Novak Djokovic está dejando imágenes preocupantes en el Masters de Shanghái
Vómitos en pista y cojeando cada partido: ¿exagera Djokovic su malestar en Shanghái?
El serbio ha dejado imágenes preocupantes en dos de los tres partidos que ha jugado en la ciudad china por culpa del calor y la humedad, que se está disparando exponencialmente
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Novak Djokovic está a tan solo tres pasos de ganar su título 101 en la ATP (el 100 lo consiguió en Ginebra el pasado mes de mayo) en Shanghái, una ciudad en la que está experimentando de primera mano lo que es jugar al tenis, el deporte que tanto ama, en unas condiciones climatológicas de lo más extremas.
El serbio ya está en cuartos de final, donde se medirá al belga Zizou Bergs, pero tanto en segunda ronda como en octavos, el actual número cinco de la ATP ha sufrido de lo lindo (se ha tenido que ir a partidos de tres sets) y ha dejado imágenes preocupantes.
En su partido ante el alemán Yannick Hanfmann, el tenista de Belgrado vomitó dos veces por culpa del calor y, en cierto modo, del sobreesfuerzo llevado a cabo. A fin de cuentas, Djokovic acaba de cumplir 38 años y no tiene la misma resistencia física que Carlos Alcaraz, por citar un ejemplo. La primera fue en el fondo de la pista y la segunda se produjo en la zona de su banquillo.
Al término del partido contra el tenista teutón, Djokovic fue claro y afirmó que lo que se estaba viviendo en Shanghái con el calor era una auténtica barbaridad. «Esto es igual para todos, pero es brutal cuando tienes un 80 % de humedad día tras día, particularmente los que juegan por la mañana, donde el sol hace que todo sea peor. Para mí, biológicamente, es más desafiante lidiar con este tipo de cosas. Hoy [por el domingo] tuve que lidiar con esta tormenta, además de que Yannick jugó un partido increíble desde el primer momento. No puedo pedir más, habiendo jugado casi tres horas frente a este público que gritaba mi nombre a mis 38 años en la tercera ronda de un Masters. Esto es como un sueño para mí».
A Novak le está tocando jugar sus partidos con temperaturas cercanas a los 30 grados y con una humedad por encima del 80 %, algo realmente complicado de afrontar cuando se está compitiendo a alta intensidad y con tanto en juego.
Lo mismo le sucedió en su duelo de octavos ante el español Jaume Munar, al que ganó en tres sets. En dicho partido, el serbio tuvo que ser atendido por un dolor en el pie izquierdo en el primer set y al acabar el segundo se tiró al suelo y los médicos le tuvieron que tomar la tensión. Los signos que está dando Djokovic son, en efecto, preocupantes.
Y es aquí donde se ha reabierto el debate que se generó el pasado mes de enero en el Open de Australia. A principios de año, Novak Djokovic tuvo que ser atendido por molestias musculares en su duelo de cuartos de final ante Carlos Alcaraz. Y esas dolencias (que acabaron derivando en un desgarro muscular) le obligaron a retirarse del partido de semifinales ante Zverev tras perder el primer set. El público australiano, ese que tanto le adoró durante tantos años, le acabó abucheando.
Sin embargo, en este caso la pregunta es: ¿exagera Djokovic su malestar en Shanghái? Hay gente que puede pensar que sí, pero también hay que entender que no es fácil competir con unas condiciones climatológicas extremas y en una ciudad en la que la humedad se dispara exponencialmente. Si no que se lo pregunten a Sinner, que abandonó la pista acalambrado y dejó una imagen nunca vista por parte del tenista de San Cándido.
De momento, y a pesar de todo, Djokovic está en cuartos. Y para poder emitir un juicio definitivo, habrá que ver si estos vómitos y cojeras se vuelven a repetir en el partido ante el belga Zizou Bergs, que se disputará el próximo jueves y en el que habrá en juego un billete para las semifinales del Masters 1000 de Shanghái, el penúltimo de la temporada en esta categoría.