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27 de abril de 2024

Luka Modric celebra su gol en el Bernabéu

Luka Modric celebra su gol en el BernabéuAFP

Real Madrid 4-1 Real Sociedad

Luka Modric lidera la exhibición del Real Madrid en el Bernabéu

Al gran gol de Camavinga le siguió otro gran tanto del croata para los blancos, que afianzan el liderato de la Liga y enfilan con buenas sensaciones el partido del miércoles ante el PSG

Camisetas de todos con Ucrania. Todos juntos. Camavinga por Kroos y Rodrygo por la derecha. Por allí dejó clavado el brasileño a Gorosabel, que centró a Benzema delante de un muro. Lo fue rodeando y lanzó un gancho para escalar, pero le pasó por encima a Vinicius. En el ocho Carvajal sacó una patita que pisó al realista. Se le puso cara de cordero, así que era penalti, aparte de que lo era. Marcó Oyárzabal muy fuerte y raso por la izquierda de Courtois que se lanzó bien, pero no lo suficientemente rápido.
Se puso el Madrid a moverse y siguió presionando arriba. La siguiente barrera, una vez superada por la Real, ya era en los tres cuartos. Había en el medio un vacío, pero controlado. Era como haber dejado el centro libre sin dejarlo. Pero por alto y largo lograban los guipuzcoanos salvar esa presa. Isak abrió, de hecho, una vía por la que se metió Silva, pero allí estaba Alaba, por suerte, como un tapabalazo, un tronco envuelto de estopa allí abajo del barco.

El «Camavingol»

La presión del Madrid era la que tantas veces recibe. Buena cosa. Illarra derribó a Camavinga al borde del área. Disparó Alaba y despejó Isak a córner. Erraban los visitantes por dos veces en la salida, pero no acertó a aprovecharlo el Madrid. Benzema se sumaba al ataque como aquellos criados que iban sujetos a la parte de atrás de las carrozas de sus señores y luego eran quienes abrían las puertas y bajaban las escalinatas.
Vinicius empezaba a hacer estragos en la defensa donostiarra. Movía al equipo en bloque con sus recortes violentos y su avance balístico. Modric la colocó por la izquierda y no llegó Casemiro en boca de gol. Del centrocampista brasileño se vio repetido un abrazo de Zubeldia en el área como para reírse del de Jordan a Doncic. Lo que vino después fue el Camavingol. Lo nunca visto.
Camavinga controla el balón ante la Real Sociedad

Camavinga controla el balón ante SilvaAFP

Un chutazo en seco mientras estaban todos parados. No podían esperarse el proyectil. Un terremoto. Luego marcó Benzema en fuera de juego, pero algo había sucedido. Era Modric que se movía por todas partes, Astérix, que amagó y dejó a Remiro otra vez viendo pasar la bola de cañón por encima de su cabeza, casi rozándola con los dedos en la agonía del talento del croata. «42 millones para tapar vergüenzas», rezaba la mítica portada de un diario deportivo catalán cuando Modric llegó al Madrid.
Que no se olvide nunca la inoportunidad, la indelicadeza, la metedura de pata hasta el corvejón al hablar así de uno de los más grandes futbolistas de la historia, petición expresa de José Mourinho, que corría por la yerba del Bernabéu riendo y como desnudo y libre. Parecía haber bajado la presión a los medios el Madrid en la segunda parte. Pero no. Estaba Modric por todas partes. Vinicius seguía rompiendo cristales.

Leña y caracoleo

Se intercambió con Camavinga robando y centrando para la carrera por la banda del francés, que tiene recursos incognoscibles. Le mandaba Benzema a Rodrygo que se centrara, y lo que hizo el brasileño es centrarle. Desvió el tiro cruzado Pacheco con las yemas. Casemiro era el cierre de una tienda. Hasta sonaba igual con las luces de las farolas encendidas y las calles desiertas. Estaba el Madrid chutón. Otra buena cosa. También Casemiro, que casi sorprende a Remiro. Le fue el balón al cuerpo y solo tuvo que endurecerse para despejar.
A Zaldúa le mostraron amarilla. Nunca es tarde. Vinicius se inventó un pase en medio de la leña y el caracoleo. Se metía el Madrid de todas formas, probando, husmeando. Benzema se plantó y se coló a la media vuelta. Salvó Remiro con el cuerpo. Vinicius hizo una carambola defensa-palo. Luego le segaron los tobillos, otra vez. Habría que cortar esa gratuidad con el pito para evitar males mayores.
Ancelotti abraza a Modric tras su sustitución

Ancelotti abraza a Modric tras su sustituciónEFE

La combinación entre Vinicius, Rodrygo y Benzema, una jugada como de fútbol americano al borde del touchdown, acabó con disparo a quemarropa del francés cuyo gol fue anulado por el VAR. Salvó la Real milagrosamente las defensas madridistas casi sin desviarse hasta que Alaba primero, y Militao después, acabaron por sacarla. Una falta a Vinicius fuera del área demostró la repetición que fue dentro. El penalti lo marcó Benzema para el tres a uno.
Y si se hablaba de fútbol americano, de punta a punta centró Casemiro a Carvajal, que se inventó un recortito al borde del abismo para retrasar el balón y que Asensio, en su primer toque de pelota, marcara el cuarto. Era casi el ochenta y Ancelotti hizo todos los cambios para empezar a recibir al PSG con victoria, sensaciones y un Luka Modric estelar, mítico, como con la mirada fija ya en los parisinos.

Ficha técnica:

Real Madrid 4: Courtois; Carvajal, Militao, Alaba, Mendy; Camavinga, Modric (Ceballos, m. 82), Casemiro; Vinicius (Marcelo, m. 82), Benzema (Mariano, m. 84), Rodrygo (Asensio, m. 77).

Real Sociedad 1: Remiro; Pacheco (Alcántara, m. 46), Le Normand, Zubeldía, Zaldúa, Illarramendi, Merino, Gorosabel; Silva (Djouhara, m. 46), Oyarzábal; Isak (Sorloth, m. 80).

Goles: 0-1 (Oyarzábal, m. 10. P.). 1-1 (Camavinga, m. 40). 2-1 (Modric, m. 43). 3-1 (Benzema, m. 76). 4-1 (Asensio, m. 79)
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