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El frio, China y el ahorro europeo marcaran el desabastecimiento estos meses

Crisis energética

Las tres condiciones para que el invierno no sea tan duro como se espera

La llegada de las bajas temperaturas a Europa hace que se mire a Rusia ante la escasez de gas para calentarse

El frío, la nieve, pocas horas de luz solar… las condiciones climáticas que trae consigo el invierno en el hemisferio norte nunca han sido tan observadas como en este final de 2022 y el comienzo de 2023.
La invasión de Rusia a Ucrania fue en el febrero de 2022, pero las necesidades energéticas se podían dar por cubiertas en vista de que la primavera estaba por llegar. La energía no era un problema hasta que se empezó a mirar al siguiente invierno y al control de Rusia sobre los países dependientes.
Hay tres condiciones esenciales para que no haya ningún problema de aprovisionamiento durante los próximos meses en Europa.

Frío

El primero es que el invierno no sea mucho más frio de lo habitual. Para responder a esta pregunta hay que mirar al hemisferio sur durante los meses pasados donde han vivido temperaturas bajas.
Por otro lado, Europa viene del verano más tórrido de su historia con sequías prolongadas en lugares como el Reino Unido. Noviembre arrastra temperaturas altas y los modelos para diciembre, enero y febrero en Europa también auguran temperaturas por encima de la media y pocas lluvias, aunque seguirán las habituales dos o tres olas de frio propias del desalojo de aire polar, aunque no se puede predecir en que parte del hemisferio se producirá.

China

La segunda condición es China. Este gigante al que ahora atacan desde Estados Unidos y el resto de Europa para restarle poder económico, tiene necesidades energéticas. Tantos sus casi 1.500 millones de habitantes como su potencial industrial tienen capacidad para absorber el gas que sale al mercado.
Por suerte para Europa, la política de covid cero provoca el cierre de muchas empresas y confinamientos que reducen algo el consumo.
Rusia ha potenciado su red de gasoductos con China para evitar que las sanciones de Europa le hagan empobrecerse. Europa no quiere pagar el gas en rublos y China es ahora el objetivo de Putin para colocar gran parte de la producción de gas.

Menor consumo

La tercera condición es que los europeos cumplan con el objetivo de disminuir su consumo. Ya nadie habla de cifras. En julio se propuso un 15 %, en septiembre un 10 % y algunos países como España hablan del 5 % porque la crisis energética no va a ser tan dura al no depender del gas ruso.
Las llamadas al ahorro desde Europa podrán cambiar algo la conciencia de los ciudadanos sobre el dispendio energético. Desde la Comisión Europea se han hecho recomendaciones, pero también se obligado a recortar un 5 % la demanda en las horas punta algo que en España se produce desde las 20:00.
Tres condiciones para pasar el invierno que son poco más que un parche ante la misión de Europa de desconectarse del gas ruso y conectarse a energías renovables para conseguir la independencia energética.