
Carlo Ancelotti volverá al clásico 4-4-2 en la semana más importante del curso
Ancelotti cambia el concepto y jugará con dos puntas y cuatro medios en la semana crucial del Real Madrid
El partido de Getafe será otro ensayo del 4-4-2 con vistas a una final de Copa que marcará la temporada
Courtois será el guardameta de la final frente al Barcelona
El Real Madrid se juega la temporada en esta semana fundamental y Ancelotti debe hacer lo que más le conviene al equipo para conquistar una Copa del Rey que marcará el resto de la campaña. Todos se la juegan. El entrenador y varios futbolistas. El italiano siempre ha dicho que su sistema idóneo es alinear dos delanteros y cuatro centrocampistas. Los blancos han funcionado siempre bien cuando su entrenador ha regresado a ese esquema. Fue el rendimiento de Rodrygo en la primera mitad de la temporada el argumento que le obligó a salir con tres puntas.
Pero el conjunto blanco sufría en los grandes partidos con esa estructura, al medirse a rivales que colocaban cuatro medios. Se acabó. El técnico desea tener el balón y presionar mejor desde arriba y para eso necesita el 4-4-2. Lo hizo frente al Athletic, hoy lo volverá a ensayar en Getafe y será el punto de partida en la final copera ante el Barcelona.
El cuadro de Ancelotti dio un paso adelante con este sistema ante los hombres de Ernesto Valverde, quien siempre ensalza la carrera de su colega italiano. Primero dominó el juego con Ceballos y en el segundo tiempo añadió a Endrick para tener una referencia como ariete. El campeón de liga vigente jugó muy bien con esta transformación. Será el camino para intentar ganar la Copa.
La final de La Cartuja es una cita trascendental. El Real Madrid sabe que si vence en esa final, sea como sea, habrá dado un golpe muy importante que afectará a la Liga. Una victoria copera frenará la soberbia barcelonista tras los dos últimos triunfos ante su máximo rival e inyectará las dudas en el plantel de Flick, que inmediatamente se medirá al Inter en la Champions y después volverá a verse las caras con el Real Madrid en el campeonato doméstico. La plantilla madridista subraya que ganar la Copa puede llevarles a conseguir también la Liga. 'Es la hora de dar un golpe sobre la mesa', manifiestan los líderes del grupo.
Volver a lo que funciona: Bellingham arriba
La idea de Ancelotti es muy clara. Debe volver a lo que dio resultado. Y lo que funcionó la pasada temporada fue Bellingham situado en la punta del rombo y cerca de los delanteros. La llegada de Mbappé y la continuidad del triunvirato atacante retrasó la posición del inglés. El tiempo ha dejado claro que fue un error. Los hechos han demostrado que el Real Madrid debería haber jugado con dos puntas y Bellingham en el rombo.
El británico casi se adjudicó el trofeo Pichichi el año pasado. Tiene gol y si se encuentra cerca del área es realmente un delantero. Ante el Athletic le hicieron un penalti y creó dos ocasiones claras. Es su sitio. No pueden retrasar su colocación y anular una de sus grandes virtudes, que es el disparo, la pared en el área y el último pase.
Courtois también tendrá su sitio como guardameta titular de la final. Los dirigentes, el técnico y el equipo saben que una victoria en la Copa y en la Liga transformará todo el juicio de la temporada sobre el club y la premisa en la entidad que más ha ganado históricamente es que deben competir los mejores. Y el mejor portero que entrena en Valdebebas es el belga. Tonterías las justas.
Mbappé juega
Una buena noticia para el madridismo es el alta de Mbappé. Desde que se lesionó en la Champions se ha preparado concienzudamente y estará apto para jugar la final. Será una gran oportunidad para resarcirse de una temporada irregular.
Lleva 33 goles, que son muchos, pero los aficionados blancos esperaban más de su rendimiento. Le exigen más porque su calidad le permite dar más. 'Es la hora, la semana, el momento de dar un vuelco a la situación', destaca un capitán de la plantilla.
Nueve fijos y dos incógnitas para La Cartuja
La final con el Barcelona marcará un antes y un después en el Real Madrid. Ancelotti ha ensayado ese partido frente del Athletic y hoy volverá a hacerlo en Getafe. Su hijo Davide y él llevan varios días preparando ese encuentro. Tienen nueve titulares fijos. Courtois en la portería. Asencio y Rüdiger en el centro de la retaguardia. Tchouaméni, Camavinga y Bellingham en el centro del campo. Mbappé y Vinicius arriba. Valverde es el noveno titular seguro y falta por saber si será lateral derecho o mediocampista, decisión que dará un hueco en el once a Modric, Ceballos o Lucas. La otra duda es el lateral izquierdo.
El todo terreno uruguayo marcará el estilo del 4-4-2 de 'Carlo'. Su posición definirá la concepción del centro del campo. Si 'el Halcón' es lateral, como se augura, Modric y Ceballos competirán por la cuarta plaza en la línea media. Si Federico estuviera en el cuarteto de creación, Lucas sería defensa, pero es la opción menos creíble.
La otra buena noticia es que Ferland Mendy estará en La Cartuja. Lleva preparándose semanas para llegar a la final y Ancelotti podrá contar con él. El entrenador evaluará estos días si el defensa francés puede disfrutar ese encuentro decisivo en buenas condiciones. Sería la solución ideal para el italiano en una posición que le ha dado muchos quebraderos de cabeza.
Carlo y Davide deben discernir si Ferland puede jugar un duelo de esta relevancia con su falta de ritmo de competición. Si eligen que Mendy comience en el banquillo, se abrirá un abanico. Primero, Alaba o Fran García. Si fuera titular el austríaco o el canterano español, Camavinga se mantendría en el doble pivote centrocampista. Pero si los Ancelotti optan por Camavinga como defensa izquierdo, Modric y Ceballos compartirían titularidad junto a Tchouaméni y Bellingham en el cuarteto de la línea medular.
La plantilla vive todas estas probaturas para la gran final. La base es el esquema de dos puntas. El Real Madrid, Ancelotti y sus pupilos se juegan el curso. Ya anticipamos hace unos días que el entrenador se habrá ganado el derecho a continuar al mando del equipo un año más y cumplir todo su contrato si conquista la Liga y aún más si gana también la Copa. Es lo que quiere Florentino Pérez.