Los jugadores del Atlético de Madrid celebran el gol de Hancko
PSV 2-3 Atlético de Madrid
El Atlético olvida sus penas en Eindhoven y sigue pujando por el top 8 en Champions
Los rojiblancos firmaron una gran remontada en una plaza difícil y siguen con su buena dinámica en la Copa de Europa
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tenía que afrontar el Atlético de Madrid una noche complicada en Eindhoven. No por el frío, pues había una temperatura agradable en la ciudad de Países Bajos, pero sí por lo que había en juego. Podía encadenar tres derrotas consecutivas el cuadro colchonero, lo que habría dejado helados a los 1.600 hinchas rojiblancos que hicieron acto de presencia en el Philips Stadion. Empezó mal el asunto, pero remontó el Atlético al PSV para ganar por 2-3 y seguir pensando en el top 8 de la fase de liga de Champions.
Fue una remontada en la que siempre creyeron los hombres de Diego Pablo Simeone y que consiguieron por la unión del grupo. Gracias a ajustar lo que no estaba funcionando y a saber anteponer los intereses del equipo a las individualidades. Comenzaron los rojiblancos (de azul esta noche) siendo una verbena atrás y sin encontrarse ofensivamente y terminaron siendo todo lo contrario. Sabiendo lo que hacer en cada momento y materializando la superioridad con los goles de Julian, Hancko y Sorloth.
Como decíamos, salió el Atlético con dudas, estando más la noticia en las bengalas que aparecieron en el sector donde se ubicaban sus aficionados que en el césped. No estaba nada cómodo el conjunto rojiblanco y se fue hundiendo en el área de Oblak. Trató de salir y casi fue peor porque dejó espacios al PSV para que montara una contra. La comandó Veerman, que cedió el balón a Driouech que le ganó la espalda a Nahuel Molina y le regaló el gol a Til, que solo tuvo que empujarla.
Golpeó primero el conjunto neerlandés y cerca estuvo en varias ocasiones de ampliar diferencias ante un Atlético noqueado. Le tocó sufrir al conjunto colchonero que, una vez pasó lo peor, se fue estirando y tratando de ser protagonista con el balón. Sorloth, muy activo, dio el primer aviso, pero fue la fe de Giuliano, con una presión incansable, la que sirvió para iniciar la jugada que terminó con el gol de Julián Álvarez. Empate clave antes del descanso.
El Atlético, lanzado a por la victoria
Reaccionó a tiempo el conjunto colchonero en la primera mitad y en la segunda salió convencido de lo que debía hacer para ganar. Quiso ser protagonista desde que se reanudó el choque y, a la salida de un córner, Molina cazó un balón que transformó en un obús. La repelió Kovar, pero Hancko fue el más listo de la clase y recogió el rechace para mandarla a la jaula. Remontó el Atlético y no contento con esto fue a por más.
Sorloth, queriendo responder a la confianza del Cholo Simeone, completó con un cabezazo una jugada perfecta entre Barrios y Julián. Mojó el noruego y en solo cuatro minutos parecían haber sentenciado un partido en el que al final terminaron pidiendo la hora cuando nadie lo esperaba.