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19 de abril de 2024

Los jugadores del Real Madrid celebraron con su afición la victoria en El Clásico

Los jugadores del Real Madrid celebraron con su afición la victoria en El ClásicoAFP

Un Real Madrid imbatible y un Barcelona a la deriva: unos en la perfección, otros en la 'semana horribilis'

Mientras los blancos se alzan al liderato de LaLiga y pasan en Champions, los azulgrana navegan sin rumbo con un Xavi Hernández muy tocado

Pocos partidos en el fútbol actual pueden dejar un análisis tan real como el que salió este domingo del Real Madrid - Barcelona. Las dos caras del fútbol español se vivieron en el Santiago Bernabéu y reflejó cómo están unos y otros. El 3-1 en El Clásico fue el perfecto ejemplo de la seguridad y estabilidad con la que vive el Real Madrid y de la deriva sin rumbo en la que está sumergida un Barcelona muy tocado.
Y es que este Clásico fue la puntilla para la 'semana horribilis' del equipo azulgrana. En tan solo cinco días el Barça ha recibido dos 'palos' que ponen en jaque un proyecto que Xavi no se cansa de repetir que está en «construcción». Y es verdad, pero ese calificativo no exonera al entrenador de sus pésimos resultados en los grandes partidos. Este Barcelona está (casi) eliminado en la primera ronda de la Champions –por segundo año consecutivo, para más desastre– y ha perdido el liderato de LaLiga en detrimento de su máximo rival, que le superó con suma facilidad y sin desengrasar la máquina. La semana ha sido muy reveladora en ese proyecto lleno de palancas pero falto de aciertos deportivos.
Mientras el Real Madrid se clasificaba para los octavos de la Champions League a falta de dos jornadas, el Barcelona firmaba una nueva debacle y se quedaba sin prácticamente opciones a falta de dos partidos. Mientras el Real Madrid alcanzaba el liderato de LaLiga, el Barcelona se quedaba sin ello. Mientras en el Real Madrid funciona todo lo que hace su entrenador, en el Barcelona Xavi no da con ninguna tecla. Y así se podría comparar varios parámetros únicamente de esta última semana, que ha puesto la cara y la cruz a los dos grandes del fútbol español. Los blancos viven tranquilos, sabedores de que su proyecto funciona a la perfección. Los azulgranas ni arrancan ni convencen.
De ahí que El Clásico que se jugó este domingo haya sentenciado a unos y otros. Aún recordaban algunos culés aquél 0-4 en el Bernabéu de hace siete meses que ha servido como engaño al propio barcelonismo. Aquél resultado no le valió para nada al Barça, que incluso siguió tan mal como estaba antes de ese partido, y tampoco le pasó factura al Madrid, que siguió ganando títulos. Cuando El Clásico fue verdaderamente relevante, como el jugado este domingo, los de Ancelotti se impusieron casi sin sudar, con un control tranquilo y total del partido (a excepción de cuatro minutos, del 84 al 88) ante el que retrató al Barcelona, sin nivel para los grandes partidos.
Lewandowski ni apareció en el que era su primer Clásico

Lewandowski ni apareció en el que era su primer ClásicoEFE

La 'semana horribilis' en 'can Barça' tardará en superarse. Ahora tienen un calendario en Liga exigente, ante Athletic y Villarreal en el Camp Nou y la visita a Mestalla, por lo que el problema puede ir a más. Entre medias firmarán, salvo sorpresa mayúscula, la eliminación de la Champions. Y además siempre sobrevolará cómo el equipo no compite en los momentos importantes y es superado por todo equipo que ya tiene un nombre. Y eso a la vez que el Real Madrid va hacía arriba, que hace más daño en el entorno de un equipo que intenta vivir con calma por la figura que tienen en el banquillo, un entrenador de la casa, una leyenda como jugador. Si fuera otro el técnico –véase todos los anteriores: Koeman, Valverde, Setién, 'Tata' Martino...– bien diferente sería el ambiente en el club.
Se suma todo ello a que este Real Madrid es imbatible. 14 partidos jugados esta temporada y ninguno perdido, solo cediendo dos empates. Tras nueve jornadas de Liga es líder en solitario, tres puntos por encima del Barcelona, al que le lleva ya ventaja en el duelo particular, algo que da un título si ambos quedan empatados a final de curso. En ese ambiente de consistencia y felicidad contenida el Real Madrid hurgó en la herida del Barcelona, aunque aún pudo ser más. Casi que perdonó una goleada si le hubiera puesto otro ritmo más alto a El Clásico, algo que ni necesitó para ganar.
El fútbol son rachas, son momentos, y mientras los blancos se alzan al liderato de LaLiga y pasan en Champions sin apenas problemas, los azulgrana navegan sin rumbo con un Xavi Hernández muy tocado. La última semana ha dejado las cosas claras y además ha sido el perfecto resumen a este 2022: el Real Madrid es muy superior a un Barcelona que vive más de las ilusiones que de la realidad.
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