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Análisis económicoJosé Ramón Riera

En solo dos meses el gasto contabilizado se dispara un 18,6 %

Este gobierno lleva gastando desde el año 2019 a su libre albedrío y no tiene posibilidad de frenar, sino más bien todo lo contrario

Actualizada 04:30

A la espera de abordar en un próximo artículo los datos de Déficit y Deuda estimados para 2025 del Ministerio de Hacienda, recién publicados este martes, hoy voy a dar un repaso a los datos que ha elaborado la Intervención General de la Administración del Estado de cómo se encuentran las cuentas públicas a 28 de febrero.

Las cifras, aunque todavía no reflejan la realidad del Gasto Público, empiezan a demostrar que vamos a tener un año en el que el gasto público se va a desmadrar y en el que nos vamos a hacer trampas en el solitario hasta cansarnos. Pero con un tema muy preocupante y es que el único dinero del gasto público que genera riqueza, que son las inversiones, de momento ni están ni se las espera.

Este gobierno está sometido a su propia ineficiencia. Lleva gastando desde el año 2019 a su libre albedrío y no tiene posibilidad de frenar, sino más bien todo lo contrario. Contrata más gente, hay que pagar y dotar de espacio para que trabaje y, por lo tanto, también hay más gastos corrientes, suben las pensiones y la Seguridad Social necesita más caja para pagar. Se tienen que hacer más Transferencias corrientes, como los gastos son inferiores a los ingresos, se necesita más deuda y aunque los tipos de interés del Banco Central Europeo estén a la baja, la deuda la estamos pagando bastante más cara.

No obstante, la información es la información y con los datos de la IGAE, vamos a ver que las Obligaciones Netas Reconocidas, es decir, el gasto reconocido en la Contabilidad nacional, han crecido un 18,6 %, con respecto a la misma fecha de 2024. Para que lo vean ustedes mismos he preparado, como siempre, un cuadro explicativo de la situación en la que nos encontramos:

La primera partida que conviene analizar es la de Personal, en la que el gasto crece un 6 %, pero en esa cifra no están incluidas las subidas pendientes que se tendrán que regularizar a lo largo del año. Esta cifra ya indica que este gasto va a acercarse mucho a un crecimiento del 10%, dado que la mayoría de las incorporaciones no se realizaron durante los primeros meses del año.

Como consecuencia de la subida de empleados públicos, los gastos generales o gastos corrientes, suben ya un 8,2 % y seguirán en esa tónica a lo largo del 2025.

Los gastos reconocidos, que no cuadran ni por casualidad son los gastos financieros, intereses de la deuda, que solo se reconocen un 19,2 % menos. Ya sabemos que eso es imposible, porque en el año 2024, la Administración General del Estado se endeudó en 48.000 millones más y a tipos medios cercanos al 3 %, además de tener que renovar más de 200.000 millones con un gran diferencial sobre la deuda que vencía. Sólo hay que recordar que el BCE no renovó cerca de 40.000 millones que vencieron y que se estaban pagando a un tipo de interés del 0 %.

En definitiva, que la IGAE se ha comido el marrón de contabilizar 3.925 millones en 2024 y este año 3.173 millones y lo ha hecho sin protestar, con lo cual es cómplice de lo que está haciendo la Ministra de Hacienda.

En lo que se refiere a las Transferencias corrientes, se ha producido un incremento del 20,4 % en la cifra debido a la Seguridad Social y esto seguirá creciendo sin parar en 2025. Las Inversiones Reales, que ya eran ridículas en 2024, donde solo contabilizamos 578 millones de euros, este año encima caen en un 35,5 % y las dejan en la absurda cifra de 373 millones, sin comentarios.

En las Transferencias de Capital está claro que a alguien se le ha ido la mano y será llamado a capítulo por haber crecido un 312 %. En definitiva, hemos pasado en Operaciones no Financiera de 22.494 millones a 26.684, que supone una subida del gasto, que va al déficit contable, de un 18,6 % y que puede ser una clara tendencia de lo que nos espera en 2025.

Por la parte de los préstamos y la deuda, los primero se reducen en un casi 80 % y la deuda sube un 22 %, para crecer un 4,9 % en el total y así, oficialmente, los gastos totales se disparan hasta los 48.812 millones, un 12 % más que en 2024.

Aunque aun es pronto para tener claro que nos va a pasar, no cabe duda de que los dos primeros meses han marcado una tendencia preocupante, pero si le añadiésemos 1.400 millones más a los intereses de la deuda, que son lo que aproximadamente les falta por contabilizar, el incremento de gasto en las Operaciones no Financieras sería de un 24,9 %.

Todavía tengo que aguantar que Miguel Sebastián, responsable de la gran cagada del Gobierno de Zapatero con las renovables, pontificando que el Saldo Primario, restar al déficit los intereses de la deuda, en 2025 será positivo, en contra de lo que opinamos, Diego Barceló Larrán, Lorenzo Bernaldo de Quirós y yo mismo que estamos convencidos que volverá a ser negativo.

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