Gol de Robles a Yolanda Díaz: España fue en 2023 el segundo país de la UE que más ayuda militar mandó al exterior

Este artículo está dedicado a todos estos gritones que hay en el Congreso de los Diputados y a los que Margarita Robles, que realmente manda muy poco, les ha metido uno gol por toda la escuadra.

Así como el que no quiere la cosa, la ministra de Defensa, a la chita callando y no sé si sabiéndolo o por pura casualidad, ha mandado ayuda militar al exterior por valor de 2.148 millones, fundamentalmente para la guerra de Ucrania y resulta que esa cifra ha supuesto colocar a España en el segundo país de la Unión Europea que en valor ha mandado por ese concepto.

La cifra de 2.148 millones es un 9,1 % del total enviado por toda la Unión Europea y el 10,9 % de la Zona Euro, lo que ya nos da a entender que la UE no se ha esforzado demasiado en enviar material de guerra a los ucranianos.

En total, en 2022, se enviaron al exterior 12.581 millones de euros, con un incremento del 51 % con respecto a 2021 y en 2023 hemos enviado 23.521 millones que supone un incremento del 87 %, pero si tenemos en cuenta que Estados Unidos dice que desde que empezó la guerra ha enviado material por valor de 350.000 millones de dólares y si a la cifra del 2023, la incrementamos por otro 50 %, habríamos mandado al exterior en tres años 71.383 millones.

En 2021, cuando no había guerra en Ucrania, la UE ya enviaba 8.349 millones, que se supone que se habrán continuado enviando, porque era una cifra estable, con lo cual habrá que descontar, casi 25.000 millones de todo lo enviado, así que realmente la UE ha debido de enviar algo más de 50.000 millones de euros, que al lado de lo enviado por Estados Unidos es una ridiculez.

Por eso Estados Unidos tiene la llave de la paz o de la pérdida de Ucrania en sus manos, pero dado que las tierras raras son un objetivo económico claro para la actual Administración, está claro que lo que quiere es una paz rápida para explotar esas tierras raras, con o sin Zelenski.

Como siempre la Unión Europea, durante todo este tiempo, ha mantenido una postura muy cómoda en la que no solo no ha hecho nada por terminar la guerra, sino que nunca se la ha tomado en serio, porque para eso ya estaba Joe Biden y sus Estados Unidos para mantenerla y pagarla.

Así tenemos a un país como Francia, que ahora parece haberse despertado, exclusivamente porque su Presidente necesita notoriedad, que solo envió en 2023, la ridícula cantidad de 1.922 millones al exterior, con un incremento del 1,9 % en el total de sus envíos.

Pero lo que más sorprende de todo es que España, que incrementa la cifra en 39,4 %, se coloque en el puesto número dos de la Unión en valor absoluto.

Para que lo vean claro, he sacado estos datos que acaba de publicar Eurostat:

Podemos ver que Alemania, con 8.720 millones de euros y un crecimiento del 87 %, igual a la media de la Unión Europea, tiene un peso sobre el total del 37,1 % mucho más que el peso de su PIB.

Los países que más crecen son Eslovaquia, con 1.501 millones crece un 3.464 % y se coloca en el sexto país de la UE en envió de ayuda militar al exterior en valor absoluto, muy por delante de Polonia que es la quinta economía.

El segundo país es Dinamarca, con 1.785 millones, crece un 1,311 % y se coloca en el quinto país que más ayuda envía en valor absoluto. El tercero en crecimiento es Polonia que crece un 1,090 % y envía 866 millones y se coloca en novena posición.

Italia, que es la tercera potencia, tiene claro que esta guerra no le gusta, envía al exterior 1.658 millones, crece un 20,1 % y se coloca en la sexta posición.

En la UE no hemos tenido nada claro cual debía de ser nuestro rol en esta guerra y la llegada de Trump nos ha descolocado y nos obliga a tomar medidas sin tener claros los objetivos.

Por todo ello, la Ministra del gremio ha dejado a Yolanda Díaz en un fuera de juego posicional, con lo cual su gol de hace unos días en el Congreso de los Diputados queda invalidado y deja a Podemos en una situación de memos, por no mirarse los datos, ni siquiera del 2022, en los que ya éramos los terceros, sólo por detrás de Alemania y Francia.

Pero como en este país los números solo nos los miramos unos pocos, se demuestra que los políticos de izquierda hablar si hablan mucho, pero desde luego muchas veces no saben de lo que hablan.