Encabritando a Bellingham
Llevo unas jornadas fijándome: en cuanto recibe, si no la suelta de primera es golpeado. Y si la suelta, muchas veces también. Se trata de evitar que salga zumbando. Y excitarle.
Es una tradición en nuestra Liga: encabritar al bueno del Madrid. Ausente Vinicius le tocaba a él, Bellingham. Va camino de obra maestra. No tardarán en expulsarle. Por quejarse.
Llevo unas jornadas fijándome: en cuanto recibe, si no la suelta de primera es golpeado. Y si la suelta, muchas veces también. Se trata de evitar que salga zumbando. Y excitarle. Esta vez, la primera llegó al minuto. En su cara se leyó: ya empezamos. Se juegan dos partidos contra el Madrid en esta Liga de nuestros pecados. El anunciado en los carteles y el otro, contra Bellingham.
Que al césped le va bien vivir en el hipogeo lo demuestra que resiste la incomodidad que le supone que cada dos por tres se le caiga Jude encima, son unos kilos. Bien puestos, pero pesan. Pasado el minuto 70 Ancelotti le mandó al vestuario. Está mosca y había sido amonestado. Lleva tres tarjetas aquí. A ojo, cada quince tantarantanes que le dan, él ve una. La media de sus marcadores es una broma. Otro partido completito: marcó otra vez, lideró y se fue poniendo molesto: no le queda ná. Marcó el 1-0, ¿eh? Eso.
Modric, Rüdiger, Lucas Vázquez, sí, él, también jugaron un gran partido. Todo el Madrid lo hizo. Cómo no Brahim que metió un golazo. No sé si en España tenemos un jugador de su calidad en la creación/frente de ataque. Marruecos le va llamando por si se anima pues España no lo hace. Pues no sé…
El Madrid no tiene gol, nos cuentan: ya es el máximo goleador del torneo, empatado con el Girona, siempre él. Treinta y ocho más dieciséis en Europa, cincuenta y cuatro. Un gran déficit, sí. Claro que para déficit el de las lesiones. Cayeron Alaba, cruzado nada menos, otro más, adiós temporada, y Mendy se retiró aprovechando el descanso. Es una plaga.
Ver al Madrid jugar y ganar así tiene un mérito extraordinario. Como dice Ancelotti está haciendo más de lo que se podía esperar y el pueblo lo sabe. Por eso acabó dedicándole olés. Por cómo jugo en equipo y por las perlas de la mayoría de sus jugadores. Estadio cerrado porque hacía frío en Madrid. Es obligado que el pueblo esté cómodo viendo a su equipo. Ah. Dos centrales sanos, Rüdiger y Nacho, más el apaño de Tchouaméni. Urge salir al mercado en enero. Difícil y necesario.
Y este mediodía, euro sorteo. No habrá Copenhague para todos. Cada hora que pasa me pone más la vuelta de Kylian. ¡Qué quieren! Me va la marcha. Como al Madrid.
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