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01 de mayo de 2024

Un hombre pasa por la puerta de una oficina de empleo

Un hombre pasa por la puerta de una oficina de empleoEuropa Press

 Miles de parados se refugian bajo el SEPE ante la falta de incentivos

España es uno de los países que más grava el trabajo, algo que podría ser causa de nuestro alto desempleo

Según Eurostat (Oficina Estadística de la Unión Europea), el aliciente que tiene un desempleado español para volver a trabajar es aumentar sus ingresos en torno a un 18 %. En la Unión Europea es un 26,38 % y en la Eurozona, algo menos del 25 %.
Aunque es cierto que existen países en los que se incentiva la reincorporación al mercado laboral, como sucede en Reino Unido, Japón o Estados Unidos, hay otros en los que estar parado supone ganar más que trabajando. Algunos de estos países son Letonia, Luxemburgo, Dinamarca, Bélgica e Islandia.
La explicación a este hecho se debe a que las prestaciones por desempleo suelen ir en proporción a los salarios mínimos interprofesionales, y cuanto más elevados sean estos, más lo serán las ayudas. En Bélgica el salario mínimo es de 1.842,3 euros y en Luxemburgo supera los 2.000 euros.

La trampa del desempleo

Eurostat define como la trampa del desempleo el porcentaje de ganancias perdidas por impuestos cuando una persona pasa de estar desempleado y se incorpora al mercado laboral; todo ello como consecuencia de la pérdida de prestaciones por desempleo y los mayores impuestos y cotizaciones a la Seguridad Social que derivan del trabajo.
Hay países que intentan que la permanencia en el desempleo sea menor y tienen trampas de desempleo con porcentajes inferiores; por ejemplo, Malta (51,8 %), Grecia (54,5 %), Rumanía (54,9 %), Reino Unido (57 %), Polonia (59,6 %), Chipre, (64,2 %) y Estados Unidos (65 %).
De esta forma, un desempleado rumano tiene el incentivo de ganar un 45 % más si vuelve a trabajar, lo mismo que un griego. En el caso de un desempleado en Chipre, el 'cebo' es de un 36 %.

Desempleados con prestaciones

En España, un 56 % de las personas que están desempleadas se beneficia de alguna prestación, de carácter contributivo o asistencial.
Las contributivas se vinculan al tiempo que se ha estado cotizando durante el periodo laboral previo al cese de la actividad, y las asistenciales al tiempo de permanencia en el paro. Según los últimos datos del SEPE (Servicio Público de Empleo Estatal), seis de cada diez personas cobran las prestaciones asistenciales y las otras cuatro, las contributivas.
España, es según la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), uno de los países que más gravan el trabajo. El porcentaje está en el 39,3 %, cinco puntos por encima de la media de los países más desarrollados del mundo. Podría estar relacionado con los elevados niveles de paro de nuestro país.

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