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25 de abril de 2024

El presidente de la Cámara de Comercio España-Israel, Gil Gidron.

El presidente de la Cámara de Comercio España-Israel, Gil Gidron, en El Debate.Miguel Pérez

El enlace perfecto para hacer negocios en Israel

El comercio con España se dispara a los 3.200 millones de euros anuales, en buena medida gracias a la Cámara que dirige Gil Gidron

Gil Gidron nació en Israel, aunque ha pasado buena parte de su vida en España. Es ingeniero industrial, tiene un MBA por la Universidad de Cornell (EEUU) y dirigió la estrategia de Accenture en Europa, Oriente Medio y África. Ahora es presidente de Cardumen Capital, una firma de capital riesgo que acumula 160 millones de euros invertidos en alta tecnología en Israel, fundamentalmente en ciberseguridad, inteligencia artificial y big data.
Desde su fundación en 2005 preside la Cámara de Comercio e Industria España-Israel, una entidad privada que fomenta el comercio bilateral entre ambos países y que está creciendo como la espuma. En los últimos años lo hace a doble dígito; en concreto el año pasado ascendió un 19 %, hasta alcanzar los 3.200 millones de intercambio comercial. Las empresas españolas tratan de sacar partido allí de tecnología de alto valor añadido y las israelíes invierten aquí en terrenos como el inmobiliario o el farmacéutico, entre otros.
Israel se ha convertido en una gran potencia tecnológica global. Allí se han inventado patentes como el programa que controla el acceso de los ordenadores a Internet (el firewall o cortafuegos), el USB, el programa de compresión ZIP, el buzón de voz, la cámara para colonoscopias, el riego por goteo… Muchas de ellas han surgido de la investigación militar.
El país ha apostado de tal modo por la tecnología que ya supone el 10,4 % del empleo, el 15 % del PIB y el 54 % de sus exportaciones. Invierte el 5,4 % de su presupuesto en I+D frente al objetivo del 3 % de Europa o el 1,4 % de España. Como consecuencia, tiene más empresas cotizando en el mercado tecnológico Nasdaq que toda Europa junta (solo le superan Estados Unidos y China), más ingenieros y técnicos por cada 10.000 habitantes que Estados Unidos, más unicornios (empresas tecnológicas con valoración potencial de más de 1.000 millones de dólares) que nadie (diez por cada millón de habitantes), más premios Nobel en proporción relacionados con STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas)…
Su renta per cápita se sitúa en 52.974 euros gracias a esta apuesta tecnológica, cuando hace diez años era la mitad y estaba al mismo nivel que España en la actualidad (en torno a 27.000 euros), a pesar de que Israel es un país pequeño (22.500 kilómetros cuadrados), con una quinta de los habitantes que hay en España y un tercio de nuestro PIB.
Para llegar adonde están, Israel puso en marcha en los años 90 una ley de I+D vanguardista que se basaba en la creación de La Oficina del Jefe Científico, una agencia de innovación público-privada en contacto directo con el primer ministro que encarrilaba y aceleraba el paso de la invención al posicionamiento del producto en el mercado, y que ha sido la base del éxito tecnológico israelí.
Parte de la existencia de la Cámara hispano-israelí se basa en que podamos aprender de la evolución tecnológica de Israel. Ya ha habido algunos frutos significativos, como por ejemplo el éxito de Fond-ICO Global en España. Creado en 2013 en un momento de crisis financiera, cumplió su objetivo de mejorar la financiación no bancaria de las pymes y promover fondos de capital privado que invirtieran en empresas españolas. Se basó en Yozma, el ecosistema de inversión en Israel, que desde la Cámara propusieron enseñar al entonces presidente del Instituto de Crédito Oficial (ICO) y después ministro con Rajoy, Román Escolano, que fue quien lo impulsó.
La colaboración crece entre España e Israel. Prueba de ello son los 3.200 millones de volumen de negocio o los eventos que organiza la Cámara en Israel, entre los que últimamente ha estado la visita de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. De ese encuentro ya han salido avances concretos, según cuenta Gidron. Otros políticos se mueven en el plano contrario; por ejemplo, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que se mostró partidaria de romper relaciones con Israel. Gidron reconoce que en su país no entienden la postura de Colau, pero al mismo tiempo indica que los intercambios comerciales siguen a su ritmo, sin hacer caso de los políticos.
A nivel nacional hay empresas españolas que han apostado por Israel y están allí muy presentes. Telefónica es un caso. Irizar, la compañía vasca de autobuses, es otro. Su eficiencia en los desiertos le ha llevado a ser líder en aquel país.
Aquí en España los olivares se han beneficiado de la revolución tecnológica del riego gota a gota. Se ha inventado en Israel, que es un país igual de árido que España aunque allí sobra agua, gracias a su conocimiento de la tecnología. Pero la inversión de Israel se percibe en nuestro país también en otros terrenos: el inmobiliario, la medicina, el Internet de las cosas o la movilidad son algunos de los más destacados. El inmobiliario se nota en zonas de costa; la medicina, con la presencia importante de Teva en nuestro país, que es la segunda empresa de genéricos más grande del mundo, y la movilidad en Mobileye, la firma que ha desarrollado las cámaras de ayuda al conductor que se instalan en los coches, cuya fabricación tiene tanta importancia en España. La colaboración crece, y si es para bien de todos, cuanto más aumente, mucho mejor.
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