El consejero delegado de Banca March, José Luis Acea, en un momento de su intervención
Jornada financiera Banca March-El Debate
La financiación alternativa se perfila como una gran oportunidad para la empresa familiar y mediana
La primera jornada sobre la cuestión organizada por Banca March y El Debate expone sus ventajas en estos tiempos de incertidumbre económica
El director de El Debate, Bieito Rubido, y el consejero delegado de Banca March, José Luis Acea, han inaugurado en La Coruña una jornada sobre Financiación alternativa para la empresa y asesoramiento patrimonial para el empresario ante una audiencia de empresarios, directores generales y financieros de las principales compañías de la zona. Rubido ha afirmado la apuesta de El Debate por una economía de mercado «libre, luminosa y carente de trabas». En esa línea ha enmarcado la colaboración del periódico con Banca March en este evento. Por su parte Acea ha destacado la intención de su entidad, la más solvente de España, de aportar a las empresas una financiación alternativa a la tradicional con sus productos exclusivos, unos equipos muy profesionales y una capacidad de adaptación que pone a disposición de las empresas medianas y familiares fórmulas de financiación que hasta hace poco sólo estaban al alcance de las más grandes, lo que le permite afirmar que «la sofisticación es democratizable».
La mesa redonda ha contado con la intervención de una compañía gallega que ha optado por incorporar financiación alternativa de la mano de la Banca March. Se trata del Grupo Profand, empresa del sector pesquero que cuenta con una flota de veinticuatro barcos, tiene 3.500 empleados y llega a sesenta países. «Históricamente habíamos trabajado con bancos y financiaciones estándar. Últimamente utilizamos una doble vía», ha señalado Moisés Rodríguez, director general corporativo del grupo. Con Banca March han realizado una operación de direct lending, una forma directa de financiación, sin intermediación de entidades financieras: «Nos ha dotado de flexibilidad. Los bancos tienen ciertas restricciones y el direct lending no deja de ser un acuerdo entre las partes que permite acordar lo que quieras», ha indicado. El servicio de la deuda les resulta muy cómodo para poder seguir invirtiendo su exceso de caja y para soportar con deuda los momentos de estrés de negocio. El compromiso de financiación es a largo plazo y permite diversificar las fuentes de financiación de la compañía, punto especialmente interesante en momentos en los que se anticipa un cierto endurecimiento del crédito: «Hasta ahora había crédito ilimitado, pero creemos que el grifo de la financiación puede cerrarse un poco. Esta nueva fuente nos aporta valor», añade.
De izquierda a derecha, José Manuel Arcenegui (Banca March), Moisés Rodríguez (Profand) y Gonzalo Gómez (MARF) dialogan con Bieito Rubido.
El director general de Banca March y responsable del área de Banca Corporativa, José Manuel Arcenegui, ha explicado que la financiación alternativa no se debe concebir como sustitutiva de la crediticia, sino como un complemento. Ha recordado que la entidad ocupa la primera posición del ranking de asesores registrados/arrangers y colocadores de deuda a corto plazo para emisores corporativos españoles. Ha participado en un total de 58 programas, tanto de pagarés MARF como de Euro Commercial Paper (ECP) en la Bolsa de Irlanda. En el caso concreto del MARF, Banca March ha colocado 50 de los 90 programas que hay vivos en este mercado. Entre ellos se incluyen empresas grandes y menos grandes, todas líderes en su sector y con calidad de crédito.
«Hay muchas ventajas en la financiación alternativa y cada empresa debe buscar la suya», ha señalado el responsable de Banca Corporativa de Banca March, que no ha eludido plantear la pregunta lógica: «Si la empresa española se está financiando en la actualidad a 20 puntos básicos menos que la alemana, ¿para qué complicarse la vida con una financiación alternativa?». La respuesta es que el sector bancario tiene cada vez mayor regulación, mayores exigencias y, a la larga, la financiación alternativa acaba representando una opción barata y aporta flexibilidad a la empresa. Por este motivo Banca March quiere liderarla, con una visión que anticipa aún mucho margen de crecimiento. Prueba de ello es que en otros países su uso es mucho mayor: en Alemania representa el 70 % de la financiación de empresas (contra un 30% de la tradicional crediticia), frente al 15 % que se registra en España.
Arcenegui ha hecho hincapié en que el momento de incorporar este tipo de financiación y diseñar un esquema que incluya alternativas no crediticias es, precisamente, cuando las empresas van bien, y que debe concebirse como complementaria a la tradicional: «No hay que tener miedo a la financiación alternativa. Permite diversificar las fuentes de financiación, el coste no es elevado, amplifica la base de inversores, los programas de registro son muy sencillos. Los bonos, el direct lending, hacer una financiación a medida... Esa facilidad no siempre la da la financiación bancaria».
La prueba de que la financiación alternativa crece la ha dado Gonzalo Gómez Retuerto, director del Mercado Alternativo de Renta Fija (MARF): su saldo vivo (suma de emisiones) ha llegado ya a los 9.500 millones de euros por parte de las 136 compañías que han debutado con ellos desde su puesta en marcha en el año 2013. «Ahora, todos los días hay emisiones de 25-30 millones de deuda de empresas que tienen otros balances, otras estructuras. Es un mercado más accesible para las empresas», ha dicho. Además de la flexibilidad que dota a las empresas, Gómez ha resaltado como ventajas de la financiación alternativa otros factores, como la liberación de la caja que supone y en lo referido al MARF ha resaltado lo relevante de saber que el tipo el interés es fijo.
La sostenibilidad de la financiación ha formado también parte del debate. En este punto, director general corporativo de Profand ha puesto de relieve la importancia de este aspecto, al recordar que, si bien hace unos años los indicadores de sostenibilidad eran opciones, en la actualidad, para los inversores institucionales, se han convertido en «condición sine qua non». Arcenegui ha indicado la tendencia hacia una financiación sostenible que sea muy finalista.
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