Enemigos amigos
La realidad es que a la Real el Madrid siempre le ha hecho bien; menos en el marcador, lo cual es lógico pero no motivo de rechazo
Era 2009 y la Real Sociedad celebraba por todo lo alto su centenario en Anoeta jugando contra el Real Madrid de, entre otros, Ronaldo, Kaka y Xabi Alonso. El partido tenía cierto morbo en San Sebastián, por el rival y por todo lo que rodeó aquella fiesta, también que el Madrid fue sin cobrar a diferencia de lo que otros pretendieron para aceptar jugar.
Hablando en el descanso con Valdano –más yo que él– sobre esa manera, casi mítica y severa, de relacionarse los aficionados de la Real con el Madrid, me dijo que somos enemigos amigos, o algo así. La frase no la recuerdo, y aunque pudo querer decir lo contrario, la idea la hice mía. Si quitas ese forzado y espeso ángulo político que muchos se empeñan en darle a todo, también al fútbol, la realidad es que a la Real el Madrid siempre le ha hecho bien; menos en el marcador, lo cual es lógico, pero no motivo de rechazo. He sido merengue en tierra txuri urdin, les hablo con conocimiento de causa.
Vemos tantas cosas en estos tiempos que a la vida ya solo le pido autenticidad, para qué pedir más. Como la de Vinicius, que es alegría, juega como el que va a una fiesta, arriesga, va de frente, y mete goles. Ha tenido que ser ante la Real y la sorpresa de Anoeta, incrédula incluso viendo el 0-2 en el marcador, va Jovic y dice que juega en el Madrid y aprovecha la oportunidad.
Por cierto, un día tenemos que hablar con tiempo de Militao, que se nos acumula plancha con este Madrid.
Este es uno de esos partidos para los que pediría una salvedad en el reglamento y que se permitiera, dadas las circunstancias, ganar a los dos (sería una norma absurda pero comprensible); pero me gusta mucho ganar jugando así en San Sebastián, que no es cualquier cosa. Seamos amigos.
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