Pedro Duque e Hispasat, la recompensa al ministro que no pasó de la órbita baja

La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) dio el pistoletazo de salida para que Pedro Duque sustituya a Jordi Hereu al frente de Hispasat, tras el nombramiento del ex alcalde de Barcelona como ministro de Industria en el nuevo gabinete de Pedro Sánchez. El ex astronauta fue propuesto como consejero, como paso previo a su nombramiento como presidente por el Consejo de Administración de la compañía, controlada por el Estado a través de la SEPI y de Redeia, la antigua Red Eléctrica.

Duque, ingeniero aeroespacial por la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), fue seleccionado como astronauta en 1992. El madrileño, de 60 años, se formó tanto en Estados Unidos como en Rusia, en múltiples cursos antes de despegar en la misión Discovery STS-95 en 1998.

A bordo del trasbordador espacial, donde habitó durante nueve días, 19 horas, 54 minutos y dos segundos se desempeñó como especialista de misión, en el primer vuelo de un español al espacio. Recorrió 5.800.000 kilómetros sin abandonar la órbita baja, donde también permaneció en su siguiente misión, la Soyuz TMA-3, que le llevó a bordo de la Estación Espacial Internacional durante diez días en 2003.

Duque llegó al Gobierno en 2018 como una de las grandes estrellas del Gobierno «bonito» de Pedro Sánchez, con nombres de relumbrón como Màxim Huerta. Tres años y una pandemia después abandonaba el Ejecutivo en la primera gran crisis, tras un mandato con luces y sombras, según las asociaciones científicas. Su gran mérito fue conseguir la aprobación del mayor presupuesto de la historia para ciencia e innovación, tras incrementarlo un 60 % en gran parte gracias a los fondos europeos Next Generation. Un dinero que finalmente sería gestionado en gran parte por su sustituta, Diana Morant.

El ex ministro impulsó el Pacto por la Ciencia y la Innovación, que pretendía elevar el presupuesto hasta un 3 % del PIB en 2030 pero que finalmente quedó en agua de borrajas. Presentó asimismo un criticado borrador de la Ley de Ciencia, y quedó en segundo plano mientras Iván Redondo, entonces jefe de Gabinete de Pedro Sánchez, anunciaba la creación de una Agencia Espacial Española contra la que el propio Duque se había manifestado anteriormente.

Su mandato, además, quedó empañando cuando salió a la luz la existencia de una sociedad patrimonial, Copenhague Gestores de Inmuebles SL, propietaria de dos chalés de lujo en Madrid y Jávea (Alicante). Según afirmó, dicha sociedad gestionaba un «autoalquiler» por parte del ministro y su esposa de ambos inmuebles.

Duque acabaría liquidando dicha sociedad en 2022, nueve meses después de su salida del ministerio. En esos años llamó también la atención que Duque fuera, junto con Carmen Calvo, el ministro con mayor patrimonio del Gobierno, con más de 1,5 millones de euros. De ellos, casi un millón de euros invertidos en productos y activos financieros en 2018.

Experiencia previa

Con su nombramiento en Hispasat volverá así a gestionar una empresa satelital. Un campo en el que posee experiencia de sobra: precisamente empezó su carrera en la ingeniería GMV, trazando órbitas, y posteriormente lideró el equipo correspondiente en el Centro de Operaciones Espaciales de la ESA. En los últimos años además ha sido director general y presidente ejecutivo de la empresa privada Deimos Imaging, primera compañía española en lazar un satélite español de observación de la Tierra.

La compañía, que registró unos ingresos de 229,8 millones de euros en 2022, obtuvo un resultado neto atribuido de 46,8 millones de euros. El 69 % de su facturación procede de su capacidad espacial, mientras que un 18 % lo hace del servicio de gestión de datos y el 13 % restante de la gestión de vídeo. Su principal mercado es Sudamérica, donde se concentra el 59 % de la cifra de negocio, seguido de la región Emea, incluyendo Europa (24 %) y Centro y Norteamérica (17 %).