
El Real Madrid celebra el gol de Mbappé
Manchester City 2-3 Real Madrid
El Real Madrid conquista Mánchester con una magnífica remontada y pone pie y medio en octavos
Los de Carlo Ancelotti fueron muy superiores a los citizens y toman el Etihad después de ir dos veces por debajo en el marcador
El gol de Haaland para adelantar al City que el VAR validó por milímetros
Es una lección que se ha repetido en el mundo del fútbol un millón de veces, pero merece la pena repetirla una vez más: nunca se debe dar por muerto al Real Madrid y menos en la Champions League. El rey de Europa fue muy superior en Mánchester en todo momento, pero tuvo el partido perdido y le dio la vuelta en tan solo cinco minutos para poner el 2-3 y tener en su mano el pase a octavos.
Fue la primera vez que el conjunto blanco fue mejor en el Etihad en la era Guardiola. Las veces anteriores había tocado hacer ejercicios de supervivencia y esta vez los de Ancelotti quisieron el partido y creyeron en todo momento que podían ganarlo. Les tocó remontar, como acostumbran en Champions, y no fallaron. ADN madridista.
Se preveían goles en un partido con mejores delanteras que defensas y la cosa comenzó con una intensidad altísima. El Manchester City, fiel a su estilo, trató de hacerse con el control de la pelota, pero pronto se dio cuenta que este no iba a ser un calco de los partidos que habían jugado los años anteriores. El Real Madrid también quería protagonismo y no estaba por la labor de que sus ataques fuesen únicamente contragolpes.
Tuvieron los hombres de Carlo Ancelotti las ocasiones más claras en este inicio de choque y Kylian Mbappé tuvo en sus botas adelantar a los suyos, pero respondió Ederson en dos tiempos a su disparo cruzado. No obstante, los blancos se estaban gustando y acto seguido Mendy falló una inexplicable. El Madrid combinó bien y trazó una magnífica jugada que culminaron Vinicius y el lateral francés en el área, llegando incluso a sortear el meta brasileño. En cambio, con todo a favor, estuvo algo lento y Aké sacó el balón de manera milagrosa bajo palos.
Perdonar en Champions se paga caro
Lo estaba pasando mal el Manchester City, que no encontraba la manera de frenar los ataques del Madrid, pero apareció la magia de De Bruyne para iniciar una jugada perfecta en su propio campo que marcó Haaland tras una dejada de pecho de Gvardiol después de un balón filtrado por Grealish, que minutos después se marchó lesionado. Eso sí, el gol subió al marcador con suspense, pues se concedió de primeras, pero después el VAR tardó hasta cuatro minutos en validarlo.
Antes, el VAR había confirmado un fuera de juego en una jugada que acabó en penalti señalado sobre Vinicius. No acompañaba la tecnología al Real Madrid, pero ni mucho menos se vino abajo y buscó el empate antes del descanso. Las tuvo de todos los colores, siendo la más clara un larguerazo del '7' madridista, pero el City se marchó con ventaja al vestuario tras una primera mitad muy discreta.

Haaland instantes antes de adelantar al Manchester City
Comenzó la segunda parte de manera muy similar a la primera. El equipo de Pep Guardiola quería el balón y esta vez además tuvo las oportunidades. Haaland se sacó de la nada un zurdazo pero se topó con el larguero. Una ocasión clarísima porque Courtois estaba vendido, pero que en absoluto amedrentó al Real Madrid.
Siguió con su plan inicial el conjunto blanco –esta noche de naranja– y continuó buscando el empate. La tuvo Bellingham con un cabezazo en el punto de penalti tras un pase atrás de Rodrygo y después Mbappé, al que Ederson le volvió a negar el gol. A la tercera va la vencida y, en el peor remate del ariete francés, logró superar el portero brasileño y empatar al fin el partido. Un magnífico pase filtrado por Ceballos después de coger el rebote de una falta que se estrelló en la barrera dejó solo a Mbappé, que con la tibia le salió una vaselina perfecta.
El Madrid se fue a por el triunfo
No se contentó el rey de Europa con el empate en Mánchester y vio a su rival herido, por lo que era el momento de rematar la faena. Valverde, desde una posición que no es la suya, llegó por derecha como un avión para soltar un latigazo y rozar el segundo, pero se marchó rozando el poste. También la tuvo Bellingham, al que Ederson sacó un pie imposible en un remate a bocajarro y después Mbappé, que dio al palo en una jugada que se invalidó por fuera de juego.
Acariciaba el Real Madrid el segundo mientras los de Guardiola estaban noqueados. Lo sabía todo el Etihad, que miraba al crono pidiendo a gritos el final porque la cosa debía ir con goleada en su contra. Fue ahí cuando el City trató de meterle cloroformo al duelo y los blancos cayeron en la trampa dando por bueno el empate. Con lo que no contaban es que en el único acercamiento del City, Ceballos fuese a cometer un penalti innecesario sobre Foden que transformó Haaland con maestría. Todo parecía perdido y el Bernabéu obligado a otra remontada, pero el Madrid no había dicho su última palabra.
Remontada 'express'
Del regalo de Ceballos se pasó al de Ederson, que buscó un saque en largo y le salió un envío horroroso. Le sirvió eso al Madrid para montar un ataque que terminó con un disparo blando de Mbappé, donde el brasileño tampoco estuvo fino y dejó un rebote que mandó a la jaula Brahim, recién incorporado y que pidió perdón por el tanto.
Parecía que la cosa iba a quedar así, pero el Madrid llegó a Mánchester con la idea de conquistarlo y Bellingham en el descuento aprovechó un nuevo error de la defensa del City, esta vez de Lewis, e hizo buena la asistencia de Vinicius para encargar el billete a octavos. Mereció el triunfo, lo buscó más que nadie y lo encontró. 90 minutos más cerca de la Decimosexta.
Ficha técnica:
3 - Real Madrid: Courtois; Fede Valverde, Tchouaméni, Asencio, Mendy; Camavinga, Ceballos (Modric, m.82), Bellingham; Rodrygo (Brahim, m.84), Vinícius y Mbappé (Fran García, m.91).
Goles: 1-0, m.19, Haaland. 1-1, m.60 Mbappé. 2-1, m.80 Haaland, de penalti. 2-2, m. 87, Brahim. 2-3, m. 92 Bellingham.
Árbitro: Clément Turpin (Francia). No mostró tarjetas.
Incidencias: Partido de ida del 'play-off' de acceso a los octavos de final de la Liga de Campeones disputado en el Etihad Stadium.