La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, tiene en Petronor una ocasión de demostrar si la vigilancia sobre las horas extra va a ser independiente
El caso Petronor, ligado al PNV, pone a prueba la coherencia de Yolanda Díaz
La petrolera vasca registra cada año 30.000 horas extra, algo que la ministra asegura querer perseguir, y tiene congelado el sueldo de sus empleados a pesar estar obteniendo beneficios récord este año
La petrolera Petronor, próxima al PNV, vivió ayer una jornada de huelga de tres horas y el próximo miércoles la trasladará a una concentración en la Inspección de Trabajo de Bilbao. Los sindicatos se quejan de que hacen 30.000 horas extra anuales y de que los salarios de los empleados están congelados, a pesar de que la empresa ha ganado 305 millones de euros en los nueve primeros meses del año, un beneficio récord para la compañía.
La cuestión de las horas extra pondrá a prueba la coherencia de Yolanda Díaz. La ministra ha asegurado que el fraude reiterado de las horas extra que ni se compensan ni se pagan se va a perseguir, y ahora está ante la prueba de fuego: ¿será implacable con una empresa como Petronor, cercana a un partido amigo del Gobierno como el PNV? «De momento no tenemos ninguna noticia del Ministerio de Trabajo ni de la Inspección de Trabajo», asegura Iker Gonzalo, representante de Comisiones Obreras (CCOO) en Petronor.
Gonzalo afirma que la plantilla rebasa las 30.000 horas extra anuales desde hace diez años, y que este año previsiblemente superarán las 45.000. «Lo denunciamos cada año en la Inspección de Trabajo en Bilbao, pero no hacen nada. Realizan informes de la situación que se traducen en multas de 3.000-6.000 euros, que para Petronor no son nada. Por 67.800 horas extra en 2019 les pusieron una multa de 6.000 euros. Les compensa pagarla», afirma. «Las horas extra que denunciamos en Petronor se remuneran o descansan. No obstante, solo conocemos los registros horarios de una parte de la plantilla. En la actualidad somos algo menos de 1.000 trabajadores. Unos 300 son excluidos de convenio. De estos fuera de convenio la empresa no da registros horarios y nos consta que trabajan muchas horas», añade.
«La oferta económica que nos han hecho no compensa la pérdida de poder adquisitivo. Hay recortes en la plantilla, en la conciliación… Como en la planta siempre tiene que haber personal, se ha convertido en normal doblar los turnos…», lamenta Gonzalo.
El descontento en el interior de la empresa contrasta con que el País Vasco haya logrado quedarse con la gestión del impuesto a las energéticas por sus beneficios supuestamente caídos del cielo, y en el que estará incluido Petronor. El consejero de Economía y Hacienda del Gobierno Vasco, Pedro Azpiazu (del PNV), se mostraba muy contento por esta cesión del Gobierno central que en principio hará sumar 400 millones en ingresos a la región al unirse a los procedentes del impuesto a la banca, aunque el logro de la cesión se lo atribuyó Bildu, como ya contamos en el artículo que hay bajo estas líneas.
Ahora habrá que ver si los mandos de Petronor vinculados al PNV son capaces de arreglar la situación de sus empleados, o si Yolanda Díaz hace la vista gorda sobre las horas extra, y quién sale ganando y perdiendo de toda esta situación.
Comentarios
