Thibaut Courtois, tras el partido ante el Real Oviedo en el Carlos Tartiere
Courtois, tercera regeneración a los 33 años: portería a cero y la cuenta de milagros abierta
El belga ha vuelto a consolidarse tras su grave lesión de rodilla; Xabi le considera un baluarte en el césped y un líder que hace grupo en el vestuario
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Los cimientos de un equipo se apuntalan con el guardameta. Si no hay un portero de garantías toda la columna vertebral se resiente. Los entrenadores subrayan que si los jugadores no creen en su portero hay un problema. Que si los hombres de campo no confían en el guardameta hay un problema. Con Thibaut Courtois no hay problema. Siempre ha tenido la confianza de sus técnicos y de sus compañeros, tanto con Bélgica como en el Real Madrid.
Parece que fue ayer, pero Courtois comienza su octava temporada en el Real Madrid. En su primera campaña en la casa blanca compartió el puesto con Keylor Navas durante unos meses, hasta que se hizo definitivamente con la titularidad. Desde entonces ha sido el jefe de la portería del equipo. Solo la grave lesión de rodilla sufrida hace dos años le quitó del puesto. Y el Real Madrid constató que su segundo cancerbero, Lunin, también es un jugador de nivel. El ucraniano fue clave en la consecución de la decimoquinta Champions y Liga número 36. Pero la fe en Courtois es tan grande que reapareció en la final de esa Copa de Europa y sus paradas fueron fundamentales para derrotar al Borussia Dortmund.
Thibaut superó muy bien, con sacrificio, duro entrenamiento y dedicación, la rotura de ligamentos de la rodilla, un percance muy importante cuando un profesional ha entrado ya en la treintena. Hoy, a los 33, es un puntal para Xabi Alonso, dentro y fuera del campo. Es el último muro de contención de la estrategia defensiva del preparador madridista. Y la confianza en el belga es tanta que va a renovar hasta 2027, con una cláusula para extender el contrato por una temporada más si sus prestaciones continúan a esta altura, nunca mejor dicho.
Xabi Alonso le conoce bien. Le tuvo como rival, era el arquero del Atlético, hasta la final de la Champions que los blancos ganaron a los rojiblancos en Lisboa. Courtois vino después al Real Madrid y consolidó su carrera a escala internacional. Quería adjudicarse un título que faltaba en su palmarés, la Liga de Campeones, y llegó al sitio adecuado. Dos Copas de Europa ha conseguido en los últimos cuatro años. Fue elegido el mejor guardameta del mundo y ha mantenido ese rol entre los mejores arqueros del planeta hasta hoy. Ese es el reto que se plantea en esta nueva etapa, a las órdenes de Alonso: continuar siendo uno de los mejores guardametas del mundo.
Titular indiscutible
Se ha labrado la confianza del vasco en los tres meses que llevan juntos. Es el último muro cualificado que necesita un entrenador para apuntalar su idea defensiva. Es el hombre adecuado. Lo fue para Zidane y Ancelotti. Lo es para Xabi Alonso.
Courtois tiene una calidad increíble que pocos cancerberos pueden emular: es muy rápido de movimientos y de reflejos para los 96 kilos y dos metros de altura que presenta. Hoy, a los 33, sigue siendo igual de veloz en sus estiradas y reacciones. Realiza paradas inimaginables para su constitución. Lo sufrieron Salah y el Liverpool, lo soportó el Borussia Dortmund y actualmente ya lo han comprobando los delanteros del Oviedo. Thibaut sigue igual. Es un icono de fe para el preparador guipuzcoano. El último milagro que espera un entrenador cuando todo parece perdido. El belga sigue protagonizando intervenciones milagrosas. Sus compañeros están tranquilos con él. Y el técnico todavía más.
Courtois, en un partido de la pasada temporada
Courtois sabe más que nadie que sostener la portería imbatida en muchos partidos es una clave para ganar títulos. Es fundamental para los grandes éxitos porque los conjuntos de tanta calidad como el Real Madrid casi siempre marcan como mínimo un gol y normalmente rematan dos y tres.
Está claro que mantener la portería imbatida no solo depende del meta. Requiere de una eficacia del sistema defensivo que ahora ha mejorado gracias a la estrategia de presión total y desde la delantera que el tolosarra exige a todos sus hombres.
Esa táctica general de actuación sin balón ha provocado que el Real Madrid no haya recibido ni un gol en las dos primeras jornadas de Liga. Esta consecución potencia psicológicamente a un guardameta tan experimentado como Thibaut y especialmente a todos los jugadores que ejecutan el sistema destructivo y que observan que el trabajo sacrificado que les pide el entrenador obtiene resultados.
La eficacia es una constante en la carrera del belga nacido en Bree. Ya suma 284 encuentros con el Real Madrid, en los que ha encajado 274 goles.
Llopis forja otro Courtois
Thibaut tiene 33 años y dos temporadas más de contrato, que pueden ser tres si su rendimiento persiste. El entrenador de porteros del Real Madrid, Luis Llopis, ha elegido con vistas al futuro a un hombre que es muy parecido físicamente al belga y que puede ser su sucesor: Francisco Javier González Pérez, más conocido como Fran González.
Internacional sub 21 con España, Fran aúna condiciones para ser el nuevo Courtois. Mide casi dos metros, un centímetro menos que Thibaut, pesa 90 kilos y posee también una gran capacidad de reacción y de reflejos para esa envergadura.
Sus cualidades son tan prometedoras que Xabi Alonso, Luis Llopis y Álvaro Arbeloa, responsable del Castilla, han decidido un cambio de trabajo con este chaval de veinte años. Hasta ahora era convocado como tercer cancerbero y se concentraba con el Real Madrid. Pero los técnicos han valorado que Fran necesita competir periódicamente y jugará con el filial los fines de semana. Lo que sí hará el leonés es viajar con el primer equipo en los partidos entre semana, sea Copa de Europa o Copa del Rey.
Courtois es único y los entrenadores moldean a Fran como prototipo. Objetivo: portería a cero con dos metros de portero.