Tren en el acceso a la variante de Pajares
Radiografía de la red ferroviaria
El Gobierno sigue empeñado en la alta velocidad y fía a la compra de trenes la solución para las Cercanías
Aumentan las incidencias en todos los servicios, pero el AVE se lleva el grueso de los fondos europeos
En las últimas semanas se han encendido varias luces rojas sobre el estado de la red ferroviaria española. Primero fue el aluvión de fallos en el AVE, y después los numerosos problemas en las Cercanías madrileñas.
En lo que va de año, y solo en Madrid se han registrado más de 700 incidencias, entre ellos tres descarrilamientos consecutivos entre Atocha y Chamartín. Tampoco Cataluña está exenta de problemas, lo que ha motivado que ERC y PSOE pacten la transferencia del servicio. En toda la red los retrasos son habituales, como ha comprobado esta semana de primera mano El Debate: entre el 35 % y el 60 % de los trenes en Madrid y el 46 % en Barcelona presentan algún tipo de retraso en una cata realizada por este periódico durante la mañana del 13 de diciembre.
La página de información de tráfico ferroviario de Adif es un disparate. Entre incidencias y obras de en la infraestructura, no hay día que se registren menos de una decena de avisos por retrasos o cancelaciones. En los servicios de cercanías, la situación es todavía peor y ya ha saltado al charco político con un enfrentamiento entre Transporte y Comunidad de Madrid a cuenta de varios descarrilamientos.
El Gobierno presentó hace unas semanas el listado de los 100 primeros perceptores de los fondos europeos en el que figuraba Adif como el mayor beneficiario de la lista. De hecho, el gestor ferroviario obtuvo la mitad de los 5.112 millones de euros de la lista. De los cuales, más de 1.600 millones corresponden a proyectos de alta velocidad, a pesar de que los expertos llevan años advirtiendo de que es más urgente invertir en tres convencional.
Fuerte alza de viajeros
Hasta el mes de octubre, el transporte de viajeros en tren ha aumentado un 23,4 % respecto al mismo periodo de 2022. En media distancia –trayectos de más de 60 kilómetros y menos de 300–, hasta el citado mes se han registrado 41,8 millones de trayectos, más que en toda la historia… y a falta de dos meses. La entrada de los nuevos operadores se ha notado en los precios, con el consiguiente aumento de usuarios, pero el servicio cada vez deja más que desear y muchos afectados han creado plataformas para protestar por la situación.
Aprovechando los fondos europeos, el Gobierno ha planeado inversiones de 4.300 millones de euros para modernizar y completar la red transeuropea de transporte, con especial interés en la mejora del servicio de alta velocidad, que se llevará 1.600 millones de euros. Lo paradójico es que la alta velocidad no es, ni de lejos, el servicio más utilizado a pesar del aumento de los últimos años.
Del total de transporte interurbano por ferrocarril, la media distancia representa casi el 87 % de todos los trayectos. La alta velocidad apenas supone el 4,7 %. Y eso que estaban avisados. En 2020, la Airef publicó un informe en el que advertía de un exceso de inversión en redes de AVE no rentables y un déficit de los recursos destinados a cercanías. Según el informe, España tenía el menor uso intensivo de la red a pesar de ser el segundo país con mayor extensión de esta tras China. Además, la autoridad fiscal señalaba que era imposible amortizar la inversión.
Nuevos trenes
El ministro Óscar Puente fía la mejora en 2024 a la compra de nuevos trenes. Así lo aseguró este miércoles en el Congreso de los Diputados, aseverando que «será un año de avances para el ferrocarril en España», poniendo todas sus «esperanzas» en la llegada de nuevo material rodante.
En el primer trimestre del año próximo llegarán los Talgo Avril, que darán servicio a la línea de alta velocidad con Asturias y a Galicia. «Se pondrán en funcionamiento, y eso nos va a permitir también extender nuestra flota, distribuir los recursos de otra manera y dar un mejor servicio que el que estamos dando en este momento», aseguró Puente.
En Cercanías, Transportes también se ha comprometido a renovar el material rodante. «El último tren que se incorporó a la flota data de 2008. En 2024 comenzará a llegar la compra más grande de la historia de Renfe. Ya en el horno y pronto en sus estaciones», aseguró el ministro en la red social X.
Mientras llegan los nuevos trenes, la red ha cerrado precisamente esta semana una de sus grandes hipotecas: la llegada del tren electrificado a Extremadura. «Es un día histórico», afirmó Puente, tras el recorrido. Así es: dicha tecnología, que permite la circulación de convoyes más rápidos, eficientes y confortables, llega a tierras extremeñas con cinco meses de retraso y 112 años después de su primer estreno en España.
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