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06 de mayo de 2024

La ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero.

La ministra de Hacienda en funciones, María Jesús MonteroGustavo Valiente / Europa Press

Análisis económico

La presión fiscal sobre crecimiento del PIB es del 259 %

Quiero añadir algo que hasta ahora no se había calculado pero que puede demostrar el abuso del incremento de los impuestos

El pasado día 26 de octubre, escuchaba desde la tribuna a Daniel Lacalle que decía, con toda la razón, que en momentos de inflación, el incremento de la presión fiscal parece que se reduce, dado que el crecimiento del PIB nominal es mucho mayor que el crecimiento real de la economía y que además puede ir acompañado de un estancamiento del PIB per cápita del país. Estaba claramente definiendo a España y la situación que vivimos.
Hoy lo que quiero hacer es demostrar que Lacalle tiene toda la razón, pero además quiero añadir algo que hasta ahora no se había calculado, quizás porque nunca se ha necesitado, pero que puede demostrar el abuso del incremento de los impuestos en una situación de bajo crecimiento del PIB real y alto crecimiento de la recaudación impositiva.
Todos sabemos que la presión fiscal se calcula dividendo el total de los impuestos recaudados por un país por su PIB y se expresa en porcentaje. Lo que yo voy a calcular, a continuación, es la diferencia entre el crecimiento del PIB real en un período de tiempo y el crecimiento de la recaudación total en impuestos de un país y mostrado en porcentaje y a eso le voy a llamar «presión fiscal marginal».
Es una presión fiscal, porque lo que vamos a calcular es cuanto crece el PIB en un período de tiempo dado y los vamos a dividir por cuánto crecen los impuestos expresándolo en porcentaje, con lo cual seguimos el concepto de presión fiscal y le añado el de marginal, porque en lugar de tomar valores absolutos, solo tomo valores incrementales de esas dos cifras. Seguro que más de un miembro del equipo de Nadia Calviño saldrá a apuñalarme, pero no creo que aporte demasiado a esta discusión y, en cualquier caso, como ya estoy acostumbrado, tengo unas espaldas fuertes y me da exactamente los mismo.
Así que, sin más dilación, veamos que ha acontecido en el período 2017-2022 que es el quinquenio del sanchismo. Todos los datos aquí facilitados están en Eurostat y son de libre acceso a cualquiera, sin necesidad de ningún registro.
En este cuadro, pueden ustedes ver el PIB real desde 2017 a 2022, pueden también ver el PIB per cápita en este mismo período. También he colocado el PIB nominal, los impuestos y la Presión Fiscal, que es la oficial, calculada sobre el nominal y la presión fiscal sobre el PIB real, que vemos como se alejan de la que oficialmente se usa.
Así partimos de un PIB per cápita de 24.440 euros, unos impuestos consolidados de 440.037 millones y, por lo tanto, vemos que la presión fiscal es de un 38,2 % oficialmente, pero sobre el real es de un 39,0 %.
En el 2018, con un crecimiento del PIB per cápita de 450 euros, que equivale a un crecimiento del 1,8 %, el PIB real crece un 2,3 % y el nominal un 3,6 %, lo que nos indica una baja inflación. Ahora bien, la recaudación sube un 6,3 %, por lo que la presión fiscal se va al 39,2 % y sube 1 punto entero en un solo año y un 1,6% en términos reales.
En 2019, la economía española, con un gobierno en minoría en el Parlamento, no es capaz de movilizar la economía y esta afloja su crecimiento al 2,0 % en términos reales, el PIB per cápita crece un 1,2 %, el PIB nominal lo hace un 3,5 %, de nuevo inflación controlada, pero la recaudación de impuestos crece lo mismo que el PIB nominal un 3,5 %.
Como consecuencia de ello la presión fiscal se queda en el 39,2 %, aunque la real crece en 0,6 puntos.
Llega el año de la pandemia y la economía española, desde el punto de vista real, se convierte en la peor de la UE y decrecemos un 11,2 %, mientras el PIB per cápita lo hace un 11,8 % y perdemos 2.970 euros de capacidad media adquisitiva. El PIB nominal baja menos y lo hace un 10,2 %, pero la recaudación de impuestos solo lo hace un 4,3 % y, por lo tanto, la presión fiscal oficial se va al 41,8 %, subiendo en solo un año 2,6 puntos, mientras que en términos reales se va al 44,4 %, subiendo 3,2 puntos.
Llega el 2021 y gracias al reajuste del INE de la Sra. Manzanera, el PIB real pasa de crecer un 5,5 % a hacerlo un 6,4 %, el PIB per cápita lo hace un 5,6 % y el PIB nominal un 9,2 %, ya con síntomas de que los precios empiezan a tener serios problemas, lo que lleva a una subida de recaudación impositiva del 12,9 %.
Como consecuencia de ello la presión fiscal oficial se va al 43,2 % subiendo en 1,4 puntos, la real ya se coloca en 47,1 %, mientras nuestro PIB per cápita sigue muy por debajo de 2017.
Y llega el 2022 y de nuevo el INE de la Sra. manzanera ajusta el PIB y pasa de crecer un 5,5 % a hacerlo un 5,8 %, recuperar el PIB de 2019 (menos 294 millones de euros), que el PIB per cápita suba un 4,8 % y se coloque en 140 euros más que en 2017 (un quinquenio perdido), el PIB nominal crece un 10,8 %, donde de nuevo la inflación tiene un efecto clave y la recaudación impositiva sube un 8,1 %.
Debido a esta subida del PIB nominal, la presión fiscal oficial baja hasta el 42,4 %, aunque sobre el PIB real se va a un 48,1 %. Pero la auténtica realidad de este quinquenio de socialismo atragantado de comunismo es que el incremento de PIB real en 5 años ha sido de 48.765 millones de euros, con una ridícula subida del PIB per cápita de 140 euros en 5 años, o lo que es lo mismo 28 euros cada año de subida.
Pero para generar un incremento marginal de esos 48.765 millones, este gobierno ha subido los impuestos en 126.484 millones, lo que implica que la Presión Fiscal Marginal crece un 259 %.
Esta es la auténtica realidad de este gobierno que será socialista, pero es la antítesis de los social, que dice ser progresista, pero que no consigue que nada progrese, salvo la recaudación de impuestos.
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