Calle en Irlanda
Análisis económico
Irlanda, para generar un euro de riqueza, necesita 24 veces menos gasto y deuda que España
Cada vez que subimos impuestos, drenamos la capacidad financiera de la economía para poder crecer
Cada vez empieza a ser más necesario mostrarles a los políticos que su trabajo y esfuerzo se puede comparar, que hay que comparar y que hay que poner en evidencia, sus capacidades o insuficiencias a la hora de gestionar los recursos públicos y a la hora de generar riqueza para el ciudadano.
Hay un indicador de la riqueza que genera un político, que todo el mundo conoce, que se maneja en cualquier entorno y del que cualquier persona sabe de lo que se habla: el Producto Interior Bruto.
La mayoría de la gente sabe que ese concepto sirve para medir si un país va bien, porque crece, si va mal porque decrece o si va mejor porque un país crece más que otro en un momento del tiempo.
Pero hasta ahora no se ha planteado decirle a un político cuanto ha costado generar para su país un euro de riqueza, comparándolo con lo que ha costado a otro país generar ese mismo euro.
Para generar la riqueza de un país, un gobernante tiene en su mano el gasto público. Hay una serie de gastos que son inevitables si queremos sostener una economía en el que el bienestar de los ciudadanos sea fundamental: las pensiones, la sanidad, la educación y otras muchas funciones que un estado debe prestar.
Pero a partir de un momento determinado, el gasto se puede controlar o disparar. Si el gasto se dispara hay que financiar ese gasto y necesariamente hay que acudir a los impuestos y, casi siempre, además a la deuda.
Cada vez que subimos impuestos, drenamos la capacidad financiera de la economía para poder crecer y cada vez que nos endeudamos estamos buscando dinero prestado para poder pagar los gastos, porque sin esa deuda el estado quebraría.
Por lo tanto, la buena gestión es aquella que aun creciendo los impuestos, estos lo hagan en función del crecimiento de la riqueza y no de la necesidad de pagar un gasto desbordado, que además obliga a endeudarse.
Aquel político que consigue que la riqueza de su país crezca más que el gasto y que la deuda, estará generando mayor riqueza para sus ciudadanos con un menor coste para los mismos.
Hoy voy a iniciar una serie de comparaciones para mostrar que nos ha pasado en el último quinquenio, tiempo más que razonable para poder evaluar a los políticos que gestionan un país.
Inicio esta comparación entre España e Irlanda para que veamos como dos países en un mismo período de tiempo son capaces de hacer las cosas de forma tan diferente. Veamos que nos ha pasado en España y a continuación veremos que ha sucedido en Irlanda.
España en el último quinquenio, gobernada por el socialismo, solo consigue crecer un 4,3 % en PIB en términos reales, que lleva a un ridículo crecimiento del 0,6 % en el PIB per cápita, mientras que para crecer ese 4,3 % entra en una vorágine de gastos que nos llevan a un crecimiento del gasto público del 32,1%.
Una economía que crece solo un 4,3 % no suele crecer en ingresos por impuestos, pero al forzar la máquina de gastos, no queda otro remedio que subir todo tipo de impuestos y estos se llevan al límite para tratar de cubrir el mayor porcentaje de gastos.
El resultado es claro, la economía española está estancada, los gastos desbordados, los impuestos por las nubes, pero así y todo, para poder pagar el gasto necesitamos endeudarnos en un 27 %.
Así tenemos que para generar un euro de riqueza, la economía española, con este modelo de funcionamiento elegido por el socialismo, necesita gastarse 3,2 euros y endeudarse en 6,5.
Si esto en lugar de ser un Estado como el español, fuese una empresa, habría quebrado a lo largo de este período y hubiese tenido que despedir a todos sus trabajadores.
Pero veamos que hace Irlanda durante el mismo quinquenio, con la misma pandemia, guerra de Ucrania y crisis energética, pero con unos políticos que tienen otro concepto de Estado.
Irlanda en este quinquenio, mientras España está estancada y solo crece un 4,3 %, los irlandeses crecen un 53,4 %. Una economía que crece un 53,4 % es capaz de hacer crecer el PIB per cápita en un 45,1 %, llevar a Irlanda a la segunda posición de la UE con un PIB per cápita de 77.490 euros y en un solo quinquenio, crecen lo mismo que la cantidad del PIB per cápita español.
Sólo por esto, ya merecería mandar a un curso de economía a Irlanda a todo el gobierno español, con gastos pagados, a ver si cuando vuelvan han entendido algo.
Porque los ingresos por impuestos, en este caso crecen una barbaridad, un 49,9 %, pero ligados al crecimiento económico, los gastos que también crecen, más que los españoles en porcentaje, permiten que la deuda COVID solo crezca un 11,7 %.
Así tenemos un país gestionado por un gobierno que para hacer crecer un euro la riqueza de su país necesita, gastarse 0,2 euros y endeudarse en 0,2 euros.
Si esto no fuese un Estado y fuese una empresa, el líder de la empresa aparecería en todas las revistas de negocio como el gestor del año, del quinquenio y sería el nuevo Jack Welch de los negocios.
Está claro que nadie conoce quienes son los gestores irlandeses del milagro, el actual primer ministro, lo es de diciembre de 2022, pero también lo fue, desde junio de 2017 a junio de 2020, forma parte del partido conservador, pero lo importante es que antes hubo otro primer ministro, pero Irlanda si que va como una moto.
Está claro que la ideología ayuda y mucho, y podemos ver que el conservador irlandés además lo ha hecho bien, mientras que el progresista socialista que nos ha gobernado no solo no progresa, sino que hunde a España en la miseria de la deuda.
Así, como sin darle importancia, Irlanda para producir 1 euros de riqueza necesita gastar y endeudarse 24 veces menos que España.
A ver si en Moncloa se enteran
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