La gran estrategia de Celta y Real Sociedad para evitar la censura de LaLiga a las protestas

Cada partido de esta jornada de LaLiga, la nueve, está comenzando con una protesta por parte de los jugadores por el plan de Javier Tebas de llevar el Villarreal - FC Barcelona de la jornada 17 a Miami. De hecho, ya es oficial porque la patronal cuenta con todos los permisos necesarios, aunque la idea no entusiasma ni a aficionados ni a futbolistas, que así lo están haciendo saber en el inicio de cada duelo.

En cuanto el árbitro pita el inicio del choque, el jugador encargado de sacar de centro echa el balón atrás y todos los futbolistas se están quietos durante 20 segundos. Como LaLiga no quiere que se sepa el motivo de estas protestas, la realización pone un plano aéreo del estadio para que apenas se vea y además, ha añadido el eslogan de «compromiso por la paz» para que así los aficionados en el resto del mundo piensen que este parón tiene que ver con los conflictos bélicos.

Sin embargo, como Celta y Real Sociedad sabían que LaLiga iba a censurar por televisión la protesta, pactaron hacer dos veces el parón, para así pillar a la realización desprevenida y que todos los espectadores pudiesen ver lo que ocurría. Y es que ambos pararon el partido en la primera posesión, que fue del Celta, y también la primera vez que tocó la pelota el equipo de San Sebastián.

Así, consiguieron visibilizar de mejor manera que el partido iba a estar detenido unos 20 segundos para protestar por el plan Miami. Nadie en LaLiga imaginó esta maniobra que habían pactado los dos equipos, y por tanto en la segunda ocasión los planos fueron los normales de un partido de fútbol y no aéreos o de la grada para ocultar lo que ocurre sobre el terreno de juego. Y es que la mayoría de futbolistas y entrenadores no ven bien que se vayan a llevar el partido. «Adultera la competición», dijo Xabi Alonso tras ser preguntado.

Cabe destacar que también los futbolistas de Villarreal y Barça han apoyado las protestas, que también se han escuchado desde la grada. La mayoría del fútbol español no ve con buenos ojos el encuentro en Miami aunque ya parece una realidad que se jugará en el Hard Rock Stadium. La única posibilidad es que lo pare el Gobierno de España, aunque no está del todo claro que tenga competencias para hacerlo.