el Nápoles. Cavani, un cristiano devoto, eligió Tierra Santa para sanar su mente. Acompañado por su madre, recorrió el Muro de las Lamentaciones, la Iglesia de la Natividad en Belén y la Vía Dolorosa en Jerusalén.

Tras su regreso, Cavani fue explícito sobre lo que buscaba: conexión espiritual y estar tranquilo consigo mismo, en ningún caso un milagro futbolístico porque su buen nivel llegaría si él estaba en paz. «No fui a Jerusalén para pedir hacer goles, sino por mi fe en Jesús», explicó antes de dar algún detalle sobre su experiencia: «Es impresionante poder estar en el lugar en el que estuvo Jesús, que para nosotros era lo máximo. Uno se siente al principio un poco raro, pero uno está más tranquilo y empieza a pensar en todo».

Después, otros futbolistas como Keylor Navas, incorporan su espiritualidad en el día a día para contar con la paz y confianza necesaria que requiere el deporte de élite. «Mi fe es lo más importante», dijo el costarricense en numerosas entrevistas. «Tener una relación personal con Dios, poder hablar con Él, rezar y sentir que responde. Eso ha sido lo más bonito que me ha pasado», explicó un jugador que llegó a ganar tres Champions de manera consecutiva siendo titular indiscutible.

Así pues, ahora es Ronald Araujo, en apuros, el que abraza a Dios para reconducir no ya su carrera futbolística sino su vida. Por eso está en Tierra Santa, pues ni los mejores médicos o psicólogos pueden darle al uruguayo lo que anda buscando. Fe y paz para darse cuenta de que la vida va más allá del fútbol.