Vinicius no está haciendo una buena temporada con el Real Madrid
El Barcelona se mofa de Vinicius: le enseña un balón de playa cuando se iba sustituido al banquillo
El brasileño tras su mal partido en el Clásico fue muy criticado por la afición blanca y objeto de burla por la azulgrana
Vinicius, la necesidad de volver a pensar en ser el mejor
Vinicius fue uno de los grandes señalados tras el Clásico. Completamente superado por la defensa azulgrana, se le vio incómodo durante todo el encuentro. Fue incapaz de ganar un solo duelo en velocidad —ni siquiera ante Eric García— y apenas generó peligro en ataque.
El Real Madrid dejó escapar prácticamente La Liga en Montjuïc, y uno de los factores clave fue el discreto partido de Vinicius Júnior. El extremo brasileño es una de las grandes figuras del conjunto blanco, y por eso se le exige más que al resto. Ese «extra» que se espera de él no apareció en la derrota por 4-3 frente al Barcelona.
Esta temporada ha disputado 50 partidos, en los que ha anotado 20 goles y repartido 16 asistencias. Cifras notables, pero lo más preocupante es que no hemos visto al Vinicius de otras campañas: ese jugador desequilibrante, resolutivo, capaz de marcharse de sus rivales con facilidad y de marcar la diferencia en los partidos importantes.
Todos contra él
La animadversión hacia Vinicius Júnior es más que evidente. Merecida o no, el extremo del Real Madrid es objeto de odio y críticas en prácticamente todos los estadios de España, donde suele ser insultado o blanco de burlas constantes.
En los últimos meses, se ha popularizado una especie de «moda» infantil: llevar balones de playa a los partidos en los que juega Vinicius, en referencia a su derrota en la carrera por el Balón de Oro. Al grito de «¡Vinicius, Balón de Playa!», algunos aficionados se burlan del brasileño de manera reiterada.
Esta semana, en el Camp Nou, volvió a repetirse la escena. Un aficionado se mofó de él con una pelota de playa, y el futbolista respondió visiblemente molesto. Aunque este tipo de provocaciones pueden parecer anecdóticas o incluso cómicas, es importante que no se crucen ciertos límites. Ya hemos visto en el pasado cómo este tipo de situaciones pueden escalar y convertirse en algo mucho más grave.
